Se administran trasplantes de células hematopoyéticas utilizando células de la médula ósea, la sangre o, con menor frecuencia, células del cordón umbilical después de dosis altas o moderadas de quimioterapia y/o radioterapia. Los donantes pueden ser la persona con cáncer (un autotrasplante) o una persona relacionada o no relacionada con HLA (human leukocyte antigen) compatible (un alotrasplante; véase también Generalidades sobre la terapia oncológica). Por lo general, estos trasplantes se reservan para pacientes con alto riesgo de que las terapias convencionales fracasen o en quienes la terapia inicial ha fallado.
Los autotrasplantes se usan para tratar linfomas, mieloma de células plasmáticas y cánceres sólidos infrecuentes como cáncer de testículo, sarcomas de Wilms y de Ewing, y neuroblastomas. Muy ocasionalmente, se utilizan para tratar leucemias.
Los alotrasplantes se utilizan para tratar leucemias y algunos linfomas.
Referencia general
1. Kanate AS, Majhail NS, Savani BN, et al: Indications for hematopoietic cell transplantation and immune effector cell therapy: Guidelines from the American Society for Transplantation and Cellular Therapy. Biol Blood Marrow Transplant 26(7):1247–1256, 2020. doi: 10.1016/j.bbmt.2020.03.002