Obstrucciones del oído externo

(Cuerpo extraño en el oído)

PorBradley W. Kesser, MD, University of Virginia School of Medicine
Revisado/Modificado feb 2024
Vista para pacientes

    El conducto auditivo puede estar obstruido por cerumen (cerumen), un tejido cicatricial, un tumor, un cuerpo extraño o un insecto. Como consecuencia puede haber prurito, dolor e hipoacusia de conducción transitoria. Casi todas las causas de obstrucción se observan fácilmente durante el examen otoscópico. El tratamiento consiste en la extracción manual cuidadosa con iluminación adecuada e instrumentos apropiados.

    El diagnóstico de las obstrucciones del oído externo suele ser evidente sobre la base del examen clínico.

    Antes y después de intentar eliminar la cera o un cuerpo extraño del conducto auditivo, los médicos deben considerar la realización de una evaluación auditiva si tienen el equipo necesario disponible. Una hipoacusia (en comparación con el oído no afectado) que no mejora después de la eliminación de la obstrucción podría indicar que el cuerpo extraño (o intentos anteriores para eliminarlo) ha dañado el oído medio o interno. Si la audición empeora después de la eliminación de la obstrucción, esto podría indicar daños causados por el proceso de eliminación. Sin embargo, los médicos que no pueden evaluar formalmente la audición no deben aplazar la eliminación de objetos comunes fáciles de extraer. Una prueba con diapasón en el consultorio también puede documentar el estado de la audición.

    Cerumen

    El cerumen puede penetrar aún más en el interior del conducto auditivo y acumularse durante los intentos del paciente para limpiar el conducto auditivo con hisopos de algodón, que dan por resultado una obstrucción o una impactación. Los solventes del cerumen (peróxido de hidrógeno, peróxido de carbamida, glicerina, trietanolamina, docusato de sodio líquido o aceite mineral) pueden emplearse para ablandar la cera muy dura antes de la eliminación directa. Sin embargo, el uso prolongado de estos agentes puede producir la irritación de la piel del conducto o reacciones alérgicas.

    En general, el tapón de cera que es bastante grave para evitar la visualización del tímpano debe ser tratado por un otorrinolaringólogo, siempre que esto sea posible.

    El cerumen puede eliminarse extrayéndolo del conducto auditivo con una cureta o asa roma, un gancho pequeño en ángulo recto o mediante un tubo de succión (p. ej., Baron, tamaño 5 French). La iluminación adecuada es esencial. Estos métodos, particularmente cuando los realiza un profesional con experiencia, pueden ser más rápidos, y más seguros para el paciente que la irrigación. La irrigación a menudo se realiza en el Departamento de urgencias o en el establecimiento de atención primaria y debe realizarse con cuidado para evitar complicaciones. La irrigación también se puede combinar con agentes cerumenolíticos, como el docusato de sodio líquido. La irrigación está contraindicada en pacientes con perforación conocida de la membrana timpánica o con sospecha de infección. El ingreso de agua al oído medio a través de una perforación de la membrana timpánica puede exacerbar la otitis media crónica y provocar una otitis media aguda La irrigación tampoco se realiza si los pacientes tienen diabetes mellitus, inmunocompromiso o ciertas anomalías del conducto auditivo o han recibido radioterapia en la cabeza y el cuello o si están tomando anticoagulantes.

    (Véase también American Academy of Head and Neck Surgery Practice Guidelines on management of cerumen.)

    Cuerpos extraños en el oído

    Los cuerpos extraños son comunes, sobre todo en niños, quienes a menudo se introducen objetos, como bolillas, gomas de borrar y frijoles, dentro del conducto auditivo. Los cuerpos extraños pueden permanecer inadvertidos hasta que provocan una respuesta inflamatoria que causa dolor, prurito, infección y secreción maloliente.

    En general, los cuerpos extraños que parecen fáciles de sujetar y retirar (p. ej., papel, un ala de insecto) se pueden quitar con pinzas de cocodrilo, procedimiento que pueden efectuar la mayoría de los profesionales (1). Sin embargo, unas pinzas tienden a empujar objetos redondos y lisos (p. ej., cuentas, frijoles) hacia una mayor profundidad en el canal. Los pacientes con estos objetos deben ser derivados a un otorrinolaringólogo si el objeto no se puede extraer fácilmente con una cureta o con pinzas de cocodrilo. Si un cuerpo extraño liso, redondeado se encuentra en una posición lateral al istmo (unión ósea-cartilaginosa), debe eliminarse mediante la colocación de un instrumento detrás del objeto con un pequeño instrumento en ángulo recto para hacerlo rodar hacia afuera. En presencia de un cuerpo extraño ubicado en una posición medial al istmo, un otorrinolaringólogo debe extraerlo usando un microscopio como guía. Sin la ayuda de un microscopio, un cuerpo extraño que se encuentra en o medial al istmo (la unión osteocartilaginosa del conducto auditivo externo) es difícil de eliminar sin lesionar el epitelio delicado del conducto, la membrana timpánica o la cadena de huesecillos. La derivación a un otorrinolaringólogo también está indicada cuando un niño no coopera y puede requerir sedación o cuando los intentos de extracción no tienen éxito.

    No se recomienda la irrigación para retirar un cuerpo extraño; los cuerpos extraños higroscópicos (p. ej., frijoles u otros vegetales) se hinchan cuando se agrega agua, lo que complica su extracción.

    Perlas y errores

    • No se recomienda la irrigación para retirar un cuerpo extraño; los cuerpos extraños higroscópicos (p. ej., frijoles u otros vegetales) se hinchan cuando se agrega agua, lo que complica su extracción.

    Cuando un paciente no puede permanecer quieto o la extracción es difícil, puede ser necesaria anestesia general o sedación profunda para prevenir la lesión de la membrana timpánica o los huesecillos del oído. Si la manipulación de un supuesto cuerpo extraño produce sangrado, deben suspenderse otros intentos de extracción y debe consultarse de inmediato a un otorrinolaringólogo. El sangrado puede indicar que la piel del conducto está lacerada o que el cuerpo extraño es en realidad un pólipo del oído medio.

    Los insectos en el conducto son más molestos cuando están vivos. Al llenar el conducto con lidocaína viscosa (alcohol si la membrana timpánica está indemne) se mata al insecto, lo que proporciona alivio inmediato y permite que el insecto inmovilizado sea retirado con pinzas tomándolo de un ala o una pata.

    Referencia general

    1. 1. Curry SD, Maxwell AK: Management of foreign bodies in the ear canal. Otolaryngol Clin North Am 56 (5):881–889, 2023. doi: 10.1016/j.otc.2023.06.002 Epub 2023 Jul 27.

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