Las lesiones en la lengua son la causa más frecuente de molestias en la lengua. La lengua tiene muchas terminaciones nerviosas para el dolor y el tacto, y es más sensible que otras partes del cuerpo. Morderse la lengua accidentalmente es relativamente frecuente, pero las lesiones producidas de este modo suelen curarse con rapidez. Tanto un empaste fracturado como una pieza dental cortante y rota pueden causar daños considerables a este delicado tejido. Las lesiones penetrantes (como los disparos y las puñaladas) y las lesiones por golpes contundentes dañan la cara y la lengua (véase Lesiones faciales). Las lesiones superficiales se curan bastante rápidamente y las más profundas por lo general no persisten más de 3 semanas.
Cuando se trata una laceración lingual (de la lengua), los médicos deben decidir si realmente se necesitan puntos de sutura, ya que muchas lesiones se curan rápidamente sin reparación y muchas personas no pueden mantener la boca abierta y la lengua inmóvil durante la sutura, por lo que requieren sedación o anestesia.