Embarazo ectópico

(Embarazo en una localización desconocida)

PorAparna Sridhar, MD, UCLA Health
Revisado/Modificado ene 2024
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Datos clave

El embarazo ectópico es la fijación (implantación) de un óvulo fecundado en una localización anómala, como por ejemplo en la trompa de Falopio.

  • En un embarazo ectópico, el feto no puede sobrevivir.

  • Las mujeres con un embarazo ectópico a menudo presentan sangrado vaginal y dolor abdominal que comienza en el primer trimestre.

  • Un embarazo ectópico necesita atención médica inmediata porque, si continúa creciendo, puede romper (reventar) la parte del cuerpo donde se implanta (como una trompa de Falopio), causando una hemorragia grave que puede ser mortal para la mujer embarazada

  • Los médicos basan el diagnóstico en los resultados de la ecografía para determinar la ubicación del feto y en los análisis de sangre; a menudo, las pruebas deben repetirse durante varios días.

  • Por lo general, un embarazo ectópico se puede tratar con una o más dosis de un medicamento (metotrexato), o a veces es necesaria la cirugía.

Después de la liberación de un óvulo (ovulación) por parte del ovario, dicho óvulo es fecundado si entra en contacto con los espermatozoides. La fertilización suele ocurrir en una trompa de Falopio. El óvulo fecundado viaja a través de la trompa de Falopio, entra en el útero y se implanta en la pared del útero. Sin embargo, si la trompa está estrechada u obstruida, el óvulo fecundado puede ser incapaz de llegar al útero. A veces el óvulo fertilizado se acaba implantando en tejidos fuera del útero, produciéndose un embarazo ectópico. Los embarazos ectópicos suelen implantarse en una de las trompas de Falopio (esto se denomina embarazo tubárico), pero pueden implantarse en otros lugares (como el ovario o el cuello uterino).

Por lo general, comienza a desarrollarse un embarazo ectópico, pero el crecimiento es anormal y el desarrollo se ralentiza o se detiene. Dado que los tejidos fuera del útero no pueden proporcionar el suministro de sangre y el soporte necesarios, el feto no sobrevive.

A medida que el embarazo ectópico crece, puede romperse (reventar) la estructura (parte del cuerpo) donde se implanta, como una trompa de Falopio. La estructura que contiene el embarazo ectópico suele romperse al cabo de unas 6 a 16 semanas. Cuando un embarazo ectópico estalla, la hemorragia puede ser grave e incluso potencialmente mortal para la vida de la mujer. Cuanto más tarda la estructura en romperse, más grave es la pérdida de sangre y mayor el riesgo de muerte para la mujer embarazada. Sin embargo, si el embarazo ectópico se detecta antes de que estalle, por lo general se puede tratar de forma segura.

El embarazo ectópico ocurre en aproximadamente el 1 al 2% de los embarazos.

Los factores de riesgo (condiciones que aumentan el riesgo de un trastorno) que dan lugar a un riesgo más elevado de embarazo ectópico son

  • Embarazo ectópico previo

  • Cirugía pélvica previa, en particular cirugía de las trompas de Falopio, incluyendo esterilización tubárica (también llamada ligadura de trompas o atadura de las trompas)

  • Anomalías o daños en la trompa de Falopio (por ejemplo, debidos a una infección o a una intervención quirúrgica)

  • Tecnologías de reproducción asistida (tratamientos de fertilidad) utilizados durante el embarazo actual

Otros factores de riesgo para el embarazo ectópico son

Por lo general, las personas que han sido sometidas a una esterilización tubárica o las que llevan un dispositivo intrauterino (DIU) bien colocado no se quedan embarazadas, porque se trata de métodos eficaces de control de la natalidad. Con muy poca frecuencia, cuando el embarazo se produce en estas personas, el riesgo de embarazo ectópico aumenta.

Embarazo ectópico: un embarazo extrauterino

Normalmente, la fecundación del óvulo se efectúa en la trompa de Falopio, pero la implantación tiene lugar en el útero. Sin embargo, si la trompa está estrechada u obstruida, el óvulo se mueve lentamente o queda atascado en la trompa de Falopio. El óvulo fertilizado nunca llega a alcanzar el útero, y se produce un embarazo ectópico (mal ubicado)

Un embarazo ectópico puede ocurrir en diferentes lugares, como en una trompa de Falopio, un ovario, el cuello del útero o el abdomen.

Síntomas del embarazo ectópico

Los síntomas del embarazo ectópico son variables y es posible que no se presenten hasta que la estructura que contiene el embarazo ectópico se rompa. La mayoría de las mujeres tienen sangrado vaginal o manchas y/o dolor en la parte inferior del abdomen, que puede ser sordo, agudo o con calambres. Algunas mujeres pueden pensar que el sangrado es un período menstrual y por lo tanto pueden no sospechar que están embarazadas.

Si la parte de la anatomía femenina donde se localiza el embarazo ectópico se rompe, la mujer suele sentir un dolor repentino, intenso y constante en la parte inferior del abdomen. Las mujeres con pérdida grave de sangre pueden sentirse mareadas o desmayarse. Estos síntomas pueden indicar que se ha perdido tanta sangre que la presión arterial es peligrosamente baja (choque). También puede producirse peritonitis (inflamación de la membrana que recubre la cavidad abdominal).

Diagnóstico de embarazo ectópico

  • Prueba de embarazo

  • Ecografía

  • Análisis de sangre

  • A veces laparoscopia

Dado que la rotura de un embarazo ectópico puede ser mortal para una mujer embarazada, es esencial un diagnóstico rápido.

Los médicos sospechan un embarazo ectópico en una mujer que está embarazada o podría estarlo y presenta dolor en la parte inferior del abdomen o sangrado vaginal. Si un embarazo ectópico estalla, la mujer puede desmayarse o entrar en choque. Se realiza una prueba de embarazo para comprobar si los síntomas están relacionados con el embarazo.

Si la prueba de embarazo es positiva o, en raras ocasiones, si la prueba es negativa pero los síntomas aún sugieren embarazo ectópico, la ecografía se realiza utilizando un dispositivo insertado en la vagina (lo que se denomina ecografía transvaginal). En un embarazo normal, el feto está dentro del útero. Si la ecografía detecta un feto en un lugar distinto del útero, se confirma el diagnóstico de embarazo ectópico. Al principio del embarazo, la ecografía a menudo no detecta un feto en ningún lugar, porque es demasiado pronto para poder ser visualizado. Luego se repite la ecografía, por lo general cada 1 o 2 semanas hasta que se puede confirmar la ubicación del embarazo. Mientras tanto, los médicos monitorizan estrechamente a las mujeres para asegurarse de que los síntomas no empeoran.

Los médicos también solicitan análisis de sangre para medir la concentración de una hormona producida por la placenta al principio del embarazo, denominada gonadotropina coriónica humana (hCG). El diagnóstico de embarazo ectópico no se puede establecer midiendo la hCG una sola vez; la hCG se suele medir cada 2 días hasta que se pueda confirmar un embarazo ectópico o se identifique otra razón para los síntomas. La concentración de hCG en sangre normalmente aumenta con bastante rapidez durante el embarazo. Si las concentraciones de hCG no aumentan como se espera o si disminuyen, es probable que se produzca un embarazo ectópico (o un aborto espontáneo).

Si se precisa confirmar el diagnóstico, los médicos pueden utilizar un tubo de visualización, denominado laparoscopio, que se inserta a través de una pequeña incisión justo por debajo del ombligo. Este procedimiento les permite visualizar el embarazo ectópico directamente.

Tratamiento del embarazo ectópico

  • Por lo general, un medicamento (metotrexato) para embarazos ectópicos pequeños y sin rotura

  • En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica

Un embarazo ectópico debe tratarse lo antes posible para salvar la vida de la mujer embarazada.

Los embarazos ectópicos de pequeño tamaño que no se han roto pueden tratarse con una dosis del medicamento metotrexato, administrado mediante inyección. El metotrexato hace que el embarazo ectópico disminuya de tamaño y desaparezca. Después de administrar metotrexato, los médicos solicitan análisis de sangre para medir las concentraciones de hCG cada pocos días o una vez a la semana con el fin de determinar si el tratamiento fue exitoso. Si no se puede detectar la hCG, el tratamiento se considera exitoso. Si una única dosis de metotrexato no tiene éxito, se necesita una segunda dosis de metotrexato o cirugía.

El embarazo ectópico se extirpa quirúrgicamente si los médicos sospechan que ha estallado o si el tratamiento con metotrexato no se puede administrar, lo que sucede, por ejemplo, si el embarazo ectópico es grande o si una mujer presenta resultados anormales en los análisis de sangre para la función renal o hepática.

Si la mujer recibe tratamiento con cirugía, los médicos suelen insertar un tubo de visualización (laparoscopio) en la cavidad abdominal a través de una pequeña incisión practicada justo debajo del ombligo y utilizan los instrumentos introducidos a través del laparoscopio para extirpar el embarazo ectópico. En algunos casos los médicos tienen que practicar una incisión mayor en el abdomen (laparotomía).

Durante la cirugía para un embarazo ectópico tubárico, los médicos extirpan el embarazo ectópico practicando una incisión en la trompa de Falopio. A menudo, basta con practicar una incisión en la trompa y esta se cura normalmente. A veces se puede extirpar la totalidad o parte de la trompa, dependiendo de la gravedad de la lesión y de los planes de la mujer para futuros embarazos. Se puede extirpar toda la trompa de Falopio si la mujer solicita una esterilización tubárica (ambas trompas necesitarían cirugía) o si la trompa es anormal y la mujer está planeando una fecundación in vitro para un futuro embarazo.

Todas las mujeres que tienen sangre Rh-negativa, tanto si reciben metotrexato como si requieren cirugía, reciben Inmunoglobulina Rho (D) para prevenir una incompatibilidad Rh (eritroblastosis fetal), que ocurre cuando una mujer embarazada tiene sangre Rh-negativa y el feto tiene sangre Rh-positiva).

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