Los queloides son crecimientos blandos de tejido fibroblástico que surgen en un área lastimada (p. ej., laceraciones, cicatrices quirúrgicas, acné del tronco) o, en ocasiones, en forma espontánea.
Los queloides son más frecuentes en personas de piel más oscura. Tienden a aparecer en la parte superior del tronco, sobre todo en la espalda, el medio del pecho, y en las regiones deltoideas. A diferencia de las cicatrices hipertróficas, el tejido cicatrizal queloide se extiende más allá del margen del área lesionada. Pueden aparecer en forma espontánea.
Esta fotografia muestra queloides en el oído y el área de la barba después de las lesiones por mordedura de perro.
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Un queloide está formado por tejido hipertrófico que se desarrolla en un área lesionada o en forma espontánea; los queloides son lesiones brillantes, lisas, a menudo con forma de cúpula, y de color ligeramente rosado o hiperpigmentados.
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A diferencia de las cicatrices hipertróficas, los queloides se extienden más allá de los bordes de la herida original que invade la piel normal. El paciente tiene múltiples cicatrices queloides grandes en la pared abdominal anterior, producidas por la cirugía intraabdominal.
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Los queloides son brillantes, firmes, lisos, generalmente ovoides, pero a veces se contrae o forman membranas y son ligeramente rosados o hiperpigmentados.
Diagnóstico de los queloides
Evaluación clínica
El diagnóstico de los queloides es clínico.
Tratamiento de los queloides
Posiblemente inyección de corticosteroides, escisión, cubierta de gel y/o inmunomoduladores
El tratamiento de los queloides no suele ser eficaz.
La inyección intralesional de corticoides (p. ej., acetónida de triamcinolona 5 a 40 mg/mL) una vez por mes logra el aplanamiento del queloide.
La escisión quirúrgica o con láser puede disminuir el tamaño de las lesiones, aunque pueden recurrir con un tamaño mucho más grande que el original. La resección es más eficaz si está precedida y seguida por una serie de inyecciones intralesionales de corticoides. Las láminas de gel (aplicación de un apósito suave semioclusivo fabricado con polímero de polimetilsiloxano tramado o silicona) o las prendas compresivas son otros procedimientos complementarios para prevenir las recidivas.
Más recientemente, se han utilizado inmunomoduladores (p. ej., imiquimod tópico) para prevenir el desarrollo de queloides o recurrencia.