El trasplante de células de los islotes pancreáticos consiste en la extracción quirúrgica del páncreas de una persona recientemente fallecida, la separación de las células de los islotes pancreáticos y su posterior inyección en una persona con diabetes grave cuyo páncreas ya no produce suficiente insulina.
(Véase también Introducción al trasplante.)
Las células de los islotes de Langerhans (islotes pancreáticos) son las células del páncreas que producen insulina, la hormona responsable de controlar las concentraciones de azúcar en sangre. El trasplante de células de los islotes pancreáticos puede ser una opción en personas con diabetes y cuyo páncreas no puede producir cantidad suficiente de insulina.
El trasplante de células de los islotes pancreáticos es más sencillo y seguro que un trasplante de páncreas; además, alrededor del 75% de los receptores de este tipo de trasplante no vuelve a necesitar insulina un año después del trasplante, y puede que no la necesite durante muchos años. De todos modos, aún no se ha podido comprobar el éxito a largo plazo.
Procedimiento
Estas se obtienen del páncreas de un donante fallecido y, después, se trasplantan mediante inyección en una vena que llega al hígado. Estas células de los islotes se alojan en los vasos pequeños del hígado, donde pueden vivir y producir insulina. En ocasiones, deben administrarse dos o tres infusiones intravenosas, lo que requiere dos o tres donantes fallecidos. Los fármacos para inhibir el sistema inmunitario (inmunosupresores), incluyendo los corticosteroides, son necesarios para ayudar a reducir el riesgo de rechazo
En otros casos, es necesario extraer el páncreas a causa de trastornos como la pancreatitis crónica. Estas personas desarrollarán diabetes incluso si no la tenían previamente. Después de extraer el páncreas, puede que se recolecten células de los islotes del propio páncreas que se ha extirpado y se vuelvan a implantar en el organismo (trasplante autólogo, autotrasplante). Puesto que las células pertenecen a la misma persona, no es necesario administrar inmunosupresores.
Complicaciones
A diferencia de la sangre transfundida, los órganos y tejidos trasplantados, incluso si son muy compatibles, suelen ser rechazados a menos que se tomen medidas para evitarlo. El rechazo es consecuencia del ataque al órgano trasplantado por parte del sistema inmunitario del receptor, que lo reconoce como material extraño. El rechazo puede ser leve y fácilmente controlable, o grave y causar la destrucción del órgano trasplantado.
Puede aparecer rechazo. Los médicos lo detectan midiendo las concentraciones de enzimas digestivas que se fabrican en el páncreas, así como el azúcar (glucosa) y una proteína llamada hemoglobina A1C en la sangre (como en el caso de la diabetes).
Otras complicaciones son consecuencia del procedimiento. Incluyen sangrado y coágulos sanguíneos en la vena que transporta la sangre al hígado (vena porta).