Trastorno del interés/de la excitación sexual

(Baja libido en las mujeres)

PorAllison Conn, MD, Baylor College of Medicine, Texas Children's Pavilion for Women;
Kelly R. Hodges, MD, Baylor College of Medicine, Texas Children's Pavilion for Women
Revisado/Modificado jul 2023
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El trastorno del interés/de la excitación sexual en mujeres es la falta o la disminución del interés en la actividad sexual (libido baja) y los pensamientos sexuales y/o la falta de respuesta a la estimulación sexual.

  • Muchos factores pueden afectar el interés de una mujer en el sexo y la capacidad de excitarse sexualmente, incluyendo problemas de relación, menopausia, medicamentos, afecciones médicas, depresión, ansiedad, estrés y antecedentes de traumas sexuales.

  • Los médicos diagnostican el trastorno del interés/de la excitación sexual basándose en la descripción del problema por parte de la mujer y en criterios específicos.

  • Mejorar la relación y el ambiente para la actividad sexual e identificar lo que estimula puede resultar beneficioso.

  • Se pueden recomendar medicamentos o terapias psicológicas, en particular la terapia cognitiva basada en la conciencia plena.

(Véase también Introducción a la disfunción sexual en las mujeres.)

Los cambios temporales en el deseo sexual o en la excitación son frecuentes a lo largo de la vida sexual de la mujer. Sin embargo, el trastorno del interés/de la excitación sexual hace que el interés por la actividad sexual y la respuesta a la estimulación sexual disminuyan o estén ausentes de forma persistente. La falta de interés sexual y la incapacidad para excitarse sexualmente se consideran un trastorno solo si angustian a la mujer y la falta de interés sexual se prolonga durante toda la experiencia sexual.

Por lo general, una mujer se siente sexualmente excitada, mental y emocionalmente, cuando se la estimula sexualmente. También puede haber ciertos cambios físicos. Por ejemplo, la vagina presenta secreciones que proporcionan lubricación (que causan humedad). El flujo sanguíneo a los genitales aumenta, lo que provoca que los tejidos que rodean la abertura vaginal (labios) y el clítoris (equivalente al pene en los hombres) se hinchen, los pechos se hinchen ligeramente y en todas estas áreas pueda sentirse un cosquilleo. En el trastorno del interés/de la excitación sexual, todas o algunas de estas respuestas están ausentes o disminuyen significativamente.

El trastorno del interés/de la excitación sexual se clasifica de la siguiente manera:

  • Subjetivo: la mujer no se siente excitada por ningún tipo de estimulación sexual, incluyendo besos, bailes, visionado de un video erótico y estimulación física de la zona genital. Sin embargo, las mujeres con trastorno del interés/de la excitación sexual subjetivo pueden tener una respuesta física a la estimulación sexual. Por ejemplo, el flujo de sangre hacia el clítoris aumenta (haciendo que se hinche) y el aumento del flujo sanguíneo hace que aumenten a su vez las secreciones vaginales.

  • Genital: la mujer se siente excitada en respuesta a una estimulación que no afecta a los genitales (como por ejemplo un video erótico), pero no responde a su estimulación física. Se reducen las secreciones vaginales y/o la sensibilidad de los genitales.

  • Combinado: la mujer se siente poco o nada excitada en respuesta a cualquier tipo de estimulación sexual. La respuesta física (aumento del flujo sanguíneo a los genitales y producción de secreciones vaginales) es mínima o inexistente. La mujer puede referir que necesita lubricantes externos y que su clítoris ya no se hincha.

Causas del trastorno del interés/de la excitación sexual

La causa del trastorno del interés/de la excitación sexual es a menudo desconocida. Las causas conocidas son

  • Factores psicológicos, como la falta de comunicación entre la pareja y otros problemas de relación, depresión, ansiedad, estrés por una autoimagen sexual negativa y desviaciones

  • Experiencias sexuales insatisfactorias

  • Factores físicos, como ciertos trastornos crónicos, menopausia, síndrome genitourinario de la menopausia, ciertos medicamentos, fatiga y debilidad

Ciertos trastornos crónicos (como diabetes o bien esclerosis múltiple) pueden dañar los nervios, reduciendo el flujo sanguíneo y/o la sensibilidad en el área genital.

El uso de ciertos fármacos, como los antidepresivos (en particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), los opiáceos, algunos anticonvulsivos y los betabloqueantes, pueden reducir el deseo sexual, así como también el consumo de alcohol en cantidades excesivas.

Muchas mujeres experimentan una disminución del interés sexual después de la menopausia debido al proceso natural de envejecimiento o la extirpación quirúrgica de los ovarios (ooforectomía). Las concentraciones de estrógenos y de progesterona disminuyen significativamente después de la menopausia. La testosterona disminuye gradualmente con la edad, pero no cambia de repente en la menopausia.

Sin embargo, en general, el trastorno del interés/de la excitación sexual es igual de frecuente en mujeres jóvenes sanas que en mujeres de edad avanzada. No obstante, las alteraciones en las hormonas sexuales a veces causan una falta de interés. Por ejemplo, en las mujeres jóvenes y sanas, unos descensos bruscos en los niveles de hormonas sexuales, como los producidos durante las primeras semanas posteriores al parto, pueden ocasionar una disminución del interés sexual. En las mujeres de mediana edad y mayores, el deseo sexual puede disminuir, pero no se ha demostrado una correlación con la disminución de las hormonas.

La disminución de estrógeno que tiene lugar en la menopausia puede provocar síndrome genitourinario de la menopausia (que causa síntomas que afectan la vagina, la vulva y las vías urinarias). En este síndrome, los tejidos de la vagina pueden adelgazarse, secarse y tener dificultad para estirarse. Como resultado, el coito puede ser incómodo o doloroso. Las mujeres con este síndrome también pueden sentir una necesidad imperiosa de orinar (urgencia urinaria) y sufren frecuentes infecciones de las vías urinarias. Estos síntomas hacen que las mujeres estén menos interesadas en el sexo.

La estimulación sexual inadecuada también pueden contribuir al trastorno del interés/de la excitación sexual.

¿Sabías que...?

  • Las mujeres jóvenes y sanas son tan propensas a sufrir trastorno del interés/de la excitación sexual como las mujeres mayores.

Diagnóstico del trastorno del interés/de la excitación sexual

  • Valoración médica basada en criterios específicos

Los médicos basan el diagnóstico del trastorno del interés/de la excitación sexual en el historial médico de la mujer, en su descripción del problema y en los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Quinta edición (DSM-5), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Estos criterios requieren la ausencia o la disminución de al menos tres de los siguientes elementos:

  • Interés por la actividad sexual

  • Inicio de la actividad sexual y respuesta a la iniciativa de la pareja

  • Excitación o placer durante casi toda la actividad sexual

  • Pensamientos o fantasías sexuales o eróticas

  • Sensaciones físicas en el área genital o en cualquier otro lugar durante la actividad sexual

  • Interés o excitación en respuesta a los estímulos sexuales, ya sean escritos, orales o visuales

Estos síntomas deben haber estado presentes durante al menos 6 meses y deben causar un malestar significativo a la mujer.

Se realiza una exploración ginecológica si la penetración durante la actividad sexual provoca dolor.

Tratamiento del trastorno del interés/de la excitación sexual

  • Si es posible, tratamiento de la causa

  • Medidas generales

  • Terapias psicológicas

  • Medicamentos

La mejor manera de proporcionar atención a las mujeres con trastorno del interés/de la excitación sexual es mediante un equipo formado por varios tipos de profesionales sanitarios (un equipo multidisciplinar). El equipo multidisciplinario puede estar compuesto por médicos de atención primaria o ginecólogos, consejeros sexuales, especialistas en dolor, psicoterapeutas y fisioterapeutas.

Una de las medidas más útiles para el trastorno del interés/de la excitación sexual es identificar y explicar al compañero las cosas que estimulan. A veces debe recordarse a la pareja que son necesarias actividades preparatorias, que pueden incluir tocarse o no, con el fin de prepararse para la actividad sexual. Por ejemplo, se puede querer hablar íntimamente, ver un vídeo romántico o erótico, o bailar. Se puede querer besar, abrazar o acariciar. Es posible que deseen un juego previo más duradero o diferente (que su pareja acaricie varias partes de su cuerpo y después las mamas o los genitales) antes de tener relaciones sexuales u otra actividad sexual que implique penetración. Las parejas pueden experimentar con diferentes técnicas o actividades (incluidas las fantasías y los juguetes sexuales) para encontrar estímulos eficaces.

Las medidas recomendadas para el tratamiento de la disfunción sexual en general también pueden ayudar a aumentar el interés por el sexo. Por ejemplo, puede ser útil eliminar las distracciones (como un televisor en el dormitorio) y tomar medidas para mejorar la privacidad y la sensación de seguridad. Los médicos pueden recomendar el uso de estímulos eróticos intensos (como videos) y de la fantasía.

El tratamiento a menudo se centra en factores que contribuyen a la falta de interés en el sexo y la falta de respuesta a la estimulación sexual, como la depresión, la baja autoestima y los problemas en una relación.

La psicoterapia, más concretamente la terapia cognitiva basada en la conciencia plena, puede ser útil en algunos casos. La conciencia plena consiste en centrarse en lo que está sucediendo en cada momento. La terapia cognitiva basada en la conciencia plena, que por lo general se realiza en grupos pequeños, combina la conciencia plena y la terapia cognitiva. Ayuda con la excitación, el orgasmo y el deseo de actividad sexual.

Los médicos pueden derivar a las mujeres con trastorno del interés/de la excitación sexual a un consejero o terapeuta sexual o a un psicoterapeuta.

Otros tratamientos dependen de la causa. Por ejemplo, si algún fármaco puede ser la causa, se interrumpe su administración si es posible.

Tratamiento de los factores contribuyentes

Si la mujer sufre dolor sexual, el tratamiento eficaz del dolor puede resolver los problemas de falta de interés sexual o de excitación. Esto puede ser debido al síndrome genitourinario de la menopausia, vulvodinia (dolor crónico alrededor de la vulva), síndrome del elevador del ano, infecciones pélvicas, miomas, endometriosis u otras causas.

Terapia con testosterona

Poco se sabe sobre la efectividad y la inocuidad a largo plazo de la testosterona (tomada por vía oral o en forma de parche). Cuando se toma durante un breve periodo de tiempo, el consumo simultáneo de testosterona y de estrógeno (y por lo general un progestágeno) puede ser eficaz en mujeres posmenopáusicas con trastorno del interés/de la excitación sexual. Sin embargo, el uso de testosterona para este propósito se considera experimental y las mujeres deben discutir los riesgos y beneficios con su médico.

En Estados Unidos no hay medicamentos de testosterona con receta sintetizados para mujeres. Sin embargo, algunos médicos recetan una crema compuesta para la piel. Las mujeres solo deben recibir tratamiento con testosterona por parte de médicos con formación y experiencia en la disfunción sexual femenina.

Si prescriben testosterona, los médicos explican la incertidumbre asociada a su efectividad y los riesgos que supone dicha terapia. Solicitan análisis de sangre para verificar la función renal y hepática y medir las concentraciones de lípidos antes de iniciar el tratamiento con testosterona. Si los resultados de estas pruebas indican que la mujer corre riesgo de sufrir problemas hepáticos o dislipidemia (por ejemplo, un nivel demasiado elevado de colesterol LDL, el colesterol "malo"), no prescriben testosterona. Si prescriben testosterona, programan visitas de seguimiento regulares para detectar efectos adversos como acné, hirsutismo y virilización.

Otras terapias

Se puede utilizar flibanserina para tratar a las mujeres premenopáusicas con trastorno del interés/de la excitación sexual. Sin embargo, existen pocas pruebas de su efectividad y seguridad.

La bremelanotida se usa para el tratamiento de la libido baja en mujeres. Es una inyección administrada al menos 45 minutos antes de la actividad sexual prevista.

Los dispositivos como los vibradores o los estimuladores de succión del clítoris pueden ayudar, pero se dispone de pocas pruebas que corroboren su efectividad. Algunos de estos productos se comercializan sin receta médica y pueden probarse.

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