La eritrodermia se define como el eritema que cubre más del 70% de la superficie corporal. Representa la gravedad máxima de varios trastornos cutáneos. El diagnóstico se basa en la anamnesis y la exploración. El tratamiento incluye medidas sintomáticas y atención tópica.
Los diversos trastornos de la piel que pueden provocar eritrodermia son los siguientes:
Diferentes tipos de dermatitis (p. ej., dermatitis atópica, dermatitis alérgica de contacto, dermatitis seborreica)
Linfoma cutáneo de linfocitos T (en particular, síndrome de Sézary)
Puede desarrollarse eritrodermia en pacientes que tienen trastornos cutáneos como los ya mencionados, pero esta también puede desarrollarse en forma espontánea en pacientes sin antecedentes de problemas cutáneos.
Un término más antiguo para la eritrodermia, ahora rara vez utilizado, es dermatitis exfoliativa. Sin embargo, la dermatitis exfoliativa no es una dermatitis. Aunque la eritrodermia puede deberse a dermatitis, también puede ser causada por muchas otras afecciones cutáneas (diferentes de la dermatitis).
(Véase también Definición de dermatitis).
Signos y síntomas de eritrodermia
Los síntomas de la eritrodermia incluyen malestar general y escalofríos debido a la extensa inflamación y pérdida de calor a través de grandes áreas de piel hiperperfundida. Los pacientes con eritrodermia revelan eritema difuso y descamación de la piel.
A menudo el paciente tiene prurito.
Diagnóstico de la eritrodermia
Evaluación clínica
El diagnóstico de la mastitis se basa en la anamnesis y el examen físico. La determinación de la causa puede requerir pruebas exhaustivas.
Los análisis de sangre pueden revelar desequilibrios electrolíticos y un aumento de los marcadores inflamatorios; sin embargo, estos hallazgos no son diagnósticos de eritrodermia. Se pueden realizar estudios de reordenamiento del receptor de células T para buscar expansiones de células T monoclonales en la piel y/o en la sangre periférica y la caracterización de subgrupos de células T periféricas e infiltrantes en la piel codiagnostin el fin de diagnosticar un linfoma de células T cuando se sospecha este trastorno.
La biopsia a menudo es inespecífica, y a veces se necesitan varias biopsias. Cuando se desarrolla eritrodermia en pacientes sin antecedentes de problemas cutáneos previos, la biopsia inmediata puede no revelar la causa.
Tratamiento de la eritrodermia
Tratamiento del trastorno de base
Tratamiento sintomático (p. ej., rehidratación, tratamiento de las anomalías electrolíticas)
Atención tópica (p. ej., emolientes)
A veces, corticosteroides tópicos o sistémicos
Es posible suspender o cambiar cualquier medicamento que pueda ser la causa
Está indicado el cuidado integral de la piel. Se tratan todas las causas conocidas.
El tratamiento sintomático consiste en corregir la deshidratación, las anomalías electrolíticas y las deficiencias nutricionales y el cuidado de las heridas y apósitos para evitar la sobreinfección bacteriana.
El cuidado de la piel se realiza con emolientes y baños de avena coloidal.
A menudo se utilizan corticosteroides tópicos débiles (p. ej., ungüento de hidrocortisona al 1 a 2,5%). Los corticosteroides sistémicos (p. ej., prednisona en dosis de 40 a 60 mg por vía oral una vez al día durante 10 días, con disminución posterior) a menudo se utilizan para la enfermedad grave. Sin embargo, aunque los corticosteroides tópicos o sistémicos pueden ayudar a aliviar los síntomas, deben usarse con precaución porque pueden exacerbar ciertos trastornos que podrían ser la causa de la eritrodermia.
Dado que a menudo no se puede descartar una reacción a un fármaco solo con la anamnesis, puede ser necesario suspender todos los fármacos o los más sospechosos.
Pronóstico de la eritrodermia
El pronóstico depende de la causa.
La eritrodermia puede ser letal; a menudo es necesaria la hospitalización.
Conceptos clave
La eritrodermia es la expresión más grave de varias afecciones cutáneas muy heterogéneas.
A menudo no se evidencia la causa subyacente de inmediato.
Los síntomas incluyen eritema generalizado (> 70% de la superficie corporal) y a menudo prurito.
El diagnóstico es clínico, pero la determinación de la causa subyacente a menudo requiere pruebas exhaustivas, incluidas biopsias de piel.
A menudo es necesaria la hospitalización, debido a que la enfermedad puede ser potencialmente mortal.
El tratamiento consiste en medidas sintomáticas, cuidado integral de la piel y tratamiento de la causa.