La voz profesional

Las personas que utilizan su voz pueden experimentar trastornos que se manifiestan como ronquera o voz entrecortada, disminución del tono de voz, cansancio o agotamiento vocal, tos no productiva, aclaramiento persistente de la garganta, dolor o cualquier combinación de ellos. Estos síntomas suelen tener causas benignas, como nódulos de las cuerdas, edema de los pliegues vocales, pólipos o granulomas. Estos trastornos a menudo son causados por lesiones por uso de la voz y pueden empeorar en presencia de otras entidades como reflujo laringofaríngeo.

En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en:

  • Evaluación de la voz por un especialista en el habla o un médico especializado que incluye, cuando está disponible, el uso de un programa asistido por ordenador para evaluar el tono y la intensidad y para determinar parámetros de la acústica vocal

  • Tratamiento conductual (disminución de la tensión musculoesquelética de la laringe al hablar) que utiliza un programa informatizado para la retroalimentación visual y auditiva

  • Un programa de higiene vocal para eliminar los comportamientos vocales abusivos, como una voz excesivamente alta, duración prolongada (habla continua durante > 1 hora), tensión vocal (tensión muscular excesiva durante la fonación) y aclaramiento habitual de la garganta

  • Un regimen antirreflujo, cuando corresponda

  • Hidratación adecuada para favorecer la onda de la mucosa glótica adecuada

  • Modificación de la dieta y la conducta antes de las actuaciones vocales, como evitar el alcohol, la cafeína y los ambientes en los que hay humo de cigarrillo y otros irritantes que puedan inhalarse