Las reacciones adversas a los medicamentos (efectos adversos) son los efectos no deseados de un medicamento. No existe una escala universal para describir o medir la gravedad de una reacción adversa a un fármaco. La evaluación es, en gran medida, subjetiva. Las reacciones pueden ser descritas como
Leve
Moderado
Grave
Letal (mortal)
La aparición de reacciones adversas leves o moderadas no significa necesariamente que la persona deba dejar de tomar el medicamento, sobre todo si no se dispone de una alternativa apropiada. No obstante, el médico suele reconsiderar la dosis, la frecuencia de utilización (número de dosis diarias) y el horario de las dosis (por ejemplo, antes o después de las comidas, al levantarse o al acostarse). También pueden utilizarse otros medicamentos para controlar la reacción adversa al fármaco (por ejemplo, un laxante para aliviar el estreñimiento).
Reacciones adversas leves a los fármacos
Las reacciones leves, que suelen describirse como de menor importancia, incluyen
Alteraciones digestivas (como náuseas, estreñimiento, diarrea)
Dolor de cabeza (cefalea)
Fatiga
Dolores musculares difusos
Malestar (sensación general de estar enfermo o de no estar bien)
Cambios en los patrones de sueño
Sin embargo, estas reacciones pueden resultar muy angustiosas para quienes las experimentan. En consecuencia, la gente estará menos dispuesta a tomar el fármaco de acuerdo con las indicaciones, y por lo tanto es posible que no se alcancen los objetivos del tratamiento.
Reacciones adversas moderadas a los fármacos
Las reacciones moderadas incluyen
Erupciones (especialmente si son extensas y persistentes)
Alteraciones visuales (especialmente en las personas que usan lentes correctoras)
Temblor muscular
Dificultad para orinar (un efecto común de muchos fármacos en hombres de edad avanzada)
Cualquier cambio perceptible en el estado de ánimo o la función mental
Ciertos cambios en componentes de la sangre, tales como una disminución temporal y reversible en el recuento de glóbulos blancos o en los niveles sanguíneos de algunas sustancias, como la glucosa
Además, las reacciones que suelen ser descritas como leves se consideran moderadas si la persona que las experimenta las encuentra claramente molestas, angustiosas o intolerables.
Reacciones adversas graves a los fármacos
Entre las reacciones graves se encuentran las que pueden ser mortales (como el fallo hepático, la arritmia cardíaca y ciertos tipos de reacciones alérgicas), las que dan lugar a una discapacidad persistente o importante, o bien a un ingreso hospitalario, y las que causan algún defecto de nacimiento. Las reacciones graves son relativamente raras. Es habitual que las personas que experimentan una reacción grave tengan que suspender la toma del fármaco y recibir tratamiento. No obstante, en ocasiones los médicos continúan administrando fármacos de alto riesgo (por ejemplo, quimioterapia para el cáncer o fármacos inmunosupresores en receptores de trasplantes de órganos). En estos casos se utilizan todos los medios posibles para controlar las reacciones adversas graves.
Reacciones adversas letales a los fármacos
Las reacciones mortales son aquellas en las que una reacción a un fármaco causa, de manera directa o indirecta, la muerte. Estas reacciones suelen ser reacciones graves que no fueron detectadas a tiempo o que no respondieron al tratamiento. Las reacciones mortales pueden ser la causa de que algunos medicamentos hayan sido retirados del mercado (como la troglitazona y la terfenadina).
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
American Association of Poison Control Centers: acceso a la información sobre una variedad de sustancias tóxicas, una línea de ayuda de emergencia (1-800-222-1222) y consejos sobre prevención.
FDA Adverse Event Reporting System (FAERS): acceso a preguntas y respuestas sobre el sistema de notificación de eventos adversos de la FDA (FAERS, por sus siglas en inglés).