Cómo y por qué se produce la ceguera

Todo lo que impida el paso de luz desde el exterior hasta la parte posterior del ojo, o interrumpa la transmisión del impulso nervioso desde la parte posterior del ojo al cerebro, interferirá en la visión. En Estados Unidos, legalmente se define la ceguera como una agudeza visual del 10% o peor en el ojo con mayor agudeza, incluso tras una corrección con gafas o lentes de contacto, o un campo visual restringido a menos de 20º en el ojo con mejor agudeza. Muchas personas consideradas legalmente ciegas distinguen formas y sombras, pero no perciben los detalles normales.

La ceguera puede producirse en las siguientes circunstancias:

La luz no puede llegar a la retina.

  • Lesión de la córnea causada por infecciones, como una queratoconjuntivitis herpética o una infección que aparezca después de usar las lentes de contacto en exceso, lo que provoca una cicatriz opaca en la córnea.

  • Lesión en la córnea causada por carencia de vitamina A (queratomalacia), que provoca sequedad ocular y da origen a una cicatriz que vuelve opaca la córnea (poco frecuente en países desarrollados).

  • Lesión en la córnea causada por una lesión grave que provoca una cicatriz opaca en la córnea.

  • Cataratas, que provocan la pérdida de transparencia del cristalino.

Los rayos de luz no se enfocan correctamente en la retina.

  • Enfoque imperfecto de los rayos de luz en la retina (errores de refracción) que no puede corregirse por completo con gafas o lentes de contacto (como el de ciertos tipos de cataratas)

La retina no puede percibir los rayos de luz con normalidad.

  • Desprendimiento de retina.

  • Diabetes mellitus

  • Degeneración macular.

  • Retinitis pigmentosa

  • Aporte inadecuado de sangre a la retina, por lo general debido a una obstrucción de la arteria o la vena retinianas, que puede estar producida por una inflamación de la pared del vaso sanguíneo (como la causada por una arteritis de células gigantes), o por un coágulo sanguíneo que llega a los ojos desde algún otro lugar (por ejemplo, de la arteria carótida en el cuello).

  • Infección de la retina (por ejemplo, por Toxoplasma o por hongos)

Los impulsos nerviosos procedentes de la retina no se transmiten al cerebro con normalidad.

  • Trastornos que afectan al nervio óptico o a sus conducciones en el interior del cerebro, tales como tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares, infecciones y esclerosis múltiple.

  • Glaucoma

  • Inflamación del nervio óptico (neuritis óptica).

El cerebro no puede interpretar la información enviada por el ojo.

  • Trastornos que afectan áreas del cerebro que interpretan los impulsos visuales (la corteza visual), como accidentes cerebrovasculares y tumores.