Introducción al envejecimiento

PorRichard G. Stefanacci, DO, MGH, MBA, Thomas Jefferson University, Jefferson College of Population Health
Revisado/Modificado abr 2024
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El envejecimiento es un proceso gradual y continuo de cambio natural que se inicia en la edad adulta temprana. Durante la edad mediana temprana muchas funciones del cuerpo comienzan a disminuir gradualmente.

No hay una edad determinada que convierta al individuo en un anciano o en una persona de edad avanzada. Tradicionalmente, la edad de 65 años se considera como el comienzo de la vejez. Pero el motivo de esta consideración no se fundamenta en la biología, sino en la historia. Hace muchos años, la edad de 65 años fue elegida como la edad de jubilación en Alemania, el primer país en establecer un plan de jubilación. En 1965, en Estados Unidos, la edad de 65 años fue designada como la edad elegible para el seguro de Medicare. Esta edad es cercana a la edad real de jubilación de la mayoría de las personas que viven en sociedades económicamente avanzadas.

La pregunta de cuándo envejece una persona se puede responder de varias maneras:

  • La edad cronológica se fundamenta únicamente en el paso del tiempo. Es la edad de una persona expresada en años. La edad cronológica tiene poco sentido en términos de salud. Sin embargo, la probabilidad de desarrollar un problema de salud aumenta a medida que las personas envejecen y la principal causa de pérdida funcional durante la vejez son los problemas de salud, más que el envejecimiento normal. Dado que la edad cronológica contribuye a predecir muchos problemas de salud, se emplea en el campo legal y en el económico.

  • Edad biológica: se refiere a las modificaciones que experimenta el organismo y que se presentan, generalmente, con el paso de los años. Dado que estos cambios afectan a algunas personas antes que a otras, algunas personas son viejas desde el punto de vista biológico a los 65 años mientras que otras no lo son hasta transcurrida una década o más. Sin embargo, la mayoría de las diferencias notables en la edad aparente entre personas de edad cronológica similar son causadas por el estilo de vida, los hábitos y los efectos sutiles de ciertas enfermedades en lugar de por las diferencias en el envejecimiento real.

  • Edad psicológica: se refiere a cómo se comportan y se sienten las personas. Por ejemplo, un octogenario que trabaja, hace proyectos, espera con ilusión acontecimientos futuros y participa en muchas actividades es considerado una persona joven psicológicamente.

La mayoría de las personas sanas y activas no necesitan acudir específicamente a un geriatra (un médico que se especializa en el cuidado de las personas de edad avanzada) hasta que cumplen 70, 75 o incluso 80 años. Sin embargo, algunas personas necesitan ver a un geriatra a una edad más temprana debido a su estado de salud.

Envejecimiento normal

Las personas se preguntan a menudo si lo que están experimentando al envejecer es normal o no. Aunque las personas envejecen de forma distinta, algunos cambios son el resultado de procesos internos, es decir, por la edad en sí misma. Así, estos cambios, aunque no deseados, se consideran normales y se denominan, en ocasiones, envejecimiento natural. Estos cambios se producen en todo el mundo que vive lo suficiente, y dicha universalidad es parte de la definición de envejecimiento natural. Son cambios esperados y por lo general inevitables. Por ejemplo, a medida que la persona cumple años, el cristalino de los ojos se vuelve más delgado y rígido, y tiene más dificultad para enfocar los objetos cercanos, como el material de lectura (un trastorno llamado presbicia). Este cambio se produce en casi todas las personas mayores. Así pues, la presbicia es considerada normal con la edad. Otros términos utilizados para describir estos cambios son envejecimiento normal o senescencia.

Lo que constituye el envejecimiento normal no está siempre claro. Los cambios que se producen con el envejecimiento normal hacen a las personas más propensas a desarrollar determinados trastornos; sin embargo, en algunos casos, se pueden adoptar medidas para compensar estos cambios. Por ejemplo, las personas mayores son más propensas a perder dientes. No obstante, acudir al dentista periódicamente, comer menos dulces, cepillarse y utilizar hilo dental regularmente suelen reducir el riesgo de pérdida de dientes. Por lo tanto, aunque la pérdida de dientes es frecuente con el envejecimiento, pueden evitarse pérdidas dentales importantes.

Además, en algunos casos, el deterioro de las funciones que conlleva el envejecimiento parece similar al deterioro funcional que forma parte de un trastorno. Por ejemplo, el deterioro leve de la capacidad mental es casi universal en personas de edad avanzada y se considera como parte del envejecimiento normal. Este deterioro consiste en una dificultad mayor para el aprendizaje de cosas nuevas, como por ejemplo nuevos idiomas, reducción del intervalo de atención y pérdidas de memoria más frecuentes. Por el contrario, el deterioro de la capacidad mental en la demencia es mucho más grave. Por ejemplo, las personas que envejecen de forma normal pueden extraviar cosas u olvidar detalles, pero las personas que padecen demencia olvidan acontecimientos enteros. Las personas con demencia tienen dificultades para realizar actividades cotidianas (conducir, cocinar y manejar sus finanzas) y ubicarse en el medio en el que viven (saber qué año es y dónde se encuentran). Por lo tanto, la demencia se considera un trastorno, aunque es frecuente en las etapas tardías de la vida. Ciertos tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer, se diferencian del envejecimiento normal, también por otras razones. Por ejemplo, el aspecto del tejido cerebral (obtenido durante la autopsia) de personas con ciertos tipos de demencia es diferente del de los adultos mayores sin la enfermedad. Por este motivo, la distinción entre envejecimiento normal y demencia es a menudo clara.

En algunas ocasiones, la distinción entre el deterioro funcional que forma parte del envejecimiento y el deterioro funcional que forma parte de un trastorno parece arbitraria. Por ejemplo, a medida que se envejece, y en comparación con personas más jóvenes, los niveles de azúcar en sangre aumentan después de comer hidratos de carbono. Este aumento se considera parte del envejecimiento normal. Sin embargo, si el incremento supera un nivel determinado, se diagnostica un trastorno, diabetes. En este caso, la diferencia es solo de grado.

¿Sabías que...?

  • La esperanza de vida media ha aumentado mucho, pero la longevidad máxima lo ha hecho poco o casi nada.

Envejecimiento saludable

La expresión «envejecimiento saludable» hace referencia al aplazamiento o a la disminución de los efectos no deseados del envejecimiento. Los objetivos de un envejecimiento saludable son mantener la salud física y mental, evitar los trastornos y continuar en un estado activo e independiente. Para la mayoría de las personas, mantener un buen estado general de salud requiere más esfuerzo a medida que aumenta la edad. El desarrollo de ciertos hábitos saludables como los siguientes puede ser beneficioso

  • Seguir una dieta nutritiva

  • Evitar fumar cigarrillos y consumir alcohol en exceso

  • Realizar actividad física con regularidad

  • Mantenerse mentalmente activo

Cuanto antes se desarrollen estos hábitos, mejor. Aunque nunca es demasiado tarde para comenzar, es mejor empezar lo antes posible. De esta manera, las personas pueden controlar lo que les sucede a medida que envejecen.

Hay evidencias que sugieren que en Estados Unidos el envejecimiento saludable va en aumento:

  • Ha disminuido el porcentaje de personas de entre 75 y 84 años que muestran carencias

  • Se ha producido una disminución en el porcentaje de personas mayores de 65 años de edad con trastornos debilitantes

  • Un aumento en las personas mayores de edad avanzada: personas de 85 años o más, incluidas las que han cumplido 100 años (centenarias)

Estudio del envejecimiento

La gerontología es el estudio del proceso de envejecimiento, incluyendo los cambios físicos, mentales y sociales. Esta información se utiliza para desarrollar estrategias y programas para mejorar la vida de las personas mayores. Algunos gerontólogos tienen un título de médico y también son geriatras.

La geriatría es la rama de la medicina especializada en el cuidado de las personas mayores y que incluye el tratamiento de muchas enfermedades y trastornos a la vez. Los geriatras han estudiado el proceso de envejecimiento, por lo que pueden distinguir qué cambios son el resultado del envejecimiento en sí y cuáles indican un trastorno.

Aunque la población estadounidense de edad avanzada está en aumento, el número de geriatras por cada 10 000 personas mayores de 65 años ha disminuido de manera constante desde 2000.

Esperanza de vida

La esperanza de vida media en los americanos aumentó considerablemente durante el siglo pasado. Un varón nacido en 1900 tenía una esperanza de vida en torno a los 46 años, y la de una niña se situaba cerca de los 48 años. En 2021, la esperanza de vida media en Estados Unidos para la población total era de 76 años. Aunque gran parte de este aumento puede atribuirse a la disminución significativa de la mortalidad infantil, también se ha producido un aumento notable de la esperanza de vida para todas las edades por encima de los 40 años. Por ejemplo, un hombre de 65 años tiene actualmente una esperanza de vida de unos 83 años, y la de una mujer de 65 años ronda los 86 años. En general, las mujeres viven unos 4-5 años más que los hombres. Esta diferencia en la esperanza de vida entre hombres y mujeres ha cambiado muy poco, a pesar de los cambios producidos en el estilo de vida de las mujeres a lo largo del siglo XX y principios del XXI, como el tabaquismo y el hecho de experimentar más estrés.

A pesar del aumento en la esperanza de vida, la duración máxima de la vida (la edad más avanzada que pueda alcanzar un ser humano) ha cambiado poco desde que se conservan registros. A pesar de la mejora genética y un estilo de vida saludable, la posibilidad de vivir hasta los 120 años es muy pequeña. Madame Jeanne Calment tuvo la esperanza de vida más larga documentada: 122 años (1875 a 1997).

Varios factores influyen en la esperanza de vida:

  • Herencia: la herencia está relacionada con la posibilidad de que una persona desarrolle una enfermedad. Por ejemplo, es probable que la vida se acorte si se heredan los genes que aumentan el riesgo de desarrollar niveles elevados de colesterol; por el contrario, la herencia de genes que protegen contra las enfermedades coronarias y el cáncer puede permitir tener una vida más larga. Hay pruebas que demuestran que vivir hasta una edad muy elevada, 100 años o más, suele darse en varios miembros de una misma familia.

  • Estilo de vida: evitar fumar, no abusar de las drogas ilícitas y el alcohol, mantener un peso y una dieta saludables, hacer ejercicio y recibir las vacunas y los exámenes de detección sistemática recomendados ayudan a las personas a funcionar bien y a evitar trastornos.

  • Exposición a toxinas medioambientales: dicha exposición puede acortar la esperanza de vida, incluso entre personas con la mejor dotación genética.

  • Atención sanitaria: la prevención y el tratamiento de las enfermedades después de que estas se hayan contraído, especialmente cuando son tratables (por ejemplo, las infecciones y, en algunos casos, el cáncer), también contribuyen a aumentar la esperanza de vida.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. American Association of Retired People (AARP) (Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, AARP por sus siglas en inglés): un recurso que se centra en cuestiones relacionadas con las personas de 50 años o más (por ejemplo, atención médica, cuidado y acceso a atención asequible y de calidad a largo plazo).

  2. American Federation for Aging Research (AFAR) (Federación Estadounidense para la Investigación sobre el Envejecimiento, AFAR por sus siglas en inglés): un recurso que proporciona información sobre investigación biomédica en curso dedicada al apoyo y al avance en el envejecimiento saludable.

  3. Benefits Check Up (Búsqueda de prestaciones): un recurso que ayuda a los adultos mayores a encontrar prestaciones locales a las que pueden optar.

  4. Older Adult Health (Salud del adulto mayor): este recurso de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) proporciona estadísticas de salud para estadounidenses de 65 años o más.

  5. National Council on Aging (Consejo Nacional sobre el Envejecimiento) y National Institute on Aging (Instituto Nacional sobre el Envejecimiento): recursos que proporcionan información para las personas mayores sobre temas que van desde la atención sanitaria y la nutrición hasta el cuidado y la investigación.

  6. Administration for Community Living (Administración para la Vida en Comunidad) y National Association of Area Agencies on Aging (Asociación Nacional de Agencias Zonales para las Personas Mayores): recursos que proporcionan información sobre la vida independiente para adultos mayores y personas de todas las edades con discapacidades.

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