El raquitismo hipofosfatémico es un trastorno en el que los huesos se vuelven blandos, lo cual produce dolor, y se curvan fácilmente porque la sangre contiene niveles bajos del fosfato electrolítico.
El raquitismo hipofosfatémico está causado por genes defectuosos.
Los problemas con los huesos y las articulaciones comienzan en la primera infancia.
Se analizan la sangre y la orina y se toman radiografías de los huesos.
Algunas personas reciben suplementos de fosfato y vitamina D y algunas reciben el medicamento burosumab.
(Véase también Introducción a los trastornos congénitos de los túbulos renales.)
El raquitismo hipofosfatémico es un trastorno muy poco frecuente y casi siempre es hereditario. Suele transmitirse en un gen dominante presente en el cromosoma X, uno de los dos cromosomas sexuales. Debido a que solo se necesita un gen cuando está involucrado un gen dominante, es probable que uno de los padres tenga el síndrome. Los hermanos de niños con este trastorno tienen un 50% de probabilidades de tenerlo. Existen otras formas aún menos frecuentes de raquitismo hipofosfatémico.
Esta anomalía genética causa una alteración de los túbulos renales que permite que una cantidad excesivamente alta de fosfato sea eliminada a través de la orina, lo que provoca que las concentraciones de fosfato en sangre sean bajas. Dado que los huesos necesitan fosfato para crecer y fortalecerse, este déficit produce defectos en los huesos.
En algunos casos, aunque raramente, el trastorno se produce como consecuencia de la presencia de ciertas formas de cáncer, como tumores de células gigantes del hueso, sarcomas, cáncer de próstata y cáncer de mama. La osteomalacia inducida por tumores es una causa poco frecuente de hipofosfatemia con raquitismo en niños. Este trastorno está causado por la secreción de una determinada hormona procedente de tumores que generalmente no son cancerosos (benignos).
El raquitismo hipofosfatémico no es el mismo que el producido por la carencia de vitamina D.
Síntomas del raquitismo hipofosfatémico
El raquitismo hipofosfatémico suele empezar causando anomalías en el primer año de vida. Las anomalías pueden ser tan leves que no produzcan síntomas notables o tan graves que causen arqueamiento de las piernas y otras deformaciones óseas, dolor en los huesos, dolor articular y crecimiento insuficiente de los huesos junto con una baja estatura. El crecimiento óseo excesivo en la zona donde los músculos se anclan a los huesos puede limitar el movimiento de las articulaciones en cuestión.
Los espacios entre los huesos del cráneo en los bebés pueden cerrarse demasiado pronto. Esta afección, denominada craneosinostosis, también puede ocurrir con raquitismo hipofosfatémico.
Diagnóstico de raquitismo hipofosfatémico
Análisis de sangre y orina
A veces, radiografías óseas
A veces, estudios genéticos
Las pruebas de laboratorio complementarias muestran que las concentraciones de calcio en la sangre son normales, pero los valores de fosfato son bajos.
También se realizan análisis de orina para detectar los niveles de fosfato que han sido excretados. Los niveles de fosfatos en la orina son elevados.
Los médicos también pueden tomar radiografías de los huesos.
Las pruebas genéticas pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.
Los hermanos de los niños afectados deben someterse a una evaluación médica, incluidas las pruebas de laboratorio, pruebas de diagnóstico por la imagen y, a veces, pruebas genéticas. También se pueden ofrecer pruebas genéticas a otros miembros de la familia.
Tratamiento del raquitismo hipofosfatémico
Fosfato y calcitriol
Burosumab para la forma más frecuente de raquitismo hipofosfatémico
En algunas ocasiones, extirpación quirúrgica de los tumores
El tratamiento del raquitismo hipofosfatémico se centra en elevar las concentraciones de fosfato en la sangre, lo que favorece una formación ósea normal.
Se puede administrar fosfato por vía oral y debe combinarse con calcitriol, la forma activa de la vitamina D. La ingestión de vitamina D sola no es suficiente. Las cantidades de fosfato y calcitriol deben ajustarse cuidadosamente porque este tratamiento a menudo provoca el aumento de las concentraciones de calcio en la sangre y en la orina, la acumulación de calcio en los riñones o la formación de cálculos renales. Tales efectos adversos pueden lesionar los riñones y otros tejidos.
Las personas que sufren la forma más frecuente de raquitismo hipofosfatémico reciben el medicamento burosumab y no reciben la terapia de fosfato y calcitriol descrita anteriormente. Burosumab es un anticuerpo monoclonal y se administra en forma de inyección debajo de la piel. Ayuda a aumentar las concentraciones de fósforo en la sangre, ayuda a disminuir la gravedad del raquitismo y, en los niños, puede aumentar la estatura. Burosumab se puede administrar a niños y a adultos.
En algunos adultos, el raquitismo hipofosfatémico provocado por varios tipos de tumores mejora notablemente después de la extirpación de dichos tumores. También se les puede administrar burosumab.
Las craneosinostosis suelen corregirse con cirugía. Después de la cirugía, los bebés a menudo usan un casco especial para ayudar a moldear su cráneo en una forma más regular.