Los abscesos retrofaríngeos, más frecuentes en los niños pequeños, pueden causar dolor de garganta, fiebre, rigidez de nuca y estridor. Para el diagnóstico, es necesario realizar una radiografía de perfil de cuello o una TC. El tratamiento se basa en la intubación endotraqueal, el drenaje y los antibióticos.
Los abscesos retrofaríngeos se desarrollan en los ganglios linfáticos retrofaríngeos que se encuentran en la parte posterior de la faringe, adyacentes a las vértebras. Pueden asociarse con la infección de la faringe, los senos, las adenoides o la nariz. Los abscesos retrofaríngeos ocurren principalmente en niños de 1 a 8 años porque los ganglios linfáticos retrofaríngeos comienzan a retroceder alrededor de los 4 a 5 años. Sin embargo, los adultos pueden desarrollar infección después de ingerir un cuerpo extraño o tras una intervención instrumental. Los microorganismos comunes son bacterias aerobias (especies de Streptococcus y Staphylococcus) y anaerobias (Bacteroides y Fusobacterium spp) y, en ocasiones en adultos y niños, el HIV y las bacterias que causan la tuberculosis.
Las consecuencias más graves son la obstrucción de la vía aérea, el shock séptico, la rotura del absceso en la vía aérea que produce neumonía por aspiración o asfixia, la mediastinitis, la rotura de la arteria carótida y la tromboflebitis supurativa de las venas yugulares internas (síndrome de Lemierre).
Signos y síntomas de los abscesos retrofaríngeos
Los síntomas y los signos de un absceso retrofaríngeo suelen estar precedidos en los niños por una infección aguda de las vías respiratorias superiores y en los adultos por la ingestión de un cuerpo extraño o instrumentación. Los niños pueden presentar odinofagia, disfagia, fiebre, linfadenopatía cervical, rigidez de nuca, estridor, disnea, ronquidos o respiración ruidosa o tortícolis.
Los adultos pueden manifestar dolor cervical intenso, pero el estridor es menos frecuente.
La pared faríngea posterior puede protruir de un lado.
Diagnóstico de los abscesos retrofaríngeos
Radiografía
TC
Se sospecha un absceso retrofaríngeo en pacientes con dolor de garganta intenso e inexplicable y rigidez de cuello, estridor o respiración ruidosa.
Las radiografías de perfil de los tejidos blandos del cuello, tomadas en la máxima hiperextensión posible, durante la inspiración y sin rotación, pueden revelar ensanchamiento focal de los tejidos blandos prevertebrales, inversión de la lordosis cervical normal, aire en los tejidos blandos prevertebrales o erosión del cuerpo vertebral adyacente.
Imagen proporcionada por Clarence T. Sasaki, MD.
La TC puede ayudar a diagnosticar los casos cuestionables, ayuda a diferenciar la celulitis de un absceso y evalúa la magnitud del absceso.
Tratamiento del absceso retrofaríngeo
Antibióticos (p. ej., ceftriaxona, clindamicina)
En general, drenaje quirúrgico
Los regímenes de tratamiento se basan principalmente en datos de observación (1). Los antibióticos, como una cefalosporina de amplio espectro (p. ej., ceftriaxona, 50 a 75 mg/kg IV 1 vez al día) o clindamicina, en ocasiones pueden ser suficientes para los niños con abscesos pequeños. Sin embargo, casi todos los pacientes necesitan también el drenaje a través de una incisión de la pared faríngea posterior. La intubación endotraqueal se realiza antes de la operación y se mantiene durante 24 a 48 horas.
Referencia del tratamiento
1. Cheng J, Elden L: Children with deep space neck infections: Our experience with 178 children. Otolaryngol Head Neck Surg 148 (6):1037–1042, 2013. doi: 10.1177/0194599813482292 Epub 2013 Mar 21.