El barotraumatismo ótico es la otalgia o la lesión a la membrana timpánica causada por cambios rápidos de la presión ambiental.
Para mantener igual presión a ambos lados de la membrana timpánica, el gas debe movilizarse libremente entre la nasofaringe y el oído medio. Cuando una infección de las vías respiratorias superiores, alergia u otro mecanismo interfiere con el funcionamiento de la trompa de Eustaquio durante los cambios en la presión ambiental, la presión en el oído medio disminuye por debajo de la presión ambiente, causando retracción de la membrana timpánica, o se eleva por encima de ella y causa abombamiento. En caso de presión negativa del oído medio, puede formarse en éste un trasudado líquido. A medida que aumenta la presión diferencial, puede producirse una equimosis y un hematoma subepitelial en la mucosa del oído medio y la membrana timpánica. Una presión diferencial muy grande puede causar hemorragia en el oído medio, rotura de la membrana timpánica y el desarrollo de una fístula perilinfática a través de la ventana oval o redonda del oído interno.
Los síntomas del barotrauma ótico consisten en dolor intenso, hipoacusia de conducción y, si hay fístula perilinfática, hipoacusia neurosensorial y/o vértigo. Los síntomas suelen empeorar durante un aumento rápido de la presión ambiental externa, como un ascenso rápido (p. ej., durante bucear) o el descenso (p. ej., durante viajes aéreos o paracaidismo). La hipoacusia neurosensorial o el vértigo durante el descenso sugieren el desarrollo de una fístula perilinfática; síntomas similares durante el ascenso desde las profundidades marinas pueden sugerir la formación de una burbuja de aire en el oído interno.
Si los pacientes con disfunción de la trompa auditiva reciben oxígeno hiperbárico y experimentan síntomas similares durante su primer tratamiento hiperbárico, se deben colocar tubos de timpanostomía. La colocación de un tubo también se considera una opción razonable para los pacientes con presión en el oído después de su primera inmersión hiperbárica; estos pacientes pueden tener disfunción oculta de la trompa auditiva o disfunción solo en ciertas situaciones (p. ej., solo durante el tratamiento hiperbárico pero no durante un vuelo en avión). Los tubos deben colocarse de manera profiláctica en pacientes con disfunción de la trompa auditiva.
Tratamiento del barotraumatismo ótico
Métodos para igualar la presión (p. ej., bostezar, tragar, masticar chicle)
Las medidas de autotratamiento habituales del dolor causado por el cambio de presión en un viaje en avión consisten en masticar chicle, bostezar y tragar, soplar contra las narinas cerradas y utilizar aerosoles nasales descongestivos. Si el dolor es intenso y la hipoacusia es de conducción, la miringotomía puede ser útil.
Si hay hipoacusia neurosensorial y vértigo, se sospecha en una fístula perilinfática y se debe considerar la exploración del oído medio para cerrarla.
Prevención del barotraumatismo ótico
Una persona con congestión nasal debida a infección de las vías respiratorias superiores o alergias debe evitar los vuelos en avión y la práctica de buceo. Cuando estas actividades son inevitables, puede aplicarse un vasoconstrictor nasal tópico (p. ej., fenilefrina, oximetazolina) 30 a 60 minutos antes del descenso y el ascenso.