Las infecciones por filarias están causadas por ciertos nematodos y afectan diferentes partes del cuerpo dependiendo de la especie de gusano.
Hay muchas especies de filarias, pero sólo unas pocas afectan a las personas. Las especies que afectan a las personas pueden residir en
Los tejidos debajo de la piel (tejido subcutáneo) o en el ojo: Loa loa, que causa la loasis o Onchocerca volvulus, que provoca la oncocercosis
Tejidos linfáticos: Wuchereria bancrofti, Brugia malayi o Brugia timori (gusanos causantes de filariasis linfática o elefantiasis)
La mayoría de las infecciones por filarias se producen en zonas tropicales y subtropicales.
La infección por el parásito del perro (Dirofilaria immitis) se produce en todo el mundo, incluso en América del Norte. Esta infección rara vez causa síntomas porque, en los seres humanos, el gusano del corazón del perro no se desarrolla hasta la madurez. Sin embargo, en ocasiones, un gusano inmaduro llega a los pulmones y puede causar dolor torácico y tos. Muy raramente, las larvas forman nódulos en los ojos, el cerebro y/o los testículos.
(Véase también Introducción a las infecciones parasitarias.)
Transmisión
Las infecciones producidas por filarias se transmiten de la forma siguiente:
Un tábano o un mosquito infectado pica a una persona y deposita las larvas de gusano en la piel.
Las larvas maduran hasta convertirse en gusanos adultos bajo la piel o en los tejidos linfáticos.
La descendencia de los gusanos adultos se denomina microfilarias, que circulan por el torrente sanguíneo o residen en la piel.
La infección se propaga cuando la persona infectada es picada por un tábano o un mosquito que ingiere las microfilarias.
En el interior del insecto, las microfilarias se desarrollan en forma de larvas que pueden causar la infección.
El insecto transmite estas larvas cuando pica a otra persona.
Estas infecciones no se contagian directamente de persona a persona.
Síntomas de las infecciones por filarias
Dentro del cuerpo, las filarias adultas pueden migrar y formar bultos en los vasos linfáticos o debajo de la piel, dependiendo del tipo de filaria que causa la infección. Las filarias hembra adultas producen formas inmaduras del gusano llamadas microfilarias. Gran parte del daño y muchos síntomas causados por infecciones por filarias son consecuencia de las respuestas inflamatorias del cuerpo a los gusanos adultos o microfilarias.
Cuando los tejidos linfáticos (células y órganos que conforman el sistema linfático) están afectados, los gusanos adultos Wuchereria o Brugia y la inflamación que los acompaña pueden obstruir los vasos linfáticos y provocar la inflamación e hinchazón de áreas de las piernas, los brazos o los genitales. Al cabo de muchos años, las piernas, los brazos y los genitales pueden agrandarse y desfigurarse masivamente.
Las microfilarias circulantes de Wuchereria o Brugia pueden inducir reacciones alérgicas en los pulmones que dan lugar a tos, dificultad respiratoria y síntomas similares al asma. Los gusanos Loa loa adultos migran por debajo de la piel causando nódulos temporales y, ocasionalmente, cruzan el ojo por debajo de la membrana externa transparente (conjuntiva). Los gusanos Onchocerca adultos residen en nódulos debajo de la piel y producen microfilarias que causan prurito y daño cutáneo. También penetran en el ojo y causan inflamación y cicatrices que pueden provocar ceguera transcurridos muchos años.