Las abrasiones de la piel son raspones que no atraviesan completamente la epidermis.
Las abrasiones se evalúan, se limpian y se desbridan igual que las laceraciones. Sin embargo, resulta más difícil anestesiarlas, algo que plantea especiales problemas cuando están incluidas grandes cantidades de suciedad, piedras o cristales, algo que sucede con frecuencia; en estos casos, puede ser necesario el bloqueo regional o la sedación durante el procdimiento.
Tratamiento de las abrasiones
Limpiadores
Antibióticos
Después de eliminar de forma exhaustiva todos los detritos de las abrasiones, puede aplicarse un ungüento antibiótico (p. ej., bacitracina/neomicina/popolimixina) y un vendaje de gasa no adhesiva impermeable a bacterias.
Otros vendajes comerciales pueden usarse, y su objetivo es evitar que la herida se reseque, dado que esto interfiere con la reepitelización, y también impedir que las gasas queden pegadas. El control y el seguimiento estrictos son necesarios si los defectos son grandes, para comprobar si hay secreción purulenta (indicando infección) o falta de cicatrización de las heridas.