Los tumores suprarrenales no funcionantes son lesiones ocupantes de espacio localizadas en las glándulas suprarrenales que no producen actividad hormonal. Los signos, los síntomas y el tratamiento de estos tumores dependen de su naturaleza y su tamaño.
(Véase también Generalidades sobre la función suprarrenal).
Las masas suprarrenales no funcionantes más comunes en adultos son
Adenomas
Los adenomas representan más de la mitad de las masas suprarrenales (1).
Otras masas suprarrenales comunes no funcionantes incluyen
Carcinomas
Tumores metastásicos
Los quistes y los lipomas constituyen el resto de estos tumores. No obstante, las proporciones precisas dependen de la presentación clínica.
Los tumores hallados en forma incidental suelen ser adenomas. Con menor frecuencia, en los recién nacidos una hemorragia suprarrenal espontánea puede conducir a la formación de masas suprarrenales grandes que simulan un neuroblastoma o un tumor de Wilms. En los adultos, puede identificarse una hemorragia suprarrenal bilateral masiva en un paciente con enfermedad tromboembólica o coagulopatía ya sea relacionada con la enfermedad o con los fármacos.
Se identifican quistes benignos en pacientes que pueden deberse a degeneración quística o a accidentes vasculares. Los linfomas, las infecciones bacterianas, las infecciones micóticas (p. ej., histoplasmosis) o las infestaciones parasitarias (p. ej., debido a Echinococcus) también puede manifestarse con masas suprarrenales, a veces bilaterales. La diseminación hematógena de Mycobacterium tuberculosis puede producir tumores suprarrenales.
Un carcinoma suprarrenal no funcional provoca un proceso retroperitoneal difuso invasor. Puede ocurrir hemorragia que causa hematomas suprarrenales.
Referencia
1. Arnold DT, Reed JB, Burt K. Evaluation and management of the incidental adrenal mass. Proc (Bayl Univ Med Cent) 2003;16(1):7-12. doi:10.1080/08998280.2003.11927882
Signos y síntomas de los tumores suprarrenales no funcionantes
La mayoría de los pacientes son asintomáticos. En presencia de cualquier tumor suprarrenal, la insuficiencia suprarrenal es infrecuente, salvo que se comprometan las dos glándulas. La hiperfunción ocurre con mayor frecuencia.
Los principales signos de hemorragia suprarrenal bilateral masiva son
Dolor abdominal
Caída del hematocrito
Signos de insuficiencia suprarrenal aguda (p. ej., dolor abdominal, pérdida de la consciencia, fatiga, deshidratación)
Masas suprarrenales en la TC o la RM
La tuberculosis de las glándulas suprarrenales puede causar calcificación y enfermedad de Addison. El carcinoma suprarrenal no funcionante generalmente se manifiesta como enfermedad invasiva o metastásica.
Diagnóstico de las masas suprarrenales no funcionantes
Mediciones de la hormona suprarrenal
Biopsia con aguja fina
Los tumores suprarrenales no funcionantes suelen hallarse incidentalmente durante estudios como TC o RM indicados debido a otros trastornos. La falta de funcionalidad se diagnostica a través de la evaluación clínica y se confirma mediante la medición de las concentraciones de hormonas suprarrenales.
Las pruebas de detección de las hormonas suprarrenales incluyen pruebas de supresión de dexametasona y cortisol sérico (para descartar síndrome de Cushing), metanefrinas fraccionadas en plasma u orina de 24 horas (para descartar feocromocitoma) y aldosterona y renina en plasma (para descartar aldosteronismo primario).
Si se sospecha enfermedad metastásica o infecciosa, la biopsia con aguja fina puede ser diagnóstica, pero está contraindicada si se sospecha un carcinoma suprarrenal (para evitar la diseminación del tumor) o un feocromocitoma (para que no se desencadene una hipertensión aguda).
Tratamiento de las masas suprarrenales no funcionales
A veces escisión, dependiendo del tamaño y/o los resultados de las imágenes
Control periódico
Aunque algunas modalidades de diagnóstico por imágenes (p. ej., RM en fase y fuera de fase) pueden ser diagnósticas, si el tumor es sólido, de origen suprarrenal y > 4 cm, en general debe extirparse salvo si las características de las pruebas de diagnóstico por imágenes son claramente benignas.
Los tumores que miden entre 2 y 4 cm de diámetro generan un dilema clínico bastante complejo de resolver. Si la evaluación no sugiere un cáncer y la función hormonal no ésta alterada (p. ej., concentraciones normales de electrolitos y metanefrinas, sin evidencias de síndrome de Cushing), parece razonable reevaluar al paciente en forma periódica con estudios de diagnóstico por imágenes, en general durante 1 a 2 años. Si no se produce una progresión para entonces, no es necesario un seguimiento adicional. No obstante, muchos de estos tumores secretan cantidades de cortisol demasiado pequeñas para causar síntomas importantes y no se determinó si estas concentraciones de cortisol pueden finalmente provocar síntomas y complicaciones si no se tratan. La mayoría de los médicos simplemente observan a los pacientes con estos tumores, pero los médicos deben considerar la extirpación de estos tumores si se detecta una secreción significativa de cortisol.
Los adenomas suprarrenales < 2 cm no requieren un tratamiento especial, pero deben ser observados regularmente durante un cierto período (p. ej., cada 6 meses durante 2 años) tanto para identificar su crecimiento como el desarrollo de la función secretora (como a través de la búsqueda de signos clínicos y la medición periódica de electrolitos).
El carcinoma suprarrenal no funcionante que ha metastatizado no es pasible de tratamiento quirúrgico, aunque el mitotano puede controlar los síntomas del hipercortisolismo cuando se administra con corticosteroides. La quimioterapia también es una opción, en particular para la enfermedad progresiva.
Más información
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