El masoquismo sexual comporta actos en los que una persona experimenta excitación sexual al ser humillada, golpeada, atada o sometida a maltratos. El trastorno de masoquismo sexual es el masoquismo sexual que provoca un malestar significativo o que afecta sustancialmente al funcionamiento diario.
El masoquismo sexual es una forma de parafilia. La mayoría de las personas con tendencias masoquistas no sufren un trastorno de masoquismo sexual.
En relaciones sexuales sanas es frecuente que exista un cierto juego de sadismo y masoquismo y las parejas compatibles a menudo lo buscan uno en el otro. Por ejemplo, el uso de pañuelos de seda para simular ataduras y las palmadas suaves durante la actividad sexual son prácticas comunes entre parejas que lo consienten, y no son consideradas prácticas sadomasoquistas.
La mayoría de las personas que participan en actividades masoquistas se muestran abiertas a su participación en las actividades BDSM (bondage-dominación-sadismo-masoquismo). La mayoría interactúan con una pareja que da su consentimiento, que puede tener sadismo sexual (es decir, que experimenta excitación sexual al infligir sufrimiento físico o psicológico a otra persona). En estas relaciones, la humillación y las palizas son simples actuaciones, donde los participantes saben que es un juego y evitan cuidadosamente la humillación real o las lesiones a menudo utilizando una "palabra de seguridad" acordada previamente. Sin embargo, algunos masoquistas aumentan la intensidad de su actividad con el tiempo y pueden dejar de usar su palabra de seguridad para protegerse, lo que puede conducir a lesiones graves o a la muerte.
Por el contrario, el trastorno de masoquismo sexual implica lo siguiente:
La persona está angustiada por su comportamiento o es incapaz de funcionar a causa de este.
Los actos realizados pueden causar graves daños psicológicos o corporales, e incluso la muerte, como ocurre en la asfixia autoerótica.
La persona ha estado viviendo con la enfermedad durante 6 meses o más.
El tratamiento del masoquismo no es necesario si la persona no está significativamente angustiada o afectada por su comportamiento. Sin embargo, en algunos casos, el uso de una combinación de terapia cognitivo-conductual y de medicamentos antiandrógenos (que actúan bloqueando los efectos de la testosterona) puede ser beneficioso.
Asfixiofilia (asfixia autoerótica)
La asfixiofilia se considera un subtipo de trastorno de masoquismo sexual. Las personas con asfixiofilia se asfixian o se estrangulan parcialmente a sí mismos mediante la aplicación de una soga alrededor del cuello durante la masturbación, o bien permiten que un compañero lo haga.
Normalmente se utiliza como soga una prenda de vestir (como bufandas o ropa interior). Pueden atar la soga a un elemento de la habitación (como un pomo de la puerta o una pata de la cama). Se persigue la disminución temporal del aporte de oxígeno al cerebro en el momento del orgasmo, como medio para intensificar el placer sexual, pero esta práctica puede conducir de manera accidental a una lesión cerebral o la muerte.