Los tumores del intestino delgado representan del 1 al 5% de los tumores digestivos. El cáncer de intestino delgado representa aproximadamente 12.070 casos y aproximadamente 2.070 muertes en los Estados Unidos anualmente (1). El diagnóstico se realiza mediante enteroclisis. El tratamiento consiste en la resección quirúrgica.
Los tumores benignos son leiomiomas, lipomas, neurofibromas y fibromas. Todos pueden causar distensión abdominal, dolor, hemorragia, diarrea y, en caso de obstrucción, vómitos. Los pólipos no son tan frecuentes como en el colon.
El adenocarcinoma, un tumor maligno, es infrecuente. Por lo general, se origina en el duodeno o el yeyuno proximal y causa síntomas mínimos. En pacientes con enfermedad de Crohn que afecta al intestino delgado, los tumores tienden a ocurrir distalmente y en asas intestinales "salteadas" o inflamadas.
El linfoma maligno primario que se origina en el íleon puede causar un segmento rígido largo. A menudo, los linfomas de intestino delgado pueden aparecer después de enfermedad celíaca no tratada de larga evolución.
Los tumores neuroendocrinos gastrointestinales (antes conocido como tumores carcinoides) aparecen con mayor frecuencia en el intestino delgado, en particular el íleon, y en el apéndice; en estas localizaciones, las lesiones más grandes pueden volverse malignas. En el 50% de los casos, se observan tumores múltiples. De los > 2 cm de diámetro, el 80% ha metastizado localmente o al hígado en el momento de la operación. Alrededor del 30% de los tumores neuroendocrinos del intestino delgado causan obstrucción, dolor, hemorragia o síndrome carcinoide. El tratamiento de estos tumores depende del sitio de origen. Los tumores neuroendocrinos del intestino delgado se resecan quirúrgicamente; pueden ser necesarias varias operaciones repetidas y, en muchos casos, está involucrado más de un segmento del intestino delgado. A diferencia de los tumores neuroendocrinos del intestino delgado, los gástricos pueden tratarse con resección endoscópica si son pequeños y se asocian con gastritis atrófica crónica (p. ej., enfermedad tipo 1). De manera similar, los tumores neuroendocrinos rectales pequeños a veces pueden extirparse por vía endoscópica. Para los tumores neuroendocrinos metastásicos, se puede utilizar la terapia de dosis crecientes de análogos de la somatostatina de acción prolongada, la terapia con radioligandos del receptor peptídico (PRRT) mediante un análogo de la somatostatina radiomarcada o everolimús para controlar la enfermedad con eficacia.
El sarcoma de Kaposi desarrolla una variedad agresiva en pacientes inmunocomprometidos (p. ej., receptores de trasplantes, pacientes con sida no controlado). Las lesiones pueden localizarse en cualquier parte del aparato digestivo, pero suelen hacerlo en estómago, intestino delgado o segmento distal del colon. Por lo general, las lesiones digestivas son asintomáticas, pero pueden causar hemorragia, diarrea, enteropatía perdedora de proteínas e invaginación intestinal o intususcepción. El tratamiento del sarcoma de Kaposi depende del tipo celular, y la localización y extensión de las lesiones.
Referencia general
1. Siegel RL, Miller KD, Wagle NS, Jemal A: Cancer statistics, 2023. CA Cancer J Clin 73(1):17–48, 2023. doi: 10.3322/caac.21763
Diagnóstico de los tumores del intestino delgado
Enteroclisis
A veces, endoscopia común o endoscopia con cápsula de video
Es probable que la enteroclisis (a veces, enteroclisis por TC) sea el estudio más común para las masas de intestino delgado. La enteroclisis implica la administración de medio de contraste en el estómago, seguido de imágenes fluoroscópicas a través de una serie de radiografías para visualizar la motilidad intestinal y anomalías de la pared. La enteroclisis por TC combina la enteroclisis con la TC abdominal convencional.
Puede realizarse endoscopia convencional del intestino delgado con un enteroscopio para ver y biopsiar tumores.
La videoendoscopia con cápsula puede ayudar a identificar lesiones de intestino delgado, en particular sitios sangrantes; una cápsula deglutida transmite 2 imágenes/segundo a un aparato de registro externo. La cápsula original no es útil en el estómago ni en el colon porque hace volteretas en estos órganos más grandes; está desarrollándose una cámara para una cápsula de colon con mejor óptica e iluminación para uso en estos órganos de mayor diámetro.
Tratamiento de los tumores del intestino delgado
Resección quirúrgica
El tratamiento de los tumores del intestino delgado es la resección quirúrgica.
El electrocauterio, la ablación térmica o la fototerapia láser en el momento de la enteroscopia o la cirugía pueden ser alternativas a la resección.