Varices
Existen tres tipos de vasos sanguíneos en el cuerpo: las arterias, que transportan la sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta el resto del cuerpo; los capilares, en los que el oxígeno y la sangre rica en nutrientes se intercambian por la sangre usada procedente de los tejidos del cuerpo; y las venas, que completan el círculo transportando la sangre usada de vuelta al corazón.
El corazón genera la presión necesaria para enviar sangre a través de las arterias y en el interior de las venas hay unas válvulas unidireccionales que impulsan el flujo sanguíneo cardíaco. Si estas válvulas funcionan mal, las venas pueden llenarse de sangre; pueden retorcerse e hincharse, siendo visibles en la superficie de la piel, especialmente en las piernas y los pies. Esta afección, denominada varices, es extremadamente frecuente, especialmente en las mujeres. Con frecuencia, este trastorno vascular va acompañado por hinchazón de las piernas, prurito, ardor, dolor y aparición de pequeñas arañas vasculares ramificadas.
La herencia es el principal factor de riesgo para la aparición de varices y arañas vasculares. Sin embargo, el embarazo, los periodos prolongados de pie, la obesidad y el envejecimiento también pueden contribuir. Las venas dolorosas o poco atractivas se pueden tratar con medidas que van desde medias de compresión hasta tratamiento con láser o fuente de luz y extirpación quirúrgica. Un médico o un profesional de la salud pueden discutir las opciones de tratamiento.