Antiagregantes plaquetarios

El sistema cardiovascular comprende el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. La sangre está formada por varios componentes, incluyendo: glóbulos rojos, que transportan oxígeno; glóbulos blancos, o leucocitos, que combaten las infecciones; y plaquetas, también llamadas trombocitos, que contribuyen a la formación de coágulos de sangre.

El colesterol y otras sustancias grasas también circulan por la sangre. El colesterol depositado, o placa, puede acumularse con el tiempo, causando el endurecimiento y el estrechamiento de las paredes de las arterias, que en condiciones normales son lisas. Cuando un vaso sanguíneo está dañado debido a la acumulación de placa, las plaquetas lo reparan a través de un proceso de tres etapas llamado coagulación.

Primero, las plaquetas se adhieren a la pared del vaso lesionado. En segundo lugar, las plaquetas liberan sustancias químicas, como el adenosín difosfato (ADP). El ADP se une a los receptores de las plaquetas, cambiando otros receptores para atraer a la molécula de fibrinógeno. Las moléculas de fibrinógeno fabrican fibrina, que crea enlaces entre las plaquetas. Esta estructura atrapa los glóbulos rojos y otras plaquetas para convertirse en un coágulo.

La coagulación se produce normalmente en el proceso de reparación. Sin embargo, a veces la cantidad de plaquetas reparadoras es demasiado alta. Esto puede causar la formación innecesaria de coágulos. Los coágulos dificultan la circulación de sangre y pueden provocar la muerte celular.

Algunos factores de riesgo para la formación de coágulos son: arteriopatía coronaria, obesidad, tabaquismo, factores genéticos y recuperación quirúrgica.

Los antiagregantes plaquetarios pueden evitar la formación de coágulos innecesarios. Actúan en diferentes puntos durante el proceso de coagulación. Cuando se toma por vía oral, uno de estos fármacos se une a los receptores de ADP, evitando que otros receptores cambien. Como resultado, el fibrinógeno no une las plaquetas y no se forma un coágulo, lo que permite la circulación de la sangre a través de los vasos. Los antiagregantes plaquetarios no evitan la acumulación de placa que causa la ateroesclerosis.

Por favor, hable con su médico acerca de tomar medicamentos para reducir el colesterol o cualquier cambio en la dieta que pueda ser necesario para tratar esta afección. Del mismo modo que sucede con todos los medicamentos, pueden producirse efectos secundarios. La prevención excesiva de coágulos puede causar graves hemorragias. Por lo tanto, es importante hablar con su médico antes de tomar estos medicamentos.