Existen muchos tipos de agentes de guerra química que afectan diferentes partes del cuerpo. Los agentes vesicantes afectan la piel y comprenden
Las mostazas, incluido el gas mostaza o mostaza azufrada y las mostazas nitrogenadas
Lewisita
La oxima de fosgeno
Los agentes ampollosos, que afectan la piel, también pueden dañar los pulmones y las vías respiratorias. Las mostazas también pueden afectar la capacidad de la médula ósea para producir glóbulos blancos (leucocitos) que combatan las infecciones y, en ocasiones, causar cáncer de piel o de las vías respiratorias a largo plazo.
Algunos agentes poseen olores característicos. Por ejemplo, el olor de la mostaza azufrada se ha descrito en diversas ocasiones como parecido al de la mostaza, el ajo, el rábano picante o el asfalto. La lewisita puede tener un olor a similar a los geranios y la oxima de fosgeno se ha descrito simplemente como irritante. Sin embargo, las percepciones de estos olores son tan subjetivas que no son indicadores fiables de la presencia o la identidad de estos compuestos.
Síntomas de las ampollas de las lesiones producidas por guerra química
Los compuestos de mostaza causan dolor cutáneo intenso y enrojecimiento de la piel. A las pocas horas de la exposición (a veces hasta 36 horas más tarde) se forman ampollas. Las ampollas causadas por el gas mostaza a veces se asemejan a un collar de perlas alrededor de una zona central que parece no estar afectada pero que, en realidad, está demasiado afectada como para formar ampollas. Las ampollas provocadas por la mostaza nitrogenada es menos probable que muestren este patrón. Las ampollas pueden llegar a ser grandes y estar llenas de líquido. Los ojos pueden estar dolorosamente inflamados, y las córneas pueden enturbiarse. Las personas afectadas tosen y tienen ronquera, respiración sibilante, boqueante y espasmos traqueales, así como sentir opresión en el pecho y falta de aliento. También pueden tener náuseas.
La lewisita causa dolor al cabo de uno o dos minutos de la exposición cutánea. El enrojecimiento de la piel a menudo es notable al cabo de entre 15 y 30 minutos y aparecen ampollas después de varias horas. Las ampollas se forman generalmente en el centro del área enrojecida y se extienden hacia el exterior. Una vez formadas, el dolor comienza a disminuir. La Irritación de las vías respiratorias se produce poco después de la inhalación y da lugar a tos, estornudos, sibilancias y dificultad respiratoria debida a la filtración de líquido procedente de los pequeños vasos sanguíneos en el interior de los alvéolos (los diminutos sacos de aire de los pulmones). Después de pocas horas, se puede sentir opresión en el pecho y dificultad para respirar.
El contacto de la piel con la oxima de fosgeno produce un dolor intenso que escuece (como una ortiga) y la parte afectada queda blanca entre 5 y 20 segundos. A continuación se vuelve de color gris con un borde rojo. A los 30 minutos de exposición, aparecen una especie de habones pálidos, ligeramente elevados. En los siguientes 7 días, la piel se vuelve de color marrón oscuro y después negra, ya que tanto la piel como los tejidos subyacentes mueren. Si no se eliminan quirúrgicamente, los habones pueden persistir durante más de 6 meses.
Diagnóstico de las lesiones por ampollas producidas en la guerra química
Evaluación médica
A veces, pruebas especiales de laboratorio
Un dolor que se produce durante o poco después de la exposición sugiere a los equipos de emergencia que la Lewisita o la oxima de fosgeno son los agentes químicos involucrados. El retraso en la aparición del dolor (a veces un día después de la exposición) sugiere exposición a la mostaza azufrada. El diagnóstico puede confirmarse mediante pruebas disponibles solo en laboratorios especiales.
Las personas expuestas a compuestos de mostaza deben someterse a análisis de sangre periódicos durante dos semanas para controlar un descenso en su recuento de glóbulos blancos (leucocitos) que puede ser causado por estos agentes.
Tratamiento de las ampollas de las lesiones por guerra química
Descontaminación de los ojos y la piel
Tratamiento de las ampollas
Algunas veces, oxígeno complementario
Los equipos de emergencia intentan descontaminar con rapidez los ojos y la piel de las personas afectadas. Utilizan un producto comercial tópico, especialmente formulado para la descontaminación de la piel (conocido como loción para la descontaminación de la piel reactiva o RSDL [Reactive Skin Decontamination Lotion]). El jabón y el agua pueden manchar la mostaza azufrada o gas mostaza en lugar de eliminarla, pero aún se pueden usar cuando no hay otras opciones para la descontaminación rápida de víctimas en masa. También se puede emplear agua de alto flujo y a baja presión (por ejemplo, desde una manguera de jardín) para descontaminar los ojos y la piel.
Los médicos tratan las ampollas como si fueran quemaduras normales por calor o fuego, administran líquidos por vía intravenosa a la persona afectada y cubren las quemaduras con apósitos estériles. Es importante mantener una escrupulosa higiene para prevenir la infección. Se aplica ungüento antibiótico en los bordes de los párpados para evitar que se peguen entre sí.
Se necesita un aporte de oxígeno suplementario en personas que tengan dificultad para respirar. Las náuseas se puede tratar con medicamentos, como la atropina.