Los aneurismas de la arteria hepática son infrecuentes. Tienden a ser saculares y múltiples. Las causas abarcan infección, arteriosclerosis, traumatismos y vasculitis. (Véase también Generalidades sobre los trastornos vasculares del hígado).
Los aneurismas no tratados pueden causar la muerte a través de la ruptura del conducto colédoco (con generación de hemobilia), el peritoneo (con producción de peritonitis) o de las vísceras huecas adyacentes. La hemobilia puede provocar ictericia, hemorragia digestiva alta y dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen.
El diagnóstico se sospecha si aparecen síntomas típicos o si los estudios de diagnóstico por imágenes detectan un aneurisma. La ecografía Doppler y, a continuación, la TC con contraste permiten confirmar el diagnóstico.
El tratamiento consiste en embolia o ligadura quirúrgica (1).
Referencia
1. Northup PG, Garcia-Pagan JC, Garcia-Tsao G, et al: Vascular Liver Disorders, Portal Vein Thrombosis, and Procedural Bleeding in Patients With Liver Disease: 2020 Practice Guidance by the American Association for the Study of Liver Diseases. Hepatology 73(1):366-413, 2021. doi: 10.1002/hep.31646