Edad y salud: úlceras por presión

El envejecimiento por sí mismo no causa úlceras de decúbito. Sin embargo, sí provoca modificaciones en los tejidos que hacen que las úlceras de decúbito se desarrollen con más probabilidad. Al envejecer, las capas más externas de la piel se adelgazan. Muchas personas mayores tienen menos grasa y músculo, que son los encargados de absorber la presión. El número de vasos sanguíneos disminuye, por lo que estos se rompen con mayor facilidad. Todas las heridas, incluidas las úlceras de decúbito, tardan más en curarse.

Determinados factores de riesgo hacen que aumente la probabilidad de aparición de úlceras de decúbito en personas de edad avanzada:

  • Ser incapaz de moverse con normalidad debido a un trastorno, como un accidente cerebrovascular (ictus)

  • Tener que permanecer en cama durante mucho tiempo, por ejemplo por una intervención quirúrgica

  • Tener un sueño muy profundo (ya que se tienen menos probabilidades de cambiar de posición o de pedir a alguien que le cambie de posición)

  • Perder sensibilidad por lesiones en los nervios (no se sienten molestias ni dolor, que incitan a cambiar de posición)

  • Perder la sensación del entorno, incluido el propio malestar o dolor, por un trastorno como la demencia

  • Tener una capacidad deteriorada para la cicatrización de las heridas debido a un trastorno como la diabetes, la enfermedad arterial periférica o la insuficiencia venosa

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