Aborto

(Interrupción del embarazo)

PorFrances E. Casey, MD, MPH, Virginia Commonwealth University Medical Center
Revisado/Modificado ago 2023
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Datos clave

El aborto inducido es la interrupción deliberada de un embarazo por medio de cirugía o de medicamentos.

  • El embarazo puede interrumpirse extirpando quirúrgicamente el contenido del útero o tomando ciertos medicamentos.

  • No es habitual que haya complicaciones cuando el aborto se practica en un hospital o en una clínica a cargo de un profesional de la salud capacitado.

  • El aborto inducido no supone un riesgo añadido para el feto o para la mujer en embarazos posteriores.

En Estados Unidos, alrededor del 50% de los embarazos son no deseados. Alrededor del 40% de los embarazos no deseados terminan en un aborto inducido; el 90% de los abortos se realizan durante el primer trimestre. Los Estados pueden establecer restricciones (como períodos de espera obligatorios, número de semanas de embarazo o consentimiento notarial para menores). Estas restricciones pueden retrasar o impedir el acceso al aborto.

En los países donde el aborto es legal, las complicaciones son poco frecuentes. A nivel mundial, cerca del 13% de las muertes de mujeres embarazadas se deben a abortos inseguros. La mayoría de estas muertes ocurren en países donde el aborto está altamente restringido o es ilegal.

El embarazo se confirma antes de comenzar el aborto. A menudo se emplea una ecografía para determinar la edad del feto, pero a veces la evaluación realizada por un profesional de la salud puede determinar la edad durante el primer trimestre. Si la mujer presenta factores de riesgo para problemas relacionados con un aborto (como una enfermedad cardíaca o pulmonar, convulsiones o antecedentes de cesáreas), pueden requerir una evaluación adicional.

La anticoncepción puede iniciarse inmediatamente después de un aborto realizado antes de las 28 semanas de embarazo.

Métodos de aborto

Los métodos de aborto incluyen

  • Aborto quirúrgico (evacuación quirúrgica): extracción del contenido del útero a través del cuello uterino

  • Medicamentos para provocar (inducir) el aborto: uso de medicamentos para estimular las contracciones del útero, que expulsan el contenido del útero

El método utilizado depende en parte de lo avanzado del embarazo. Se suele realizar una ecografía para evaluar el tiempo de embarazo. El aborto quirúrgico se puede practicar en la mayoría de los embarazos hasta las 24 semanas de gestación. El aborto con medicamentos se puede usar para embarazos de menos de 11 semanas o de más de 15 semanas.

Si se encuentra en las primeras semanas de embarazo, basta administrar un anestésico local. También se puede usar sedación consciente (medicamentos que alivian el dolor y ayudan a las mujeres a relajarse, aunque les permitan permanecer conscientes). Con muy poca frecuencia, se necesita anestesia general.

Antes de un aborto quirúrgico, se administran antibióticos eficaces contra las infecciones del aparato reproductor.

Después de cualquier aborto (quirúrgico o médico), las mujeres con sangre Rh negativa reciben una inyección de anticuerpos Rh llamados inmunoglobulina Rho(D). Si el feto tiene sangre Rh positiva, la madre que tiene sangre Rh negativa puede producir anticuerpos contra el factor Rh. Estos anticuerpos pueden destruir los glóbulos rojos del feto. El tratamiento con inmunoglobulina Rho(D) reduce el riesgo de que el sistema inmunitario de la mujer produzca estos anticuerpos y ponga en peligro embarazos posteriores. El tratamiento con inmunoglobulina puede ser opcional antes de las 8 semanas de embarazo.

Aborto quirúrgico

El contenido del útero se extrae por la vagina. Consta de distintas técnicas que dependen del tiempo del embarazo. Entre estos factores se incluyen los siguientes

La dilatación se refiere a ensanchar el cuello uterino. Se pueden usar diferentes tipos de dilatadores, según la duración del embarazo y el número de hijos que haya tenido la mujer. Para reducir la posibilidad de lesiones en el cuello uterino durante la dilatación, se pueden emplear sustancias que absorben los líquidos, como tallos de algas marinas desecadas (laminaria) o un dilatador sintético. La laminaria se introduce en el orificio cervical y se deja allí al menos 4 horas, algunas veces toda una noche. Cuando los dilatadores absorben grandes cantidades de líquido del cuerpo, aumentan de tamaño y ensanchan la abertura del cuello uterino. También se pueden administrar fármacos como misoprostol (una prostaglandina) para dilatar el cuello uterino.

En embarazos de menos de 14 semanas se utiliza habitualmente un procedimiento denominado dilatación y legrado (D y L) mediante aspiración. El médico emplea un espéculo que introduce en la vagina para visualizar el cuello uterino. Se inyecta un anestésico local (como la lidocaína) en el cuello uterino para reducir el malestar y se dilata el cuello uterino. Luego, se introduce en el útero un tubo flexible conectado a una fuente de vacío para extraer el feto y la placenta. La fuente de vacío puede ser una jeringa de mano o un instrumento similar o una máquina de aspiración eléctrica. A veces se introduce un instrumento pequeño, afilado y con forma de pala (cureta) para eliminar cualquier tejido restante. Este procedimiento se realiza con cuidado para reducir el riesgo de cicatrización e infertilidad.

En los embarazos entre 14 y 24 semanas de duración, se suele utilizar dilatación y evacuación (D y E). Después de dilatar el cuello uterino, se utiliza la succión y unas pinzas para extraer el feto y la placenta. Se puede utilizar suavemente una cureta afilada para asegurarse de que se han eliminado todos los productos de la concepción.

Si la mujer desea prevenir futuros embarazos, se pueden iniciar los anticonceptivos, incluyendo un dispositivo intrauterino (DIU) de cobre o que libera levonorgestrel, tan pronto como haya finalizado el aborto.

Aborto con medicamentos

Los abortos con medicamentos se pueden usar para embarazos de menos de 11 semanas o más de 15 semanas. El proceso de un aborto practicado durante el primer trimestre del embarazo (menos de 11 semanas), puede completarse en casa. En caso de un aborto practicado en etapas más avanzadas del embarazo, la mujer debe ser ingresada en el hospital para tomar los medicamentos que inducirán el parto.

En Estados Unidos, de 2014 a 2017, el aborto con medicamentos representó el 53% de los abortos realizados en embarazos de menos de 11 semanas.

Los fármacos empleados para inducir el aborto son mifepristona (RU 486), seguida de una prostaglandina, como misoprostol.

La mifepristona, administrada por vía oral, neutraliza la acción de la hormona progesterona, que es la que prepara el revestimiento interno del útero para el embarazo. La mifepristona también hace que el útero sea más sensible al segundo medicamento que se administra (la prostaglandina).

Los médicos confirman la finalización del aborto mediante una de las acciones siguientes:

  • Ecografía

  • Un análisis de orina para medir la gonadotropina coriónica humana (hCG) el día que se administra el medicamento y 1 semana después (la hCG se produce al principio del embarazo)

  • Después de un aborto con medicamentos, una prueba de embarazo en orina a las 5 semanas

Las prostaglandinas son sustancias semejantes a las hormonas, que estimulan las contracciones uterinas. Se pueden usar junto con mifepristona. Las prostaglandinas se pueden mantener en la boca (junto al carrillo o debajo de la lengua) hasta que se disuelvan o colocarse en la vagina.

En el caso de abortos en embarazos que han durado menos de 11 semanas, el régimen más común consiste en tomar mifepristona en comprimidos, seguida de misoprostol tomado 1 o 2 días después. El misoprostol se mantiene junto a la mejilla hasta que se disuelve o se coloca en la vagina. La mujer puede tomar mifepristona y misoprostol sola o pedirle a un médico que se lo administre. Este régimen provoca el aborto en aproximadamente

  • 95% de los embarazos que han durado de 8 a 9 semanas

  • Del 87 al 92% de los embarazos que han durado de 9 a 11 semanas

Una dosis adicional de misoprostol mejora la efectividad en embarazos que han durado más de 9 semanas.

Si el aborto con medicamentos no tiene éxito, puede ser necesario un aborto quirúrgico.

En los embarazos que han durado más de 15 semanas, las mujeres permanecen en la clínica o en el hospital hasta que se realice el aborto. Se pueden tomar comprimidos de mifepristona, seguidos 1 o 2 días después de una prostaglandina, como misoprostol, o bien ingerir misoprostol solo.

Complicaciones del aborto

Las complicaciones del aborto son escasas cuando lo lleva a cabo un profesional de la salud capacitado y se realiza en un hospital o en una clínica. Además, existen menos complicaciones después de un aborto que después de un parto a término. Las complicaciones son graves en menos del 1% de las mujeres que sufren un aborto. La muerte después de un aborto es muy poco frecuente. Alrededor de 6 de cada millón de mujeres que se someten a un aborto mueren, en comparación con las cerca de 140 mujeres de cada millón que mueren al dar a luz a un bebé a término.

Cuanto mayor es la edad del feto, mayor es el número de complicaciones.

El riesgo de complicaciones también guarda relación con el método utilizado.

  • Evacuación quirúrgica: las complicaciones son poco frecuentes cuando los abortos quirúrgicos son practicados por profesionales de la salud. El útero sufre un desgarro (perforación) debido a un instrumento quirúrgico en menos de 1 de cada 1000 abortos. Una lesión del intestino u otro órgano es aún más rara. En 6 de cada 10 000 abortos se produce un sangrado intenso durante el procedimiento o inmediatamente después. En muy escasas ocasiones, el procedimiento o una infección posterior ocasionan la formación de tejido cicatricial en el revestimiento interior del útero, lo que da lugar a esterilidad. Este trastorno se denomina síndrome de Asherman.

  • Fármacos: la mifepristona y la prostaglandina misoprostol tienen efectos secundarios. Los más habituales son dolor pélvico de tipo cólico, sangrado vaginal y problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.

  • Cualquiera de los dos métodos: puede haber sangrado e infección si una parte de la placenta se queda dentro del útero. Cuando se produce sangrado o se sospecha una infección, se efectúa una ecografía para determinar si aún queda parte de la placenta dentro del útero.

¿Sabías que...?

  • Las complicaciones del aborto son escasas cuando lo lleva a cabo un profesional de la salud capacitado y se realiza en un hospital o en una clínica.

Más tarde, especialmente si la mujer permanece inmóvil, se pueden formar trombos en las piernas.

Si el feto tiene Rh positivo en la sangre, una mujer con Rh negativo puede producir anticuerpos Rh, como en cualquier embarazo, aborto espontáneo o parto. Estos anticuerpos pueden poner en peligro los embarazos siguientes. Las inyecciones de inmunoglobulinas Rho(D) impiden la formación de anticuerpos. La inmunoglobulina puede ser opcional para embarazos que duran menos de 8 semanas.

Los problemas psicológicos después de un aborto son más probables en presencia de los factores siguientes

  • Síntomas psicológicos antes del embarazo

  • Apoyo social limitado o una sensación de desaprobación en su círculo de apoyo

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