Violencia doméstica

(Violencia de pareja)

PorErin G. Clifton, PhD, University of Michigan;
Eve D Losman, MD, MHSA, University of Michigan School of Medicine
Revisado/Modificado mar 2024
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La violencia doméstica es el maltrato físico, sexual o psicológico entre las personas que viven juntas. Incluye la violencia de pareja, que se refiere al maltrato físico, sexual o psicológico por parte de una pareja o cónyuge actual o anterior.

  • Pueden producirse lesiones físicas (a veces graves o mortales), problemas de salud mental, aislamiento social, pérdida del trabajo y dificultades económicas.

  • Los médicos pueden sospechar violencia doméstica basándose en lesiones o síntomas inconsistentes o desconcertantes, o bien en el comportamiento de la víctima y/o de su pareja.

  • El aspecto más importante es mantener la seguridad, por ejemplo, contar con un plan de huida.

La violencia doméstica puede afectar a los niños (véase también Maltrato y negligencia infantil), los adultos o las personas de edad avanzada (véase también Maltrato a ancianos). Puede estar causada por padres o tutores, abuelos, hermanos u otros adultos o menores en el hogar, así como entre parejas íntimas. Se presenta en personas de todas las edades, culturas, razas, etnias, creencias religiosas, orientaciones sexuales, géneros, ocupaciones, niveles de ingresos y niveles educativos.

Las mujeres son víctimas de la violencia doméstica con mayor frecuencia que los varones. En 2021, el 34% de las víctimas femeninas de asesinato y homicidio lo fueron a manos de una pareja íntima, frente al 6% de las víctimas masculinas. Alrededor del 47% de las mujeres y el 44% de los hombres experimentan acoso, violencia física y/o violencia sexual por parte de su pareja.

En Estados Unidos, la violencia doméstica incide por igual entre personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género.

Durante la pandemia del COVID-19, la violencia doméstica se hizo más común en muchos países. Entre las razones se encuentra probablemente el estrés debido a la pérdida de ingresos y la pérdida de contacto con otras personas. Además, las personas que fueron maltratadas a menudo no podían escapar a un refugio u otro lugar seguro.

¿Sabías que...?

  • La violencia doméstica le puede ocurrir a cualquiera.

  • Una pareja maltratadora puede tratar de controlar a la víctima, limitando su acceso al dinero y a otras personas, incluso por teléfono o mediante correo electrónico.

La terminología referente a las personas que han sufrido maltrato doméstico varía. El término "víctima" es un término utilizado por el sistema de justicia penal y también se utiliza a menudo aplicado a alguien que ha sufrido maltrato en la actualidad o recientemente. El término "superviviente" se utiliza a menudo para referirse a alguien que ha pasado por una recuperación. Los médicos deben preguntar a las personas afectadas acerca de los términos que prefieren utilizar (véase RAINN [Rape, Abuse & Incest National Network]: Key Terms and Phrases y Women Against Abuse: The Language We Use [RAINN, siglas en inglés para Red Nacional para Violación, Incesto & Abuso: Términos y frases clave] y [Mujeres contra el Abuso: el Lenguaje que empleamos]).

Tipos de violencia doméstica

Maltrato físico

El maltrato físico es la forma más evidente de violencia doméstica. Puede consistir en golpes, bofetadas, patadas, puñetazos, fracturas óseas, tirones de pelo, empujones, torcedura de brazos, golpes contra algo, estrangulación, asfixia, palizas y quemaduras. Para amenazar a la víctima u ocasionarle heridas pueden emplearse armas, como una pistola o un cuchillo. La víctima también puede ser privada de alimento o de sueño.

Agresión sexual

Muchas mujeres que son agredidas físicamente por su pareja también lo son sexualmente (véas Agresión sexual y violación). La agresión sexual es cualquier tipo de actividad o contacto sexual que una persona no consiente, incluyendo el contacto no deseado, los tocamientos, los besos y la violación. Si la actividad sexual se produce sin consentimiento, se considera agresión sexual, incluso si se produce entre personas que han mantenido relaciones sexuales consensuales en otros momentos antes o después de la agresión. La agresión sexual puede implicar el uso de amenazas o de la fuerza para obligar al contacto sexual, o el agresor puede administrar alcohol o drogas a la víctima. Puede causar lesiones físicas, enfermedades o traumas psicológicos.

Maltrato psicológico

El maltrato psicológico es muy frecuente. Puede comenzar antes o al mismo tiempo que el abuso físico o sexual. El abuso psicológico implica cualquier comportamiento no físico que rebaja o disminuye la autoestima de la víctima o permite al que ejerce la violencia controlar a la víctima. El maltrato psicológico puede consistir en

  • Lenguaje ofensivo

  • Aislamiento social

  • Control económico

Por lo general, el agresor utiliza el lenguaje para rebajar, degradar, humillar, intimidar o amenazar a la víctima en privado o en público. El abuso emocional puede hacer que la víctima comience a cuestionar sus propios sentimientos, instintos y cordura (lo que se denomina "luz de gas") y puede hacer que la víctima se sienta culpable o responsable de la relación abusiva. El agresor puede también humillar a la víctima acerca de su comportamiento sexual y/o su aspecto físico.

Suele tratar de aislar parcial o completamente a la víctima, controlando su contacto con amigos, parientes u otras personas. Este control puede incluir la prohibición del contacto con los demás, ya sea directamente o por escrito, por teléfono, por correo electrónico, por mensaje de texto o a través de redes sociales. El agresor puede justificar su comportamiento atribuyéndolo a los celos. El agresor puede convencer a la víctima de que sus familiares y amigos no pueden ayudarla o no la ayudarán, aislando así a la víctima.

El agresor puede utilizar a los hijos de la víctima como una táctica de abuso psicológico. Los ejemplos incluyen el uso de los niños como una forma de permanecer en la vida de la víctima o intimidar/acosar a la víctima. Los agresores también pueden tratar de volver a los niños en contra de la víctima o utilizar a los niños para convencer a la víctima de continuar la relación.

A menudo, para controlar a la víctima, limita su acceso al dinero. La víctima puede depender económicamente del agresor, ya sea en parte o totalmente. El agresor puede mantener el control evitando que la mujer consiga trabajo, ocultándole información acerca de sus finanzas y sustrayéndole su dinero.

El agresor también puede impedir que la víctima obtenga atención médica.

Acoso

El acoso es un patrón de atención y contacto repetido y no deseado por parte de la pareja que causa miedo o preocupación por la propia seguridad o la seguridad de alguien cercano a la víctima. Los agresores pueden acosar a sus víctimas al

  • Ponerse en contacto con la víctima mediante llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes a través de las redes sociales, correo o regalos (por ejemplo, flores) no deseados

  • Observar, espiar o seguir a la víctima desde la distancia

  • Intrusión en el hogar, el lugar de trabajo o la escuela de la víctima

Abusar de la tecnología

Los agresores pueden usar la tecnología (como las redes sociales) para publicar videos en los que se acosa, controla, aísla, castiga, amenaza y/o humilla a la víctima. Además, los agresores pueden controlar los dispositivos de la víctima, frecuentemente sin que esta lo sepa.

Maltrato continuo

El comportamiento del agresor después de un incidente de maltrato

Después de un episodio de abuso, el agresor puede pedir perdón y prometer que va a cambiar y a cesar en su comportamiento abusivo. Sin embargo, es habitual que el abuso continúe y que, a menudo, se intensifique.

Los arrebatos violentos del agresor tienden a ser episódicos e impredecibles. Por lo tanto, las víctimas pueden vivir con miedo casi constante al próximo estallido de violencia.

Razones por las que las víctimas no abandonan una relación ofensiva

A menudo, las víctimas no abandonan la relación ofensiva. Las razones pueden incluir

  • Sentirse dependiente del agresor por causas económicas

  • Sentirse sola, sin ayuda de nadie

  • Tener miedo de que planear o intentar abandonar la relación desencadene una violencia más intensa

  • Tener miedo de lo que pueda hacer el agresor si se abandona la relación (por ejemplo, acosar a la víctima o lastimar a los hijos, a otro miembro de la familia o a una mascota)

  • Creer que el abusador va a cambiar (por ejemplo, debido a las promesas de hacerlo)

  • Seguir amando al agresor

  • Creer que el abuso puede ser normal (por ejemplo, debido a experiencias previas)

Efectos de la violencia doméstica

Las víctimas de violencia doméstica pueden sufrir lesiones físicas. Estas suelen consistir en magulladuras, ojos amoratados, cortes, arañazos, fracturas, pérdida de piezas dentales y quemaduras. Las lesiones pueden afectar a la capacidad de la víctima para trabajar. Como resultado, se pueden perder ingresos. Las lesiones, al igual que la situación de abuso, pueden avergonzar a las víctimas y, en consecuencia, llevarlas a un estado de aislamiento de su familia y amigos.

Las víctimas pueden desarrollar síntomas que no tienen una causa física evidente. Estos síntomas pueden consistir en dolor de cabeza (cefalea), dolor abdominal o pélvico y cansancio.

Muchas de las víctimas también contraen infecciones de transmisión sexual y pueden tener problemas durante el embarazo.

Es posible que las víctimas tengan que mudarse con frecuencia para escapar de las agresiones de su pareja, lo que ocasiona una situación económica preocupante.

Trágicamente, la violencia doméstica puede incluso conducir a la muerte de la víctima.

¿Sabías que...?

  • Las víctimas de violencia doméstica pueden desarrollar depresión, ansiedad o abuso de drogas o alcohol.

  • Tienen mayor peligro de sufrir lesiones graves cuando su pareja descubre que han decidido abandonarle.

Como resultado de la violencia doméstica, muchas víctimas sufren problemas de salud mental, como por ejemplo, la depresión, el trastorno por estrés postraumático, los trastornos alimentarios y/o el abuso de sustancias. Un maltrato físico más grave suele estar relacionado con problemas de salud mental también más graves. La violencia doméstica también puede empeorar los síntomas de trastornos mentales preexistentes.

Aunque el abuso físico disminuya, el psicológico a menudo se mantiene latente, recordando a las víctimas que en cualquier momento pueden volver a ser maltratadas físicamente. El maltrato psicológico puede tener tanto o más impacto en la vida de la víctima que el maltrato físico.

Los niños que presencian violencia doméstica

Un estudio determinó que en Estados Unidos el 11% de los niños están expuestos a algún tipo de violencia familiar a lo largo de un año y el 26% están expuestos al menos a una forma de violencia familiar a lo largo de sus vidas (1). Estos niños pueden desarrollar problemas que incluyen (2):

  • Ansiedad excesiva o llanto

  • Miedo

  • Dificultad para dormir

  • Dificultad para concentrarse

  • Depresión y/o ansiedad

  • Retraimiento social

  • Dificultad en la escuela (por ejemplo, absentismo escolar, malas calificaciones o comportamientos agresivos hacia sus compañeros en el caso de los niños que ven la violencia como una forma legítima de resolución de problemas)

También pueden autoinculparse de esta situación.

Los niños mayores pueden huir de casa.

El agresor puede también maltratar físicamente a sus hijos. En los hogares donde existe violencia doméstica, los niños tienen más probabilidades de recibir maltrato físico.

1. Hamby S, Finkelhor D, Turner H: Children’s exposure to intimate partner violence and other forms of family violence: Nationally representative rates among US youth. OJJDP Juvenile Justice Bulletin - NCJ 232272, 1-12, 2011. Washington, DC: US Government Printing Office

2. American Academy of Child and Adolescent Psychiatry: Domestic Violence and Children No. 109; Updated September 2023

Evaluación de la violencia doméstica

  • Evaluación médica

Los médicos pueden sospechar violencia doméstica basándose en lesiones o síntomas inconsistentes o desconcertantes, o bien en el comportamiento de la víctima y/o de su pareja. O una víctima puede denunciar la violencia.

Si los médicos sospechan violencia doméstica, pueden preguntar a la persona si se siente segura en su relación y en su hogar. Muchos expertos recomiendan que los profesionales de la salud formulen preguntas sobre la violencia doméstica a todas las personas.

Si se sospecha violencia doméstica, los médicos tratan de determinar si la víctima puede regresar a salvo a casa antes de salir del centro de atención médica. La seguridad está en peligro en las siguientes circunstancias:

  • La víctima ha amenazado con dejar la relación.

  • La violencia ha ido en aumento; las agresiones se intensifican e implican asfixia.

  • La pareja tiene acceso a las armas.

  • La pareja ha amenazado con matar o herir a la víctima.

Si se confirma la violencia doméstica, los profesionales de la salud pueden ser obligados a documentar las pruebas, a menudo mediante fotografías de las lesiones. Esta documentación se puede utilizar para apoyar un caso legal contra el agresor. Las leyes sobre la denuncia de violencia doméstica varían según el estado y el país y, a veces, según el tipo de médico (véase MandatedReporter.com).

Gestión de la violencia doméstica

  • Elaborar un plan de seguridad

  • Buscar ayuda cuando sea necesario

El maltrato nunca está justificado. Las víctimas siempre cuentan con apoyo, tanto si desean permanecer en la relación como si desean abandonarla.

En casos de violencia doméstica, la consideración más importante es la seguridad. Si es posible, durante un incidente violento, las víctimas deben tratar de alejarse de las zonas en las que pueden quedar atrapadas o en las que el agresor puede obtener armas, como cuchillos en la cocina. Si es posible, las víctimas deben llamar rápidamente a emergencias o a la policía y abandonar el domicilio.

Las víctimas deben recibir tratamiento de las lesiones producidas y documentarlas con fotografías. Las víctimas deben enseñar a sus hijos a no interferir en una pelea y cuándo y cómo llamar para pedir ayuda.

Es extremadamente importante elaborar un plan de seguridad. Este plan debe incluir

  • A dónde acudir en busca de ayuda (las víctimas deben tener varios posibles lugares a donde ir y una lista de personas a quienes llamar)

  • Cómo escapar (incluyendo a menudo que parezca que se realiza una tarea rutinaria que implica abandonar el hogar, como ir a hacer un recado o pasear al perro)

  • Cómo acceder al dinero (incluyendo esconder dinero en otro lugar y obtener una cuenta bancaria independiente y, si es posible, tarjetas de crédito)

Las víctimas también deben tener copias escondidas de los documentos oficiales (como certificado de nacimiento de los niños, documentos nacionales de identidad, de seguros y los números de las cuentas bancarias). Debe tenerse una bolsa preparada con el equipaje mínimo y escondida para llevarla en caso de tener que dejar el domicilio rápidamente.

A veces, la única solución es abandonar permanentemente esa relación ofensiva, porque la violencia doméstica suele continuar, sobre todo si el agresor es muy agresivo. También, aun cuando el maltrato físico disminuya, el psicológico puede persistir.

La decisión de abandonarlo todo no es ni sencilla ni fácil. A menudo, las víctimas se sienten incapaces de abandonar una relación abusiva por muchas razones, como el miedo a lo que hará el agresor una vez que se vayan y el hecho de depender económicamente del agresor.

Cuando la pareja agresora se percata de que la víctima ha decidido marcharse, aumenta el riesgo de que se produzcan lesiones más graves e incluso riesgo de muerte. En este momento, las víctimas deben tomar medidas adicionales que las protejan a ellas y a los niños. Por ejemplo, pueden obtener una orden de restricción o protección, aunque dicha orden no garantiza la seguridad.

En la mayoría de países, existen ayudas especiales para mujeres maltratadas, ya sea en refugios y mediante grupos de apoyo, además de los tribunales y líneas telefónicas de diversos organismos. El National Domestic Violence Helpline (Teléfono nacional de ayuda para la violencia doméstica) también tiene opciones de chat si la víctima no puede hablar con seguridad. Las víctimas deben buscar este tipo de ayuda, incluso si el maltrato no es grave. Buscar este tipo de ayuda no necesariamente causa problemas en la pareja. Se dispone de información online sobre el uso seguro de la tecnología.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): (Centros para el control y la prevención de enfermedades, CDC por sus siglas en inglés): violencia de pareja. Este sitio web proporciona enlaces a información rápida, estrategias de prevención, citas, factores de riesgo y de protección, además de la National Intimate Partner and Sexual Violence Survey (Encuesta nacional sobre la violencia entre parejas y la violencia sexual), una encuesta en curso que recoge los datos nacionales y estatales más recientes y completos sobre la violencia entre parejas, violencia sexual y acoso en Estados Unidos.

  2. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): (Centros para el control y la prevención de enfermedades): recursos sobre violencia sexual. Los recursos incluyen enlaces a las publicaciones de los CDC (Centros para el control de enfermedades) sobre violencia sexual, temas relacionados como la salud mental después de un desastre, la prevención de la violación y el tráfico sexual.

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