Niño moribundo y muerte infantil

Perder a un niño es muy doloroso y difícil para una familia.

• Los padres afligidos pueden tener dificultades para satisfacer las necesidades de los hijos sobrevivientes

• A veces, los padres tienen rápidamente otro hijo para "reemplazar" al que murió: en estas situaciones, los padres pueden ser demasiado protectores para el nuevo hijo o pueden tener dificultades para establecer vínculos

• El asesoramiento especializado también puede ser útil

• En su comunidad puede haber un grupo de apoyo para padres que han perdido un hijo

• Ofrezca a los niños explicaciones simples a un nivel que puedan entender

• Los niños mayores pueden ser capaces de entender mejor la situación, por tanto dígales que es normal tener curiosidad y formular preguntas

• No compare la muerte con ir a dormir y no despertarse nunca, ya que los niños pueden tener miedo a la hora de dormir

Si su hijo se pone muy triste o retraído, deja de participar en actividades o se porta mal, haga que vea a un consejero para que le ayude.

Usted puede preguntar al médico de su hijo si debe permitirle visitar a una persona gravemente enferma o moribunda, ya sea un niño o un adulto.

Prepare a los niños para la visita:

• Explíqueles que, aunque el aspecto de la persona en cuestión puede ser diferente, sigue siendo la misma persona

• Prepare al niño para cambios físicos, como pérdida o aumento de peso o pérdida de cabello

• Prepare a los niños para el equipamiento médico que puedan ver en uso

Se trata de una decisión personal. Si los niños asisten a un funeral, procure que vayan acompañados de alguien que pueda centrarse en sus necesidades y deje que se vayan si así lo desean.

Dígales a los niños que está bien hacer preguntas sobre la muerte.

Brinde a los niños una forma de ayuda. Ellos pueden:

• Escribir o dibujar una tarjeta

• Recoger flores

• Envolver un regalo

• Reunir comida, dinero o juguetes

• Bereaved Parents of the USA