Infección por el virus del papiloma humano (VPH)

(Prueba de Papanicolau anormal; Verrugas genitales; Condiloma acuminado)

PorSheldon R. Morris, MD, MPH, University of California San Diego
Revisado/Modificado feb 2023 | Modificado nov 2023
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Datos clave

El virus del papiloma humano (VPH) puede ser de transmisión sexual y causar alteraciones en las células, lo que puede provocar verrugas genitales o cáncer o precáncer de cuello uterino, de vagina, de vulva, de ano o de garganta.

  • Los diferentes tipos de virus del papiloma humano (VPH) infectan diferentes partes del cuerpo y pueden causar verrugas o precáncer o cáncer de cuello uterino, vagina, vulva, pene, ano y garganta.

  • Las verrugas genitales son lesiones visibles de la piel que a veces causan dolor ardiente; un precáncer o un cáncer genital o anal puede causar sangrado o una masa o no dar síntomas.

  • Los médicos identifican las verrugas en función de su apariencia.

  • El cáncer de cuello uterino se examina mediante pruebas de Papanicolaou o del VPH, y algunas personas con alto riesgo se someten a pruebas de detección del cáncer anal.

  • Las verrugas genitales generalmente se tratan con congelación (crioterapia) o con la aplicación tópica de medicamentos.

  • La vacuna previene las infecciones causadas por la mayoría de los tipos de virus del papiloma humano (VPH) que producen verrugas o cánceres genitales.

(Véase también Introducción a las infecciones de transmisión sexual.)

El VPH es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. El VPH es tan común que alrededor del 80% de todas las personas sexualmente activas que no han sido vacunadas contraen el virus en algún momento de su vida. En Estados Unidos se infectan por el VPH alrededor de 14 millones de personas cada año. Antes de que se comercializara la vacuna contra el VPH, cada año aproximadamente entre 340 000 y 360 000 personas buscaban atención para las verrugas genitales causadas por el virus. A medida que cada vez más personas están siendo vacunadas contra el VPH, el porcentaje de personas con infección por este virus ha ido disminuyendo.

La mayoría de las infecciones desaparecen en el plazo de 1 o 2 años, pero en algunos casos persisten. La infección persistente causada por algunos tipos de VPH puede causar ciertos tipos de cáncer.

Se conocen más de 100 clases de VPH. Algunos tipos producen verrugas cutáneas comunes. Otros tipos son las infecciones de transmisión sexual y pueden causar diferentes infecciones genitales o anales:

  • Verrugas genitales o anales: estas verrugas están causadas por determinados tipos del VPH, sobre todo, los tipos 6 y 11. No obstante, es poco probable que los tipos 6 y 11 del virus causen cáncer. Estas verrugas son fácilmente visibles y suelen ser detectadas por la propia persona afectada o por un profesional de la salud.

  • Precáncer (neoplasia intraepitelial) o cáncer: otros tipos de VPH, especialmente los tipos 16 y 18, infectan el área anogenital (el ano y los órganos genitales), pero por lo general no causan lesiones fácilmente visibles. Pueden infectar y causar cambios en las células que luego se vuelven precancerosas o cancerosas. En el área anogenital, estas alteraciones se producen con mayor frecuencia en el cuello uterino, la vulva o el ano, y con menor frecuencia en la uretra o en el pene. Muchos cánceres de garganta también están causados por el VPH. Las verrugas menos visibles que pueden conducir a un precáncer o a un cáncer no suelen causar síntomas. Las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado (inmunodepresión), como por ejemplo por la infección por el virus de lnmunodeficiencia humana (VIH), corren un riesgo mayor de desarrollar cáncer relacionado con el VPH.

Los tipos del VPH que afectan a las áreas genitales y rectales se suelen propagar durante el coito vaginal o anal, pero también pueden contagiarse a través de otros tipos de contacto sexual. El VPH también puede transmitirse durante el sexo oral y, posteriormente, producir infecciones en la boca, además de aumentar el riesgo de cáncer de garganta.

¿Sabías que...?

  • Algunos tipos de VPH pueden causar cáncer de cuello uterino, vulva, ano, pene o garganta.

Síntomas de la infección por VPH

En las mujeres, las verrugas genitales pueden aparecer en la vulva, la vagina y/o la piel en el área de la ingle. En los hombres, las verrugas suelen aparecer en el pene, especialmente bajo el prepucio en los hombres no circuncidados, o en la uretra. En todas las personas, también pueden aparecer en el área que rodea el ano y en su interior, sobre todo en personas que practican sexo anal. Las verrugas genitales suelen estar causadas por tipos de VPH que es poco probable que causen cáncer.

En muchos casos, las verrugas no causan ningún síntoma, pero en algunas personas producen dolor urente, prurito o malestar ocasionales.

Las verrugas genitales son fácilmente visibles y a menudo son detectadas por la propia persona que las tiene. Suelen aparecer de 1 a 6 meses después del contagio con el VPH. Al principio, consisten en crecimientos diminutos, blandos y húmedos, de color rosa o gris. Crecen con rapidez y se convierten en un bulto áspero e irregular, que, en algunos casos, crece hacia el exterior de la piel con un tallo estrecho. Su superficie rugosa les da el aspecto de una pequeña coliflor. A menudo crecen en forma de racimos.

Las verrugas crecen con más rapidez y se extienden por una zona más amplia en las mujeres embarazadas y en personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, como es el caso de aquellos infectados por VIH.

Si el virus del papiloma humano (VPH) causa precáncer o cáncer, es posible que no cause síntomas o que la infección cause hemorragia o una lesión o masa visible. El cáncer avanzado puede causar otros síntomas (véase también Síntomas del cáncer de cuello uterino, Cáncer de boca, nariz y garganta y Cáncer anal).

Diagnóstico de la infección por VPH

  • Para verrugas genitales, una evaluación médica

  • Para el cribado del cáncer de cuello uterino, una prueba de Papanicolaou y/o una prueba de VPH

  • A veces, citología anal (prueba de Papanicolau)

  • Para resultados anómalos en las pruebas de VPH o citología, a veces colposcopia, anoscopia y/o biopsia

Las verrugas genitales generalmente se pueden diagnosticar en función de su apariencia. Si las verrugas tienen un aspecto inusual, sangran, se convierten en llagas abiertas (se ulceran) o persisten después del tratamiento, el médico debe tomar una muestra (biopsia) y examinarla al microscopio para detectar un posible precáncer o cáncer.

En el cribado del cáncer de cuello uterino, se realiza una prueba de Papanicolaou y/o una prueba de VPH. Los médicos suelen utilizar la primera prueba de VPH para detectar cualquier tipo de un conjunto de tipos de VPH que presentan un alto riesgo de causar cáncer de cuello uterino. El resultado es positivo o negativo, pero no se especifica el tipo de VPH. A menudo, los médicos hacen una prueba de seguimiento para detectar los tipos específicos de VPH que tienen más probabilidades de causar cáncer (16 y 18), un proceso llamado genotipado. El genotipado se realiza mediante pruebas como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La PCR produce muchas copias de un gen, lo que permite a los médicos identificar un tipo específico de material genético único (ADN) del VPH. Si una prueba de Papanicolaou cervical o una prueba de VPH es anormal (positiva), el médico puede hacer una colposcopia (uso de una lente de aumento para examinar el cuello uterino) para detectar un precáncer o un cáncer de cuello uterino.

En entornos con pocos recursos y sin acceso a pruebas de Papanicolaou rutinarias o colposcopia, el cribado y la evaluación del cáncer de cuello uterino consisten en pruebas de detección del VPH y/o inspección visual con el uso de un tipo de vinagre (ácido acético) o yodo (yodo de Lugol).

La anoscopia (uso de un tubo de visión para examinar el interior del ano) se hace para detectar la posible presencia de precáncer o cáncer en el ano.

Durante la colposcopia o la anoscopia, se puede aplicar un tipo de vinagre a la zona para que las verrugas se puedan ver más fácilmente. Si se observa una lesión, se realiza una biopsia.

Tratamiento de la infección por VPH

  • Por lo general, el tratamiento de las lesiones con medicamentos tópicos o congelación (crioterapia)

  • A veces, el tratamiento o la eliminación de las lesiones con láser, electrocauterización o cirugía

Si el sistema inmunitario está sano, suele conseguir finalmente controlar el VPH y eliminar el virus. La infección por el VPH desaparece después de 8 meses en la mitad de las personas y dura más de 2 años en menos de 10% de los casos. A veces las verrugas genitales desaparecen, incluso sin tratamiento. Si las personas con verrugas genitales tienen el sistema inmunitario debilitado, necesitan tratamiento y, a menudo, las verrugas reaparecen.

Para las verrugas genitales, los medicamentos tópicos aplicados directamente a las verrugas son toxina de podofilina, imiquimod, ácido tricloroacético o sinecatequinas (una pomada compuesta de extractos de té verde). Esta modalidad requiere varias aplicaciones durante semanas o meses y puede producir quemaduras en la piel circundante, y suele ser, pero no siempre, eficaz. Las verrugas pueden reaparecer después de administrar un tratamiento aparentemente eficaz.

Si los medicamentos tópicos no son eficaces, la verrugas se pueden eliminar con láser, mediante la utilización de una corriente eléctrica (electrocauterización), por congelación (crioterapia) o mediante cirugía. Se utiliza un anestésico local o general, dependiendo del número y tamaño de las verrugas que se van a eliminar.

Para las verrugas de la uretra, se usa un tubo de visualización (endoscopio) con accesorios quirúrgicos, que es la forma más eficaz de eliminarlas, pero este procedimiento requiere anestesia general. Fármacos tales como la tiotepa introducida en la uretra o el medicamento antineoplásico 5-fluorouracilo inyectado en la verruga suelen ser eficaces.

Se ha descubierto que las inyecciones de interferón alfa en la verruga son eficaces hasta cierto punto.

Se debe examinar a todas las parejas sexuales para detectar verrugas genitales y otras infecciones de transmisión sexual y administrar tratamiento, si fuese necesario. Las parejas sexuales deben someterse a exámenes periódicos para detectar una posible infección por el VPH.

Las lesiones precancerosas del cuello uterino (neoplasia intraepitelial cervical o NIC) se tratan en función de la gravedad de las alteraciones, ya sea con pruebas de Papanicolaou más frecuentes, a menudo con pruebas de detección del VPH, o con una biopsia cervical de gran tamaño (llamada biopsia de cono o procedimiento por escisión mediante electrocauterio de asa, LEEP por sus siglas en inglés).

Prevención de la infección por VPH

Se puede elegir entre tres vacunas para vacunar contra el VPH:

  • Nonavalente: protege contra nueve tipos de VPH

  • Cuadrivalente: protege contra cuatro tipos de VPH

  • Bivalente: protege contra dos tipos de VPH

En Estados Unidos solo se dispone de la vacuna nanovalente.

Las tres vacunas contra el VPH protegen frente a los dos tipos de VPH (tipos 16 y 18) que causan alrededor del 70% de los cánceres de cuello uterino. La vacuna cuadrivalente incluye protección contra los dos tipos de VPH (tipos 6 y 11) que causan más del 90% de las verrugas genitales. La vacuna nonavalente añade protección contra otros 5 tipos de VPH (tipos 31, 33, 45, 52 y 58) que causan alrededor del 15% de los cánceres de cuello uterino.

Estas vacunas se administran en forma de inyección en un músculo, normalmente en el brazo. La vacuna se administra preferiblemente a los 11 o 12 años de edad, pero su administración puede comenzar a los 9 años de edad. Los niños menores de 15 años reciben dos dosis; las personas de 15 años o más reciben tres dosis.

El uso correcto y habitual de los condones masculinos puede reducir el riesgo de infección por VPH y de trastornos relacionados con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino. El VPH se puede transmitir por contacto de piel a piel, por lo que los condones no protegen completamente contra la infección.

En los hombres, la circuncisión reduce el riesgo de contraer la infección por VPH, así como la infección por VIH y el herpes genital, pero no la sífilis.

Otras medidas generales también contribuyen a prevenir la infección por VPH (y otras infecciones de transmisión sexual):

  • Disminución del riesgo de exposición a las infecciones de transmisión sexual al reducir el número de parejas sexuales, no tener parejas sexuales de alto riesgo (personas con muchas parejas sexuales o que no practican relaciones sexuales más seguras) o practicar la monogamia o la abstinencia mutua

  • Diagnóstico y tratamiento rápido de las verrugas genitales (para prevenir el contagio a otras personas)

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention: Vaccine for Human Papillomavirus (HPV)

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