La esquizofrenia y los trastornos psicóticos relacionados (el trastorno psicótico breve, el trastorno delirante, el trastorno esquizoafectivo, el trastorno esquizofreniforme y el trastorno de personalidad esquizotípica) se caracterizan por síntomas psicóticos y, a menudo, por síntomas negativos y disfunción cognitiva.
Los síntomas psicóticos consisten en delirios, alucinaciones, pensamiento y lenguaje desorganizados y conducta motora extraña e inapropiada (incluyendo catatonia).
Los síntomas negativos consisten en una disminución o carencia de las emociones y conductas normales. Por ejemplo, las personas afectadas pueden carecer de motivación y es posible que su rostro no exprese emociones.
La disfunción congnitiva se refiere a problemas relacionados con el pensamiento (cognición), como ser capaz de concentrar la atención, recordar cosas, tener autocontrol y pensar con flexibilidad.
El diagnóstico y el tratamiento de la esquizofrenia y los trastornos psicóticos relacionados se basan en los síntomas y en el curso de la enfermedad específica.