Además de los geriátricos, hay una variedad de instalaciones y programas para ayudar a las personas que ya no pueden vivir solas sin apoyo. Tres ejemplos son
Hogares de reposo
Programas de vivienda asistida
Comunidades de atención cotidiana (comunidades de retiro con atención continua)
(Véase también Generalidades sobre la atención geriátrica.)
Hogares de reposo
Los hogares de reposo brindan cuidados a ancianos que no pueden vivir en forma independiente pero que no necesitan la supervisión continua proporcionada en los hogares de ancianos. Las instalaciones de alojamiento y cuidado (también llamadas hogares de reposo o de cuidados residenciales para adultos mayores) suelen proporcionar lo siguiente:
Una habitación
Comidas en un comedor comunitario
Personal doméstico (p. ej., lavandería, limpieza)
Asistencia mínima para el cuidado personal
En ocasiones, supervisión en la administración de fármacos
El número de hogares de reposo va en aumento porque representan alojamientos económicos, que albergan a un número cada vez mayor de ancianos que de lo contrario requerirían internación en un hogar de ancianos con el aporte de fondos estatales del Medicaid.
Bajo regulaciones mínimas y a veces no habilitados, estas instituciones alojan sobre todo a 2 grupos de pacientes, que muchas veces conviven: ancianos y enfermos mentales no institucionalizados. Si bien algunos de estos hogares son excelentes, otros tienden a acomodar a los discapacitados en edificios con condiciones inferiores a las necesarias y a emplear escaso personal capacitado.
Los médicos deben tratar de asegurar que los pacientes que viven en hogares de reposo estén seguros y reciban el cuidado apropiado. Puede ser necesaria la visita del médico o el envío de un enfermero o un asistente social para evaluar al paciente.
Programas de vivienda asistida
Los programas de vivienda asitida permiten que los residentes con problemas para realizar las actividades de la vida cotidiana mantengan su independencia en ámbitos personalizados. Los programas de vivienda asistida típicamente brindan asistencia con lo siguiente:
Comidas
Cuidados de la salud
Cuidado personal y otros servicios de soporte, como limpieza
Traslados
Vigilancias las 24 horas, si es necesario
El costo promedio anual de los programas de asistencia en la vida cotidiana fue de alrededor de $ 54.000 en 2021 (1), pero los costos varían ampliamente según el estado. Estos programas están a cargo de fondos privados, seguros, organizaciones comunitarias de caridad o grupos religiosos. Algunos estados ofrecen algunas exenciones para ayudar a los servicios de cobertura en estos entornos.
Referencia de los programas de vivienda asistida
1. SeniorLiving.org: How Much Does Assisted Living and Home Care Cost in the U.S.? Accedido el 13/09/2022.
Comunidades destinadas a la atención de la salud
Las comunidades destinadas a la atención de la salud ofrecen un contrato que permanece vigente durante toda la vida del paciente y, como mínimo, garantiza alojamiento y acceso a varios servicios de salud.
Estas insituciones (comunidades de retiro con atención continua) ofrecen diferentes niveles de cuidados:
Personas que pueden vivir en forma independiente
Personas que necesitan asistencia
Personas que necesitan atención de enfermería especializada
En general, las personas abonan una matrícula elevada (entre $50.000 y $500.000) para ingresar en la comunidad y una cuota todos los meses. En algunas comunidades, los residentes sólo pagan una cuota mensual por el alquiler del servicio o paquetes de salud. En otras, los residentes pueden adquirir un condominio, una cooperativa o una membresía y los paquetes de servicios o de salud pueden obtenerse por separado.
Hay 3 tipos principales de comunidades:
Las cubiertas por un contrato que incluye todos los servicios
Las cubiertas por un contrato modificado que limita la atención a largo plazo salvo que se aumente la cuota mensual
Las cubiertas por un contrato de "pago por servicio", en el que se pagan los servicios de salud que se utilizan
Si reciben financiación adecuada y su gerenciación es buena, las comunidades destinadas a la atención de la salud proporcionan una amplia variedad de alojamiento y de servicios sociales, de sostén y de salud que permiten que sus residentes vivan cómodamente. No obstante, algunas comunidades no están bien reguladas y en algunas, los bienes de los residentes se pierden debido a un manejo inescrupuloso o a un manejo bien intencionado pero inepto.
Las comunidades pueden ocupar un solo edificio o abarcar un campo de varias hectáreas con opciones de alojamiento que oscilan desde apartamentos pequeños hasta casas con varias habitaciones. Muchas de ellas tienen edificios comunitarios para eventos sociales organizados, comedores, clubes, centros deportivos, salidas programadas y opciones vacacionales. Suele permitirse el acceso a la atención médica y la mayoría de los programas están afiliados a instituciones para la atención de enfermos agudos.
Medicare y Medicaid por lo general no pagan por la residencia en una comunidad de atención de la salud, pero pueden ayudar a pagar por el cuidado de enfermería especializada cuando sea necesario. Seguro de cuidado a largo plazo puede reembolsar a los residentes las cuotas mensuales, así como servicios de cuidado personal.