La coriomeningitis linfocítica es una infección vírica que suele causar una enfermedad similar a la gripe, a veces con erupción, dolor en las articulaciones o infecciones en otras partes del cuerpo.
La mayoría de las personas se infectan cuando inhalan polvo o ingieren alimentos contaminados con la orina, heces u otro líquido corporal de un ratón o hámster infectados.
La mayoría de las personas con coriomeningitis linfocítica no presentan síntomas o presentan síntomas leves, pero algunas sufren una enfermedad parecida a la gripe y unas pocas desarrollan meningitis o una infección cerebral.
Para diagnosticar la coriomeningitis linfocítica, los médicos solicitan una punción lumbar y análisis de sangre para detectar el virus.
El tratamiento se orienta a aliviar los síntomas, pero si los afectados sufren meningitis o una infección cerebral, son hospitalizados y se les puede administrar un medicamento antivírico.
El virus de la coriomeningitis linfocitaria está causado por un arenavirus y transmitido por roedores. Por lo general, las personas se infectan cuando inhalan polvo o ingieren alimentos contaminados con la orina, las heces u otro líquido corporal de un hámster o un ratón casero gris infectados. Cuando la coriomeningitis linfocítica es transmitida por ratones, afecta principalmente a adultos durante el otoño y el invierno.
Síntomas de la coriomeningitis linfocitaria
La mayoría de las personas con coriomeningitis linfocítica no presentan síntomas o bien presentan síntomas leves.
Los síntomas, si se presentan, evolucionan a lo largo de 1 a 2 semanas aproximadamente después de la infección.
Algunas personas tienen una enfermedad similar a la gripe, con fiebre, escalofríos, una sensación general de enfermedad (malestar), debilidad, dolores musculares (especialmente en la parte inferior de la espalda) y dolor detrás de los ojos. Las personas afectadas pueden mostrarse sensibles a la luz, perder el apetito y sentirse mareadas o aturdidas. El dolor de garganta ocurre con menos frecuencia.
Transcurridos entre 5 días y 3 semanas, los afectados suelen mejorar durante 1 o 2 días. Seguidamente, muchos de ellos empeoran. La fiebre y el dolor de cabeza reaparecen, y puede aparecer una erupción. Las articulaciones de los dedos de las manos y de las manos pueden hincharse. La infección se puede diseminar a las glándulas salivales (causando paperas) y a los testículos.
En algunas personas, los tejidos que recubren el encéfalo y la médula espinal (meninges) se infectan (lo que se denomina meningitis). La meningitis suele causar rigidez en el cuello que hace difícil o imposible bajar la barbilla hasta el pecho. Muy pocas personas desarrollan una infección cerebral (encefalitis), que puede causar parálisis, problemas relacionados con el movimiento u otros síntomas de disfunción encefálica.
Si las mujeres embarazadas se infectan, el feto puede tener problemas, como hidrocefalia (acumulación de exceso de líquido dentro del cerebro o de las meninges), coriorretinitis (una infección ocular) y discapacidad intelectual. La coriorretinitis puede causar visión borrosa, dolor ocular, sensibilidad a la luz y pérdida de visión. Si las mujeres embarazadas se infectan durante el primer trimestre de la gestación, el feto puede morir.
Diagnóstico de coriomeningitis linfocitaria
Punción lumbar
Análisis de sangre y cultivos
La coriomeningitis linfocítica se sospecha en personas que presentan síntomas característicos (especialmente aquellos que sugieren meningitis o una infección cerebral) y que han estado expuestas a roedores.
Si aparecen síntomas de meningitis, se realiza una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo a fin de analizarlo. (El líquido cefalorraquídeo es el líquido que circula a través de los tejidos que recubren el encéfalo y la médula espinal.) Se envía una muestra de líquido cefalorraquídeo al laboratorio para su análisis. Por ejemplo, el virus, si está presente, se puede hacer crecer (cultivo) hasta que haya proliferado lo suficiente como para ser identificado. O la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) puede utilizarse para hacer muchas copias del material genético del virus. Estas técnicas facilitan a los médicos la identificación del virus de forma rápida y precisa.
Los médicos también realizan análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus. (Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar al organismo a defenderse de un ataque en concreto, como el virus que provoca la coriomeningitis linfocitaria.)
Tratamiento de la coriomeningitis linfocitaria
Tratamiento sintomático
A veces, ribavirina
El tratamiento de la coriomeningitis linfocítica se dirige a aliviar los síntomas y mantener las funciones vitales. Las medidas necesarias dependen de la gravedad de la enfermedad.
Las personas con meningitis o una infección cerebral son hospitalizadas y pueden recibir tratamiento con el medicamento antivírico ribavirina.
En algunos casos, el tratamiento con corticoesteroides es eficaz.
Prevención de la coriomeningitis linfocitaria
La prevención de la exposición a la orina y a las heces de roedores puede ayudar a prevenir la infección. Los siguientes aspectos pueden ser de ayuda:
Antes de limpiar, ventile los espacios cerrados donde han estado los ratones.
Antes de barrer o limpiar, humedezca las superficies con una solución de lejía al 10%.
Evite levantar el polvo.
Selle los agujeros por donde podrían entrar los roedores en los hogares.
Guarde los alimentos en recipientes a prueba de roedores.
Elimine los lugares del hogar donde pueda haber nidos.