En los trastornos tromboembólicos, se forman coágulos de sangre (trombos) en los vasos sanguíneos. Un émbolo es un coágulo de sangre que viaja a través del torrente sanguíneo y bloquea una arteria. En Estados Unidos, los trastornos tromboembólicos son una causa frecuente de muerte en las mujeres embarazadas.
El riesgo de desarrollar un trastorno tromboembólico es mayor aproximadamente a las 6 semanas después del parto. La mayoría de las complicaciones por coágulos de sangre son debidas a lesiones que se producen durante el parto. El riesgo es mucho mayor después de una cesárea que tras un parto vaginal.
Los coágulos de sangre, por lo general, se forman en las venas superficiales de las piernas, tromboflebitis, o en las venas profundas de las piernas, trombosis de venas profundas. Los síntomas son, entre otros, hinchazón, dolor e hipersensibilidad al tacto. Estos síntomas pueden ser difíciles de reconocer porque el embarazo puede causar síntomas similares. La intensidad de los síntomas no tiene correlación con la gravedad de la enfermedad.
La trombosis de venas profundas puede desarrollarse también en la pelvis. En dicha localización es posible que no cause síntomas. Un coágulo se puede mover desde las venas profundas de las piernas o la pelvis a los pulmones, donde puede bloquear una o más arterias del pulmón (pulmonares). Esta obstrucción, denominada embolia pulmonar, es potencialmente mortal.
Diagnóstico
Ecografía Doppler para detectar posibles trombos en las piernas
Tomografía computarizada para comprobar si hay embolia pulmonar
Durante el embarazo, si las mujeres tienen síntomas que sugieren la existencia de un coágulo sanguíneo, puede hacerse una ecografía Doppler (que se utiliza para evaluar el flujo sanguíneo) en las piernas, con el fin de buscar coágulos.
Si se sospecha la existencia de una embolia pulmonar, puede hacerse una tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico. La TC se realiza después de inyectar un agente de contraste (que se puede visualizar en las radiografías) en una vena. El agente de contraste circula a través de los vasos sanguíneos y los resalta. Este procedimiento se denomina angiografía por TC. Es relativamente seguro durante el embarazo.
Si el diagnóstico de embolia pulmonar aún es incierto, se requiere un procedimiento llamado angiografía pulmonar (angiografía de los vasos sanguíneos pulmonares). En este procedimiento, el médico practica una pequeña incisión, generalmente en la ingle pero, en algunas ocasiones, en el brazo. Seguidamente introduce un tubo delgado y flexible (catéter) a través de vasos sanguíneos hasta llegar a una arteria pulmonar. Cuando el catéter está en su lugar, se inyecta un agente de contraste radiopaco a través del catéter para delinear los vasos sanguíneos de los pulmones y se obtienen radiografías.
Después de que nazca el bebé, los médicos pueden emplear una TC con un agente de contraste para descartar la presencia de coágulos sanguíneos en la pelvis.
Tratamiento
Heparina durante el embarazo y a veces después del parto
Warfarina después del parto
Si se detecta un coágulo, el tratamiento con heparina (un anticoagulante, un fármaco que inhibe la formación de coágulos) debe iniciarse sin demora. La heparina puede inyectarse por vía intravenosa o subcutánea; no atraviesa la placenta y no causa lesión alguna al feto. El tratamiento dura entre 3 y 6 meses. Entonces, para evitar que se formen nuevos coágulos de sangre, los médicos administran a la muje, heparina a una dosis menor hasta entre 6 semanas después del parto. Durante este tiempo, el riesgo de formación de coágulos de sangre sigue siendo alto.
Después del parto, puede cambiarse la heparina por la warfarina, particularmente si las mujeres requieren tratamiento durante más de 6 a 8 semanas. La warfarina puede tomarse por vía oral, tiene menor riesgo que la heparina de presentar complicaciones y puede administrarse a mujeres en periodo de lactancia.
A las mujeres que han tenido algún coágulo de sangre (trombo) durante un embarazo anterior o que han sufrido un trastorno tromboembólico antes de quedarse embarazadas se les puede administrar heparina durante cada embarazo y durante 6 semanas después del parto para prevenir la formación de coágulos.