La quemadura solar se caracteriza por eritema y, en ocasiones, dolor y ampollas causados por la sobreexposición a la radiación solar ultravioleta. El tratamiento es similar al de las quemaduras térmicas, incluidas las compresas frías, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y, en los casos graves, los apósitos estériles y antimicrobianos tópicos. Es fundamental la prevención, con la evitación de la exposición solar y el uso de protectores solares.
Las quemaduras solares resultan de la exposición a la radiación ultravioleta (UV); las longitudes de onda del espectro UVB (280 to 320 nm) causan los efectos más pronunciados.
(Véase también Generalidades sobre los efectos de la luz solar).
Signos y síntomas de la quemaduras solares
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Los signos y síntomas de quemaduras solares aparecen en 1 a 24 horas, excepto en reacciones graves, con un pico dentro de las primeras 72 horas (por lo general entre las 12 y las 24 horas). Los cambios en la piel varían de eritema leve, con posterior descamación superficial, a dolor, hinchazón, sensibilidad de la piel, y ampollas. Pueden aparecer síntomas generales (p. ej., fiebre, escalofríos, debilidad y shock), similares a los de una quemadura térmica, si se ve afectada un área corporal extensa; estos síntomas pueden deberse a la liberación de citocinas inflamatorias como la IL-1. La piel muy quemada por el sol puede exfoliarse días después.
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Las complicaciones más frecuentes de la quemadura solar son la infección secundaria, pigmentación con manchas permanentes, y un aumento significativo del riesgo de cáncer de piel. La piel exfoliada puede ser extremadamente vulnerable a la luz solar durante varias semanas.
Tratamiento de las quemaduras solares
Compresas frías
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
Deben evitarse exposiciones posteriores hasta que las quemaduras solares hayan desaparecido por completo. Las compresas con agua corriente fría y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos orales pueden aliviar los síntomas, igual que los tratamientos tópicos (p. ej., aloe vera, otras lociones con base acuosa). Los productos a base de vaselina deben evitarse en las quemaduras solares graves. Los corticosteroides tópicos no son más eficaces que las compresas frías. Las áreas con ampollas deben tratarse de manera similar a otras quemaduras de espesor parcial (véase Cuidado inicial de la herida), con vendajes estériles y ungüentos antimicrobianos.
Deben evitarse los ungüentos o lociones que contengan anestésicos locales (p. ej., benzocaína o difenhidramina) debido al riesgo de dermatitis alérgica de contacto.
El tratamiento temprano de las quemaduras solares graves y extensas con corticoides sistémicos (p. ej., prednisona oral, 20 a 30 mg 2 veces al día durante 4 días en adultos o adolescentes) puede aliviar las molestias, aunque su uso es controvertido.
Prevención de las quemaduras solares
Las precauciones simples (p. ej., evitar la exposición al sol sobre todo durante el mediodía, usar ropa de tejido ajustado, sombrero y anteojos solares, aplicarse protectores solares) reducen en forma significativa la probabilidad de que ocurran quemaduras solares.