En la hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia, se retrasa la producción de niveles normales de anticuerpos (inmunoglobulinas) en los niños.
(Véase también Introducción a las inmunodeficiencias.)
Los anticuerpos (inmunoglobulinas) son sustancias producidas por el sistema inmunitario para ayudar al organismo a defenderse de infecciones, cáncer y sustancias extrañas. La carencia de uno o más de un tipo de inmunoglobulinas aumenta el riesgo de infección grave. Al nacer, el sistema inmunitario no está desarrollado por completo. La mayoría de las inmunoglobulinas presentes en los bebés son las producidas por la madre, que atraviesan la placenta antes del nacimiento. Las inmunoglobulinas de la madre protegen a los bebés de las infecciones hasta que comienzan a producir las suyas, generalmente hacia los 6 meses de edad. En torno a esta misma edad, la concentración de inmunoglobulinas de la madre empieza a disminuir. Las inmunoglobulinas también se pasan a los lactantes a través de la leche materna.
Los niños con hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia empiezan a producir inmunoglobulinas más tarde. En consecuencia, la concentración de inmunoglobulinas desciende entre los 3 y los 6 meses de edad y vuelve a la normalidad en torno a los 12 o 36 meses.
La hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia no suele derivar en infecciones graves y no se considera una inmunodeficiencia auténtica. Sin embargo, algunos bebés desarrollan frecuentes infecciones de los senos paranasales, infecciones pulmonares o del tubo digestivo, candidiasis (infección por hongos) y/o meningitis.
Es más frecuente en los bebés prematuros, ya que reciben menos inmunoglobulinas de la madre.
Se realizan análisis de sangre para medir la concentración de inmunoglobulinas y para evaluar la producción de inmunoglobulinas en respuesta a las vacunas. La mayor parte de los bebés que padecen este trastorno producen una cantidad normal de anticuerpos en respuesta a las vacunas que se les administran y a los organismos infecciosos a los que están expuestos. Sin embargo, si los bebés, sobre todo los prematuros, tienen infecciones frecuentes, pueden recetárseles antibióticos para prevenir el desarrollo de infecciones posteriores.
Este trastorno puede durar desde meses hasta algunos años, pero suele curarse sin tratamiento.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de este recurso.
Immune Deficiency Foundation: Transient hypogammaglobulinemia of infancy: información completa sobre la hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia que contiene información sobre el diagnóstico y consejos para los cuidadores