Razones para no seguir el tratamiento farmacológico

  • Olvidarse de tomar el fármaco

  • No entender o malinterpretar las instrucciones

  • Experimentar efectos adversos (el tratamiento puede ser percibido como peor que la enfermedad)

  • Considerar que el fármaco tiene un sabor u olor desagradable

  • Someterse a restricciones que se consideran un inconveniente mientras se toma el medicamento (por ejemplo, tener que evitar la luz solar, el alcohol o los productos lácteos)

  • Tener que tomar el medicamento con mucha frecuencia o seguir instrucciones complicadas

  • Negar la enfermedad (reprimir el diagnóstico o su significado)

  • Creer que el medicamento no puede ayudar o no es necesario

  • Creer erróneamente que el trastorno se ha tratado lo suficiente (por ejemplo, pensar que una infección ha desaparecido solo porque ya no hay fiebre)

  • Temor a la dependencia del fármaco

  • Preocupación por el coste

  • No importar (por apatía) la mejoría de la enfermedad

  • Encontrar obstáculos (por ejemplo, tener dificultad para tragar las pastillas o cápsulas, problemas para abrir los botes o no poder obtener el fármaco)

  • Desconfiar del médico o profesional de la salud