Calambres musculares

PorMark Freedman, MD, MSc, University of Ottawa
Revisado/Modificado oct 2023
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Datos clave

Un calambre muscular es una contracción brusca, breve, involuntaria y, en general, dolorosa de un músculo o grupo de músculos. Los calambres musculares pueden ser un síntoma de una disfunción del sistema nervioso.

Causas de calambres musculares

Las causas más comunes de los calambres musculares son

  • Calambres benignos en las piernas que se producen por razones desconocidas, por lo general por la noche

  • Calambres musculares asociados al ejercicio (calambres durante o inmediatamente después del ejercicio)

Los calambres musculares frecuentemente se producen en personas sanas, habitualmente personas de mediana edad y personas de edad avanzada, aunque a veces se producen en gente joven. Los calambres suelen ocurrir durante o después del ejercicio intenso, pero a veces ocurren durante el reposo. Algunas personas sufren calambres musculares dolorosos en las piernas durante el sueño. Los calambres en las piernas relacionados con el sueño suelen afectar a los músculos de la pantorrilla y del pie, provocando la flexión del pie y de los dedos del pie. Aunque dolorosos, estos calambres por lo general no son graves y por lo tanto se denominan calambres benignos de las piernas.

Casi todo el mundo tiene calambres musculares en algún momento, pero ciertas condiciones aumentan el riesgo y/o la intensidad de los calambres. Se incluyen los siguientes:

  • Tener los músculos de la pantorrilla tensos, lo que puede ser consecuencia de la falta de estiramiento, la inactividad o a veces la acumulación repetida de líquido (llamada edema) en la pierna

  • Deshidratación

  • Tener concentraciones bajas de electrólitos (como potasio, magnesio o calcio) en la sangre

  • Sufrir un trastorno nervioso o tener una glándula tiroidea que funciona por debajo de lo normal (hipotiroidismo)

  • Uso de ciertos medicamentos

Los niveles bajos de electrólitos pueden ser consecuencia de la administración de diuréticos, alcoholismo, algunos trastornos hormonales (endocrinos), déficit de vitamina D, o de otros procesos que causan pérdida de líquidos (y, por tanto, también de electrólitos). Los niveles de electrólitos pueden estar bajos al final del embarazo.

Se pueden producir calambres poco después de la diálisis, posiblemente porque la diálisis elimina exceso de líquido corporal de forma rápida, y/o reduce los niveles de electrólitos.

Tabla
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Trastornos que causan síntomas similares

Algunos trastornos causan síntomas que se asemejan a los calambres musculares.

Las distonías son contracciones involuntarias de los músculos aunque, por lo general, duran más que los calambres y ocurren más a menudo que estos. Además, tienden a afectar a otros músculos y pueden afectar a muchos otros músculos, incluyendo cualquier músculo de las extremidades, así como los de la espalda, el cuello y la musculatura responsable de la fonación. En contraste, los calambres benignos de las piernas y los calambres musculares asociados al ejercicio tienden a afectar a los músculos de la pantorrilla.

La tetania consiste en espasmos continuos o periódicos de los músculos corporales. Estos espasmos generalmente duran mucho más que los calambres musculares y son más generalizados. Los músculos también pueden contraerse.

Algunas personas presentan calambres musculares ilusorios. Estas personas sienten como si estuviesen teniendo calambres, pero no se produce la contracción muscular.

La enfermedad arterial periférica (denominada comúnmente endurecimiento de las arterias) en las piernas puede causar dolor en la pantorrilla (claudicación) durante la actividad física, como al caminar. Este dolor no es debido a una contracción muscular, como sucede en los calambres, sino al flujo inadecuado de sangre a los músculos.

Evaluación de los calambres musculares

La siguiente información puede ayudar a decidir si es necesaria la evaluación de un médico y a saber qué esperar durante esta.

Signos de alarma

En las personas con calambres musculares, los siguientes síntomas y características son de especial preocupación:

  • Calambres en los brazos o en el tronco

  • Espasmos musculares

  • Signos de trastorno por consumo de alcohol, como antecedentes de consumo de grandes cantidades de alcohol, arañas vasculares y palmas rojas

  • Debilidad

  • Calambres que se producen después de una pérdida de líquidos corporales (deshidratación) o tras el uso de diuréticos

  • Dolor o pérdida de sensibilidad a menos que se produzcan al mismo tiempo que los calambres

Si la persona afectada tiene calambres en los brazos o en el tronco, o espasmos musculares, es más probable que la causa sea un trastorno subyacente (como un desequilibrio electrolítico o una alteración hormonal) o un fármaco o una sustancia, que se trate de un cuadro de calambres benignos en las piernas o calambres musculares relacionados con el ejercicio.

Cuándo acudir al médico

Los pacientes con calambres musculares deben consultar con un médico lo antes posible si son alcohólicos, presentan debilidad o pérdida de sensibilidad repentina o síntomas intensos, o si han sufrido una pérdida de líquidos corporales (por ejemplo, por vómitos, diarrea o sudor excesivo). De lo contrario, deben llamar a su médico para saber cuándo deben pedir cita.

Actuación del médico

En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial médico y luego realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren una causa y las pruebas que pueden ser necesarias.

El médico solicita a la persona afectada que describa los calambres, incluyendo los datos siguientes:

  • Cuándo ocurren

  • ¿Cuánto tiempo duran?

  • Frecuencia

  • En qué lugar se producen

  • Si existe algún acontecimiento que parece desencadenarlos

  • Si existe cualquier otro síntoma

También pregunta por otros síntomas que puedan sugerir una causa, como:

  • La falta o la irregularidad del periodo menstrual, sugerente de embarazo, pueden asociarse a calambres en las piernas

  • Vómitos, diarrea, uso de diuréticos, ejercicio excesivo, y sudoración: síntomas que sugieren la pérdida de fluidos corporales o electrólitos

  • Dificultad para tolerar el frío, aumento de peso, y del grosor de la piel: síntomas que pueden indicar hipotiroidismo

  • Debilidad, dolor o pérdida de sensibilidad: síntomas que sugieren un trastorno nervioso

También se pregunta al paciente sobre el consumo de drogas y alcohol, diálisis reciente y cualquier asociación entre diálisis previas y calambres musculares.

La exploración se centra en primer lugar en el sistema nervioso (evaluación neurológica), incluida la valoración de los músculos y los reflejos.

El médico también inspecciona la piel para detectar signos de lo siguiente:

  • Alcoholismo (como arañas vasculares, palmas enrojecidas y, en los hombres, cambios en el patrón de vello genital)

  • Hipotiroidismo (como cara hinchada y pérdida de pelo de las cejas)

  • Deshidratación (como piel menos elástica)

Pruebas complementarias

Habitualmente no se realizan pruebas complementarias. En cambio, las pruebas se realizan según los antecedentes y los resultados de la exploración clínica.

Si los calambres están muy extendidos, sobre todo si los reflejos son hiperactivos, los médicos miden las concentraciones sanguíneas de azúcar y de electrólitos (como el calcio y el magnesio) y hacen análisis de sangre para valorar una disfunción renal (que puede provocar unas concentraciones anormales de calcio y de magnesio).

Si los músculos contraídos también están debilitados, se puede indicar una electromiografía. En esta prueba se inserta una pequeña aguja en un músculo para registrar su actividad eléctrica, tanto en reposo como durante la contracción muscular.

Si la debilidad muscular está muy extendida y los médicos creen que está relacionada con un problema del sistema nervioso, se realiza una resonancia magnética nuclear (RMN) del encéfalo y la médula espinal.

Prevención de los calambres musculares

El mejor enfoque es la prevención de los calambres. Las siguientes medidas pueden ayudar:

  • No hacer ejercicio inmediatamente después de comer

  • Realizar estiramientos suaves de los músculos antes de hacer ejercicio o de ir a dormir

  • Beber mucho líquido (sobre todo bebidas isotónicas, que contienen potasio) después del ejercicio

  • No consumir cafeína (por ejemplo, café o chocolate)

  • No fumar

  • Evitar estimulantes, como cafeína, nicotina, efedrina o pseudoefedrina (un descongestionante que forma parte de muchos productos disponibles en farmacias que no requieren receta médica)

Los estiramientos aumentan la flexibilidad de los músculos y los tendones, disminuyendo la posibilidad de que se contraigan de manera involuntaria. Los estiramientos «del corredor» (gastrocnemius) son la mejor forma de prevenir los calambres de la pantorrilla. El sujeto permanece en pie con una pierna adelantada y con la rodilla en flexión y la otra pierna retrasada y con la rodilla en extensión (posición de embestida o estocada). Las manos se apoyan en la pared para mantener el equilibrio. Ambos talones se mantienen apoyados en el suelo. Se fuerza la flexión de la rodilla de la pierna adelantada hasta sentir que la parte posterior de la otra pierna se estira. Cuanto mayor sea la distancia entre los dos pies y cuanto más se doble la rodilla delantera, mayor será el estiramiento. Esta postura se mantiene durante 30 segundos y se repite 4 o 5 veces. Luego se repiten las series de estiramientos con la otra pierna.

¿Sabías que...?

  • Los estiramientos ayudan a prevenir los calambres, ya que hacen menos probable que los músculos se contraigan involuntariamente, sin que el sujeto se lo proponga.

Tratamiento de los calambres musculares

Si se identifica un trastorno que puede causar los calambres musculares, se procede a su tratamiento.

Si se produce un calambre, este suele aliviarse estirando el músculo afectado. Por ejemplo, en un calambre de la pantorrilla, el sujeto puede tirar hacia arriba de su pie y de los dedos con una mano, o puede realizar los estiramientos del corredor. Los masajes pueden aliviar temporalmente algunos tipos de calambres.

La mayoría de los fármacos o suplementos prescritos para prevenir los calambres (incluidos los suplementos de calcio, el carbonato magnésico y las benzodiazepinas como el diazepam) no han demostrado su eficacia y pueden tener efectos adversos. La quinina ya no se recomienda como tratamiento para los calambres musculares a causa de sus efectos adversos, como ritmos cardíacos anormales (arritmias), vómitos, problemas de visión, zumbido de oídos y cefaleas. La mexiletina (utilizada para tratar arritmias cardíacas) a veces es útil, pero también tiene muchos efectos adversos, como náuseas, vómitos, temblores (sacudidas rítmicas de una parte del cuerpo) y convulsiones.

Conceptos clave

  • Los calambres en las piernas son comunes.

  • Las causas más frecuentes son los calambres benignos de las piernas y los calambres asociados al ejercicio.

  • Los estiramientos y evitar el consumo de cafeína ayudan a evitar los calambres musculares.

  • Por lo general, no se recomiendan medicamentos para prevenir los calambres musculares.

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