Todos necesitamos agua y ciertas sustancias químicas (electrólitos) para estar sanos. Normalmente, usted bebe líquidos para satisfacer la necesidad, y tener sed le dice cuándo necesita más líquidos. Pero los bebés y los niños muy pequeños no siempre pueden decirle cuándo necesitan líquidos, especialmente cuando están enfermos.
¿Qué es la deshidratación infantil?
La deshidratación consiste en no tener suficiente agua en su cuerpo. Los niños se deshidratan con mayor frecuencia si vomitan o tienen diarrea (heces acuosas sueltas y frecuentes) y no beben lo suficiente para compensarlas. La fiebre empeora la deshidratación.
Los vómitos y la diarrea pueden causar deshidratación
El hecho de obtener muy poca leche durante el amamantamiento puede causar deshidratación en los bebés
Los niños con deshidratación grave pueden enfermar gravemente o, a veces, morir
Un niño deshidratado necesita líquidos y minerales llamados electrólitos
Las soluciones de leche materna y rehidratación oral (que se venden en farmacias y supermercados) tienen el equilibrio adecuado de agua y electrólitos
Los refrescos, zumos y bebidas deportivas no tienen el equilibrio adecuado de agua y electrólitos.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?
Los niños tendrán síntomas de lo que los está deshidratando, como vómitos, diarrea o ambos. La deshidratación causa síntomas tales como:
Jugar y hablar menos
Mostrarse enfadado e irritable
Llanto sin lágrimas
Sequedad de boca
Mejillas y ojos hundidos
Perder peso en solo unos pocos días
Orinar menos de 2 o 3 veces al día
Vaya al médico de inmediato si su hijo presenta uno de estos signos de alarma:
No puede retener ningún líquido
No está orinando la cantidad habitual o está mojando menos pañales
Solo descansa y tiene un aspecto débil y cansado
Sin tratamiento, la deshidratación grave puede ser potencialmente mortal.
¿Cómo tratan los médicos la deshidratación en niños?
Los niños con vómitos o diarrea leves que no están deshidratados pueden seguir bebiendo lo mismo que beben habitualmente. Puede darles un poco de líquido adicional, como pequeños sorbos de sopas claras, refrescos claros o una mezcla al 50% de jugo y agua. A los niños mayores de 1 año también se les puede dar polos helados.
Los niños deshidratados necesitan más líquido con la combinación correcta de agua y electrólitos. El agua natural, la leche, los refrescos, los zumos y las bebidas deportivas no poseen el equilibrio correcto entre agua y electrólitos.
Qué líquidos administrar:
Leche materna, si ya está amamantando (la leche materna contiene electrólitos y es el mejor líquido para bebés amamantados)
Solución de rehidratación oral (una combinación de agua y electrólitos) que usted puede comprar en forma de polvo o líquido en una farmacia o un supermercado: puede dársela a su bebé cuando lleve al menos 12 horas sin vomitar y después puede darle fórmula
Cómo administrar líquidos:
Si su hijo está deshidratado a causa del vómito, dele pequeños sorbos de líquido cada 10 minutos y luego aumente la cantidad y la frecuencia si observa que puede retenerlos
Si su hijo está deshidratado a causa de la diarrea, dele más cantidad de líquido con menor frecuencia; también puede darle fórmula o alimentos normales si no está vomitando
Si su hijo está gravemente deshidratado o está demasiado enfermo como para beber lo suficiente, los médicos:
Le administrarán líquidos por vena (vía intravenosa)
Le administrarán líquidos a través de un tubo fino de plástico insertado en la nariz y que desciende por la garganta hasta el estómago