El eritema polimorfo es una enfermedad cutánea inflamatoria caracterizada por la presencia de lesiones rojas y abultadas en la piel, que suelen tener el aspecto de dianas y, por lo general, se encuentran distribuidas simétricamente por todo el cuerpo.
(Véase también Introducción a la hipersensibilidad y a los trastornos cutáneos reactivos.)
El eritema multiforme suele estar causado por una reacción a una infección, por lo general por el virus del herpes simple.
Los síntomas típicos incluyen manchas rojas con centros de color gris-púrpura (lesiones diana) que aparecen repentinamente en las palmas de las manos y las plantas de los pies, brazos y piernas y cara y más tarde pueden extenderse a otras partes del cuerpo.
En muchas personas aparecen llagas bucales.
El diagnóstico se realiza mediante un reconocimiento médico de las lesiones diana.
Este trastorno se resuelve sin tratamiento, pero los síntomas se pueden tratar con corticoesteroides, antihistamínicos y anestésicos aplicados sobre la piel.
Si una persona sufre ataques frecuentes y el médico piensa que la causa es el virus del herpes simplex, un medicamento antiviral puede ayudar a prevenir las recurrencias.
La mayoría de los casos están causados por una reacción a una infección por virus del herpes simple. Algunas personas con eritema multiforme desarrollan herpes labial varios días antes de sufrir un ataque de eritema multiforme.
Con menor frecuencia, los casos están causados por infecciones bacterianas (como micoplasma), fármacos, vacunas, infecciones por otros virus (especialmente hepatitis C) y ciertas enfermedades no infecciosas que afectan el sistema inmunitario, como el lupus eritematoso sistémico.
No se sabe con exactitud cómo se desarrolla el eritema multiforme, pero se sospecha de la presencia de algún tipo de reacción inmunitaria. Algunos casos de eritema multiforme no presentan una causa clara.
Los brotes de eritema polimorfo pueden durar de 2 a 4 semanas. Algunas personas experimentan una sola crisis, pero otras sufren múltiples recidivas. Las recidivas son comunes, especialmente cuando la causa es el virus del herpes simple. Por lo general, la frecuencia de las repeticiones disminuye con el tiempo.
Síntomas del eritema multiforme
Por lo general, el eritema polimorfo aparece de repente, con una erupción de bultos enrojecidos a modo de erupción en los brazos, las piernas y la cara, que posteriormente aumentan de tamaño y se convierten en círculos. Con frecuencia la erupción también está presente en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.
Las áreas rojas se distribuyen por igual en los lados derecho e izquierdo del cuerpo. Suelen aparecer anillos pálidos en el interior de las placas, con centros de color púrpura (lo que se conoce como lesiones "diana" o "iris") y pequeñas ampollas. Es posible que las zonas enrojecidas no causen síntomas, aunque a veces producen prurito o una leve quemazón.
A menudo, se forman ampollas o llagas dolorosas en los labios y en el revestimiento de la boca, y en contadas ocasiones en los ojos.
Diagnóstico de eritema polimorfo o multiforme
Evaluación médica
El eritema multiforme se diagnostica por su aspecto característico. No obstante, el síndrome de Stevens-Johnson puede presentar a primera vista un aspecto muy similar al eritema multiforme y por ese motivo se observa cuidadosamente hasta tener claro el diagnóstico.
Tratamiento del eritema polimorfo o multiforme
En algunos casos, medidas para aliviar el prurito
Anestésicos para las ampollas en la boca
A veces, medicamentos antivirales (antivíricos)
El eritema polimorfo se cura por sí solo, por lo que el tratamiento no suele ser necesario. Sin embargo, el tratamiento de cualquier infección subyacente es útil.
Si el prurito resulta molesto, los tratamientos contra el prurito convencionales, tales como anestésicos y corticoesteroides aplicados a la piel y antihistamínicos tomados por boca, pueden ser eficaces.
Si las ampollas dolorosas en la boca dificultan la alimentación, se puede aplicar un anestésico líquido, como la lidocaína, en el interior de la boca. Si la persona sigue teniendo dificultades para comer o beber, se alimenta y se administran líquidos por vía intravenosa.
Las recaídas frecuentes, en especial cuando se sospecha que el virus del herpes puede ser la causa, pueden mejorarse con la administración de un fármaco antivírico (como aciclovir, famciclovir o valaciclovir) administrado en cuanto aparece la primera señal de un brote.