La gastritis y la úlcera gastroduodenal suponen un daño de las mucosas del estómago o el duodeno (el primer segmento del intestino delgado). Estos trastornos suelen estar producidos por
Ácido estomacal (ácido clorhídrico)
Enzimas digestivas (especialmente pepsina)
Consumo de ciertos medicamentos, como la aspirina (ácido acetilsalicílico) y otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Fumar cigarrillos es un factor de riesgo para el desarrollo de úlceras (llagas que dañan el revestimiento del estómago) y sus complicaciones. Además, fumar perjudica la cicatrización de las úlceras y aumenta el riesgo de que reaparezcan. El riesgo aumenta con el número de cigarrillos fumados al día.
En el síndrome de Zollinger-Ellison, un tumor muy poco frecuente que suele estar localizado en el duodeno, el páncreas o estructuras adyacentes produce una hormona denominada gastrina que provoca que el estómago produzca ácido en exceso.
Por lo general, el revestimiento del estómago está protegido por ciertos mecanismos de defensa. Las células que revisten el estómago secretan moco y bicarbonato. El moco recubre las células del interior del estómago para protegerlo del daño que podrían causarle el ácido y las enzimas digestivas. El bicarbonato dentro del moco y debajo de éste ayuda a neutralizar el ácido gástrico. Cuando estos mecanismos de defensa se rompen, por ejemplo, por la bacteria Helicobacter pylori o la aspirina (ácido acetilsalicílico), la persona puede desarrollar gastritis o úlcera gastroduodenal.
Hay muchas opciones de tratamiento disponibles (véase Medicamentos para el tratamiento del ácido estomacal).