El albinismo oculocutáneo es un defecto hereditario de la producción de melanina que se manifiesta por hipopigmentación generalizada de la piel, el pelo y los ojos. El albinismo ocular afecta a los ojos y por lo general no afecta a la piel. El compromiso ocular causa estrabismo, nistagmo y visión disminuida. El diagnóstico de albinismo oculocutáneo suele ser evidente a partir de los hallazgos cutáneos, aunque es necesario un examen ocular. El único tratamiento disponible para la piel afectada es la protección frente a la luz solar.
(Véase también Generalidades sobre los trastornos de la pigmentación).
Fisiopatología del albinismo
Imagen cortesía de Noah S. Scheinfeld, MD, and the Dermatology Online Journal.
El albinismo oculocutáneo (OCA por su sigla en inglés) es un grupo de trastornos hereditarios raros en el cual hay una cantidad normal de melanocitos, pero la producción de melanina está disminuida o ausente. El lbinismo oculocutáneo se observa en personas de todas las razas y en todo el mundo. Hay tanto patología ocular como cutánea (afección ocular). El albinismo ocular afecta el desarrollo normal del tracto óptico, que se manifiesta con hipoplasia de la fóvea, disminución de los fotorreceptores y alteración en la dirección de las fibras del quiasma óptico.
BSIP, KOKEL/SCIENCE PHOTO LIBRARY
La mayoría de los casos de albinismo ocular son autosómicos recesivos; el patrón autosómico dominante es raro. Hay 8 formas genéticas de albinismo ocular, de las cuales las 4 primeras están bien caracterizadas:
Tipo I: está causado por la ausencia (OCA1A; 40% de todos los casos) o disminución (OCA1B) de la actividad de la tirosinasa; la tirosinasa cataliza varios pasos de la síntesis de melanina.
Tipo II (50% de todos los casos): está causado por mutaciones en el gen P. La función de la proteína P todavía no se conoce, pero puede implicar la regulación del pH de los orgánulos y la acumulación de glutatión vacuolar. La tirosinasa está activa. El tipo II es la forma más frecuente de albinismo oculocutáneo en Africa.
Tipo III: ocurre solo en personas de piel oscura (pieles de tipos de Fitzpatrick III a V, véase tabla Clasificación del tipo de piel de Fitzpatrick). Es causado por mutaciones en el gen de la proteína relacionada con la tirosinasa 1 (tyrosinase-related protein 1), cuyo producto es importante en la síntesis de eumelanina, el tipo más frecuente de melanina que confiere color a la piel, el cabello y los ojos.
El tipo IV es una forma extremadamente rara en la cual el defecto está en un gen (SLC45A2) que codifica una proteína de transporte de la membrana involucrada en el procesamiento de la tirosinasa y el transporte de las proteínas a los melanosomas. El tipo IV es la forma más frecuente de albinismo oculocutáneo en Japón.
El tipo V se ha relacionado con el cromosoma 4q24, una región que puede codificar proteínas lisosómicas.
El tipo VI se ha relacionado con mutaciones en el gen SLC45A5, que codifica una proteína transportadora de la membrana.
El tipo VII se debe a mutaciones en el gen C10orf11, que codifica una proteína rica en leucina que puede desempeñar un papel en la diferenciación de los melanocitos.
El tipo VIII se ha relacionado con una mutación en el gen de la dopacromo tautomerasa (DCT) en el cromosoma 13q32, que codifica una enzima que desempeña un papel en la modificación del color del pigmento de la piel.
Nettleship-Falls (OA1) y Forsius-Eriksson (OA2) son extremadamente raros en comparación con albinismo oculocutáneo. Se heredan con un patrón dominante ligado al X. Por lo general, los hallazgos se limitan a los ojos, aunque puede haber hipopigmentación cutánea. Los pacientes con OA1 pueden tener sordera neurosensorial de inicio tardío.
En otro grupo de enfermedades hereditarias, el albinismo oculocutáneo clínico aparece junto con alteraciones de la coagulación. En el síndrome de Hermansky-Pudlak, los hallazgos compatibles con albinismo oculocutáneo se observan junto con anomalías plaquetarias y una enfermedad por depósitos lisosomales de lipofucsina ceroide (que puede provocar fibrosis pulmonar y colitis granulomatosa). Este síndrome es raro, excepto en personas con familiares originarios de Puerto Rico, donde la incidencia es aproximadamente de 1 en 1.800 (1). En el síndrome de Chédiak-Higashi, se observan manifestaciones cutáneas y oculares compatibles con albinismo oculocutáneo (el cabello tiene un color gris plateado) y la disminución de la densidad de gránulos en las plaquetas causa una diátesis hemorrágica. Los pacientes con síndrome de Chédiak-Hidashi tienen una inmunodeficiencia grave debido a la presencia de gránulos líticos linfocitarios anormales y degeneración neurológica progresiva.
Referencia general
1. Witkop CJ, Almadovar C, Piñeiro B, et al : Hermansky-Pudlak syndrome (HPS). An epidemiologic study. Ophthalmic Paediatr Genet 11(3):245-250. doi: 10.3109/13816819009020986
Síntomas y signos del albinismo
Las diferentes formas genéticas del albinismo oculocutáneo tienen diversos fenotipos.
El AOC tipo I (AOC1A) es un albinismo tirosinasa negativo clásico; la piel y el cabello son de color blanco lechoso, los ojos son azul grisáceos (la disminución de la agudeza visual es lo más grave en esta forma de albinismo oculocutáneo). La dilución pigmentaria en OCA1B es variable, puede ser obvia o sutil.
El tipo II tiene fenotipos con dilución pigmentaria que varía entre mínima y moderada. Pueden desarrollarse nevos pigmentarios o lentiginosos si se expone la piel al sol; en ocasiones, las lesiones lentiginosas se agrandan y se oscurecen. El color de los ojos es muy variable.
En el tipo III, la piel es marrón, el cabello rojizo y los ojos pueden ser azules o marrones.
En el albinismo oculocutáneo el tipo IV, el fenotipo es similar al del tipo II.
En el albinismo oculocutáneo tipo V, la piel es blanca y el cabello es de color dorado.
En el albinismo oculocutáneo tipo VI, la piel puede ser blanca y el pelo puede ser claro al nacer y puede oscurecerse con el paso de los años.
En el albinismo oculocutáneo tipo VII, el pigmento de la piel está disminuido y el cabello puede variar de blanco a marrón.
En el albinismo oculocutáneo tipo VIII, la piel y el cabello están levemente hipopigmentados.
Los pacientes con compromiso ocular pueden tener una disminución de la pigmentación retiniana y sensibilidad a la luz, que el paciente evita. Además, puede haber nistagmo, estrabismo, reducción de la agudeza visual, y pérdida de la visión estereoscópica binocular, probablemente debido a un defecto en la vía de las fibras ópticas.
Diagnóstico del albinismo
Evaluación clínica
El diagnóstico de todos los tipos de albinismo oculocutáneo y albinismo ocular se basa en el examen físico de la piel y los ojos. La evaluación ocular temprana puede detectar translucencia del iris, disminución de la pigmentación retiniana, hipoplasia de la fóvea, disminución de la agudeza visual, estrabismo y nistagmo.
Tratamiento del albinismo
Protección solar estricta
En ocasiones, cirugía para el estrabismo
No existe cura para el albinismo.
Los pacientes tienen alto riesgo de quemaduras solares y de cánceres de piel (en especial, carcinoma espinocelular) y debe evitarse la exposición a la luz solar directa, usar gafas con filtro ultravioleta (UV) y ropa protectora con un factor de protección UV de 50 o superior, y utilizar pantalla solar con un factor de protección solar de amplio espectro (FPS) lo más alto posible (p. ej., 50 o mayor), que protege contra las longitudes de onda UVA y UVB (véase Prevención de exposición al sol).
Los pacientes con albinismo oculocutáneo deben someterse a exámenes cutáneos regulares. Es de destacar que el melanoma que se desarrolla en pacientes con albinismo oculocutáneo es a menudo amelanótico; sitios comunes incluyen la espalda y las piernas.
Algunas intervenciones quirúrgicas pueden reducir el estrabismo.
Conceptos clave
El albinismo oculocutáneo es un grupo de trastornos raros, por lo general autosómicos recesivos, que producen hipopigmentación de la piel, el cabello y los ojos.
La afectación ocular provoca fotosensibilidad y, a menudo, nistagmo, estrabismo, reducción de la agudeza visual, y la pérdida de la estereopsis binocular.
Se deben examinar los ojos y la piel para hacer el diagnóstico.
Se debe indicar al paciente cómo proteger estrictamente la piel y los ojos de la exposición al sol.