El rabdomiosarcoma es un cáncer de crecimiento rápido que se desarrolla en los tejidos blandos (como el músculo) prácticamente en cualquier parte del cuerpo.
Los rabdomiosarcomas pueden desarrollarse en cualquier parte, pero las localizaciones más frecuentes son la cabeza y el cuello, las vías urinarias, el aparato genital y las extremidades.
Los síntomas dependen de dónde se desarrollen los rabdomiosarcomas.
El diagnóstico supone la realización de pruebas de imagenes y una biopsia.
El tratamiento consiste en quimioterapia, cirugía y, a veces, radioterapia.
(Véase también Introducción al cáncer infantil.)
En Estados Unidos, cada año se producen alrededor de 400 a 500 casos de rabdomiosarcoma en niños. Este cáncer representa el 3% de todos los cánceres infantiles. Dos tercios de los casos de rabdomiosarcoma se diagnostican en niños menores de 7 años de edad. Los rabdomiosarcomas ocurren principalmente en niños.
Este cáncer se desarrolla a partir de células que normalmente evolucionarían a células musculares. La causa del rabdomiosarcoma es desconocida.
Aunque el rabdomiosarcoma puede aparecer casi en cualquier lugar del organismo, lo hace con mayor frecuencia en los lugares siguientes:
La cabeza y el cuello (en aproximadamente el 35% de los casos): con mayor incidencia en niños y niñas en edad escolar
El aparato genital o las vías urinarias (cerca del 25% de los casos), generalmente en la vejiga, la próstata o la vagina: de forma característica en lactantes y niños pequeños (de hasta 3 años de edad)
Las extremidades (en cerca del 20% de los casos): con mayor incidencia entre los adolescentes
Tronco u otras localizaciones diversas (en cerca del 20% de los casos)
El rabdiomiosarcoma puede diseminarse (producir metástasis) a otras partes del organismo. Sin embargo, se suele diagnosticar antes de que el cáncer se haya diseminado. Entre el 15 y el 25% de los niños afectados son diagnosticados después de que el cáncer se ha diseminado. En estos niños, el cáncer se encuentra localizado con más frecuencia en los pulmones. Los huesos, la médula ósea y los ganglios linfáticos son otros posibles lugares hacia los que se puede diseminar el cáncer.
Síntomas del rabdomiosarcoma
En la mayoría de los niños, el primer síntoma de cáncer es un bulto firme o problemas relacionados con un órgano afectado por el cáncer, como los siguientes:
Ojos: lagrimeo, dolor ocular o protrusión ocular
Nariz y garganta: congestión nasal, un cambio en la voz o secrección nasal que contiene moco y pus
Aparato genital o vías urinarias: dolor abdominal, un bulto en el abdomen localizable en la palpación, dificultad para orinar y sangre en la orina
Vagina: secreción que contiene moco y sangre o una masa parecida a un pólipo que sobresale de la vagina
Extremidades: bultos firmes en brazos o piernas
Los cánceres se diseminan con frecuencia, especialmente a los pulmones, la médula ósea y los ganglios linfáticos. Generalmente, esta diseminación no causa síntomas.
Diagnóstico del rabdomiosarcoma
Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN)
Biopsia o extirpación del tumor
Si se detecta un bulto se realiza una TC o una RMN.
El diagnóstico de rabdomiosarcoma se confirma tomando una muestra del bulto y examinándola al microscopio (biopsia). A veces se extirpa quirúrgicamente todo el bulto.
Para determinar si el cáncer se ha diseminado, se realiza una tomografía computarizada (TC) y una gammagrafía ósea (un estudio de los huesos mediante radionúclidos) y otro tipo de gammagrafía denominada tomografía computarizada por emisión de positrones (PET-TC, por sus siglas en inglés). Además, se extirpa una muestra de la médula ósea de ambos huesos de la cadera y se examina.
Tratamiento del rabdomiosarcoma
Quimioterapia y cirugía
A veces, radioterapia
(Véase también Principios del tratamiento oncológico.)
El tratamiento consiste en quimioterapia y cirugía, radioterapia o una combinación de estos 3 tratamientos.
Todos los niños se tratan con quimioterapia. Los fármacos quimioterápicos más utilizados son vincristina, dactinomicina, ciclofosfamida, doxorubicina, ifosfamida y etopósido. Topotecan e irinotecan son otros quimioterápicos que también pueden ser utilizados.
Cuando se realiza la cirugía, si es posible se extirpa todo el cáncer.
La radioterapia se suele utilizar en caso de que quede algo de tumor residual tras la cirugía o si el cáncer se considera de riesgo intermedio o elevado.
Pronóstico del rabdomiosarcoma
El pronóstico se basa en diversos factores:
Dónde está ubicado el cáncer
Qué parte del tumor puede ser extirpada
Si se ha diseminado
Qué edad tiene el niño
Qué aspecto tienen las células y tejidos cancerosos cuando se examinan al microscopio
El pronóstico es peor para los niños menores de 1 año de edad o que tienen más de 10 años de edad.
Los niños son considerados de riesgo bajo, riesgo intermedio o riesgo elevado en función de su combinación de factores. El porcentaje de sobrevivientes en niños considerados de riesgo bajo es del 90%, mientras que el porcentaje de sobrevivientes en niños considerados de riesgo elevado es del 50%.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
American Cancer Society: If Your Child Is Diagnosed With Cancer (Sociedad Estadounidense contra el Cáncer: si su hijo recibe un diagnóstico de cáncer): un recurso para progenitores y seres queridos de un niño con cáncer que proporciona información sobre cómo hacer frente a algunos de los problemas y preguntas que surgen justo después de recibir el diagnóstico