Trastorno por estrés postraumático

PorJohn W. Barnhill, MD, New York-Presbyterian Hospital
Revisado/Modificado ago 2023 | Modificado dic 2023
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Datos clave

El trastorno por estrés postraumático (TPEP) comporta reacciones intensas, desagradables y disfuncionales tras un acontecimiento traumático abrumador.

  • Los acontecimientos que amenazan la vida de las personas o que provocan lesiones graves pueden originar un malestar duradero e intenso.

  • Las personas afectadas pueden revivir el acontecimiento, tener pesadillas y evitar aquello que les recuerde lo ocurrido.

  • El tratamiento puede incluir psicoterapia (terapia de apoyo y de exposición) y administración de antidepresivos.

(Véase también Introducción a los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés.)

Cuando suceden cosas terribles, muchas personas se ven afectadas de forma duradera. En algunos casos, los efectos son tan persistentes y graves que son debilitantes y constituyen un trastorno. Por regla general, los eventos que causan trastorno por estrés postraumático (TEPT) son los que comportan sentimientos de miedo, desamparo u horror. El combate, las agresiones sexuales y los desastres naturales o causados por el ser humano son causas frecuentes de trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, puede ser resultado de cualquier experiencia que se sienta abrumadora y que ponga en peligro la vida, como la violencia física o un accidente de tráfico.

Estos eventos se pueden experimentar de manera directa (como sufrir una lesión grave o ser amenazado de muerte) o indirecta (ser testigo de cómo otros resultan gravemente heridos, asesinados o amenazados de muerte o tener conocimiento de eventos traumáticos que sucedieron a familiares o amigos cercanos o participar en las secuelas del trauma de otra persona, como podría ser el caso de los socorristas). Los afectados pueden haber experimentado un único evento traumático o, como es habitual, múltiples eventos traumáticos.

No se sabe por qué un mismo evento traumático puede no causar síntomas en una persona y trastorno por estrés postraumático (TEPT) de por vida en otra. Tampoco se sabe por qué algunas personas presencian o experimentan el mismo trauma muchas veces durante años sin desarrollar TEPT, pero luego lo desarrollan después de un episodio aparentemente similar.

El trastorno de estrés postraumático afecta a casi el 9% de las personas en algún momento de su vida, incluida la infancia (véase Trastorno de estrés postraumático en niños y adolescentes). Alrededor del 4% lo tienen anualmente.

El trastorno de estrés postraumático dura más de 1 mes. Puede ser una continuación de un trastorno por estrés agudo o bien aparecer por separado hasta 6 meses después del evento.

El trastorno crónico por estrés postraumático puede persistir durante años, aunque suele perder intensidad con el tiempo, incluso sin tratamiento. No obstante, debido a este trastorno, algunas personas quedan gravemente discapacitadas en sus entornos sociales, en el trabajo y en sus relaciones personales.

Síntomas del trastorno de estrés postraumático

Cuando las personas con trastorno de estrés postraumático presentan síntomas, por lo general se clasifican en las 4 categorías siguientes:

  • Síntomas de intrusión (el acontecimiento traumático invade sus pensamientos de forma repetida e incontrolada)

  • Evitación de todo lo que pueda recordarles el acontecimiento traumático

  • Efectos negativos sobre el pensamiento y el estado de ánimo

  • Cambios en las reacciones y el estado de alerta

Síntomas de intrusión

El evento traumático puede reaparecer repetidamente en forma de recuerdos involuntarios, no deseados o pesadillas recurrentes. Algunas personas experimentan escenas retrospectivas, en las que reviven los acontecimientos como si estuvieran ocurriendo en realidad en lugar de limitarse a ser recordados.

Los afectados también pueden experimentar reacciones intensas ante los recordatorios del evento. Los síntomas de un veterano de combate pueden ser provocados por fuegos artificiales, por ejemplo, mientras que los de una víctima de robo pueden ser provocados al ver un arma en una película.

Síntomas de evitación

Los afectados evitan constantemente todo aquello que les recuerde el trauma, ya sean actividades, situaciones o personas. Por ejemplo, pueden evitar entrar en un parque o en un edificio de oficinas donde fueron agredidos o pueden evitar hablar con personas de la misma raza que su agresor. Incluso pueden intentar evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático.

Efectos negativos sobre el pensamiento y el estado de ánimo

Las personas afectadas pueden ser incapaces de recordar partes importantes del evento traumático (amnesia disociativa), o bien

sentirse emocionalmente aturdidas o desconectadas de quienes las rodean. Es frecuente la depresión y la disminución o falta de interés hacia actividades que antes resultaban gratificantes.

Los afectados piensan de manera distorsionada en el hecho traumático que han experimentado, lo que les puede llevar a culparse a sí mismos o a los demás por lo ocurrido. Los sentimientos de culpabilidad son habituales. Por ejemplo, pueden sentirse culpables por el hecho de haber sobrevivido cuando otros perdieron la vida. Es posible que sientan solo emociones negativas, como miedo, horror, ira o vergüenza, y sean en cambio incapaces de sentir felicidad, satisfacción o amor.

Cambios en las reacciones y el estado de alerta

Las personas afectadas pueden tener dificultad para dormir o para concentrarse.

Pueden mostrarse además excesivamente pendientes de cualquier señal de peligro. Se pueden sobresaltar fácilmente.

Pueden mostrar una menor capacidad para controlar sus reacciones, lo que resulta en un comportamiento imprudente o en ataques de ira.

Otros síntomas

Algunas personas llevan a cabo actividades rituales para ayudar a reducir su ansiedad. Por ejemplo, una persona que ha sido agredida sexualmente puede bañarse repetidas veces para tratar de eliminar la sensación de estar sucia.

Muchas personas con TPEP intentan aliviar sus síntomas con alcohol o drogas ilícitas y desarrollan un trastorno por consumo de sustancias.

Ahora se ha reconocido un subtipo disociativo de trastorno de estrés postraumático. Una persona con este trastorno presenta todos los síntomas mencionados anteriormente, además de despersonalización (sentirse desconectado de sí mismo o de su propio cuerpo) y/o desrealización (experimentar el mundo como irreal u onírico).

Diagnóstico del trastorno de estrés postraumático

  • Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico

Los médicos diagnostican el trastorno por estrés postraumático (TEPT) cuando

  • La persona ha estado expuesta directa o indirectamente a un evento traumático.

  • Los síntomas han estado presentes durante 1 mes o más.

  • Los síntomas provocan un malestar significativo o afectan de manera manifiesta el funcionamiento normal de la persona.

  • Las personas afectadas presentan algunos síntomas de cada categoría de síntomas asociados al trastorno de estrés postraumático (síntomas de intrusión, síntomas de evitación, efectos negativos sobre el pensamiento y el estado de ánimo, y cambios en el estado de alerta y las reacciones).

Los médicos también deben comprobar que los síntomas no sean consecuencia del uso de un fármaco o de otro trastorno.

Los médicos diagnostican el subtipo disociativo de trastorno de estrés postraumático cuando, además de todos los síntomas mencionados anteriormente, la persona presenta evidencias de despersonalización (sentirse desconectado de sí mismo o de su propio cuerpo) y/o desrealización (experimentar el mundo como irreal u onírico).

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) a menudo no se diagnostica porque causa síntomas muy variados y complejos. A veces, el trauma puede no ser obvio para el médico, y las personas no siempre están dispuestas a hablar sobre su trauma. Además, la presencia de un trastorno por consumo de sustancias u otros trastornos de la salud mental (por ejemplo, depresión, ansiedad) puede distraer la atención del trastorno de estrés postraumático. Cuando el diagnóstico y el tratamiento se retrasan, el trastorno de estrés postraumático puede convertirse en un trastorno debilitante de manera crónica.

Tratamiento del trastorno de estrés postraumático

  • Cuidado personal

  • Psicoterapia

  • A veces medicaciones

  • Tratamiento de otros trastornos, como el consumo de sustancias o la depresión mayor

Cuidado personal

El cuidado personal es crucial durante y después de una crisis o un trauma. El cuidado personal se puede dividir en 3 componentes:

  • Seguridad personal

  • Salud física

  • Atención plena

La seguridad personal es fundamental. Después de un único episodio traumático, las personas afectadas son más capaces de procesar la experiencia cuando saben que ellos y sus seres queridos están a salvo. Sin embargo, puede ser difícil obtener una seguridad completa durante las crisis en curso, como el maltrato doméstico, la guerra o una pandemia infecciosa. Durante estas dificultades en curso, las personas afectadas deben buscar la guía de expertos para saber cómo ellos mismos y sus seres queridos pueden estar lo más seguros posible.

La salud física puede ponerse en riesgo durante experiencias traumáticas y después de las mismas. Todo el mundo debería tratar de mantener un horario saludable para comer, dormir y hacer ejercicio. Los fármacos que sedan e intoxican (por ejemplo, el alcohol) deben emplearse con moderación, si es que se emplean.

Un enfoque consciente al cuidado de uno mismo se centra en reducir los sentimientos de estrés, aburrimiento, ira, tristeza y aislamiento que las personas traumatizadas experimentan normalmente. Si las circunstancias lo permiten, las personas en situación de riesgo deben hacer y seguir un horario normal; por ejemplo, levantarse, ducharse, vestirse, salir y dar un paseo, además de preparar e ingerir alimentos de forma regular.

Es útil practicar pasatiempos familiares, así como actividades divertidas y entretenidas: dibujar, ver una película o cocinar.

La implicación en la comunidad puede ser crucial, incluso si es difícil mantener la conexión humana durante una crisis.

Los estiramientos y el ejercicio son beneficiosos, pero puede ser igualmente beneficioso permanecer sentado y contar las propias respiraciones o escuchar atentamente los sonidos circundantes. Las personas pueden preocuparse por el trauma o la crisis, por lo que es útil elegir pensar en otras cosas: leer una novela o resolver un rompecabezas. Las emociones desagradables suelen sentirse "congeladas" durante y después de un trauma, y puede ser un alivio encontrar actividades que cambian el estado emocional: reír, ver una película divertida, hacer una tontería o dibujar con lápices de colores. Bajo estrés, las personas pueden tener mal genio, incluso con las personas que les importan.

La amabilidad espontánea puede ser una solución beneficiosa para todos: enviar una nota amable, preparar galletas para alguien y ofrecer una sonrisa puede no solo ser una agradable sorpresa para el receptor, sino que puede reducir la desesperanza y la pasividad que tienden a formar parte de la experiencia traumática del emisor.

Psicoterapia

La psicoterapia es fundamental para el tratamiento del trastorno por estrés postraumático.

El aprendizaje sobre el TEPT puede ser un paso inicial importante en la terapia. Los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden sentirse abrumadoramente confusos y, a menudo, es muy útil para los afectados y sus seres queridos entender cómo dicho trastorno puede incluir síntomas aparentemente no relacionados.

La terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma es el tratamiento más eficaz para el trastorno de estrés postraumático. Esta forma de terapia, que también es eficaz para el trastorno por estrés agudo, consiste en la educación sobre la naturaleza del estrés y la respuesta del cuerpo/mente a él, modificando el pensamiento sobre el evento traumático y las respuestas a él (o poniendo las cosas en perspectiva), y someterse a una exposición terapéutica cuidadosamente guiada a los recuerdos de la experiencia traumática.

Es importante encontrar un profesional de la salud mental que proporcione calidez, tranquilidad y empatía para ayudar a las personas con trastorno de estrés postraumático que a menudo sufren vergüenza, evitación, hipervigilancia y desapego.

Las técnicas de manejo del estrés, como la respiración y la relajación, son importantes. Los ejercicios que reducen y controlan la ansiedad (por ejemplo yoga, meditación) pueden aliviar los síntomas y también preparar a las personas afectadas para un tratamiento que implique una exposición a recuerdos del evento traumático que induzca al estrés.

Las pruebas científicas actuales se decantan por la psicoterapia estructurada y enfocada, por regla general un tipo de terapia cognitivo-conductual llamada terapia de exposición, que ayuda a acabar con el miedo que deja el evento traumático.

En la terapia de exposición, el terapeuta pide a la persona afectada que imagine que se encuentra en situaciones relacionadas con el trauma anterior. Por ejemplo, puede pedir a la persona afectada que imagine que visita el parque donde fue agredida. El terapeuta puede ayudar al paciente a volver a imaginar el propio evento traumático. Con frecuencia existe una intensa ansiedad asociada a los recuerdos traumáticos, por tanto, es importante que la persona que recibe terapia se sienta apoyada y que la exposición avance al ritmo adecuado. Las personas que han sido traumatizadas pueden ser especialmente sensibles y vulnerables a la amenaza de volver a sufrir un trauma, por lo que el tratamiento puede caer en saco roto si se va demasiado rápido. A menudo, el tratamiento puede pasar de la exposición a un tratamiento más abierto y de apoyo, para ayudar a las personas afectadas a sentirse más cómodas con la terapia de exposición.

Una psicoterapia más amplia y más exploratoria también puede facilitar el regreso a una vida más feliz, como al centrarse en las relaciones que pueden haber sido fracturadas por el trastorno de estrés postraumático. Otros tipos de psicoterapia de apoyo y psicodinámica también pueden ser útiles siempre que no desvíen el enfoque del tratamiento de la terapia de exposición.

La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares es un tratamiento en el que se le pide a la persona afectada que siga el movimiento del dedo del terapeuta con los ojos mientras imagina que está siendo expuesta al trauma. Algunos expertos piensan que los propios movimientos oculares ayudan a la desensibilización, pero es probable que esta terapia funcione principalmente debido a la exposición, no a los movimientos oculares en sí.

Medicamentos

Los medicamentos se utilizan con mayor frecuencia cuando se identifica una afección concurrente junto con el trastorno de estrés postraumático. Por ejemplo, a menudo se prescribe un medicamento antidepresivo cuando el paciente también parece padecer una depresión mayor. Del mismo modo, los fármacos antipsicóticos (como el haloperidol o el aripiprazol) se utilizan cuando se presentan síntomas psicóticos junto con el trastorno de estrés postraumático.

Los antidepresivos también pueden ser un tratamiento eficaz para el trastorno por estrés postraumático, incluso en personas que no sufren depresión mayor. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son los más recomendados. Otros medicamentos que también se pueden utilizar son los estabilizadores del estado de ánimo (por ejemplo, ácido valproico) y los antipsicóticos atípicos (por ejemplo, aripiprazol).

Se utiliza una variedad de otros medicamentos en personas con trastorno de estrés postraumático. A menudo, se utilizan para abordar estados de ánimo, pensamientos y comportamientos específicos que forman parte de un episodio de trastorno de estrés postraumático o de un trastorno concurrente.

Por ejemplo, para tratar el insomnio, el médico a veces rreceta medicamentos sedantes como la olanzapina y la quetiapina (también utilizados como fármacos antipsicóticos); estos mismos medicamentos a veces se utilizan para la inestabilidad del estado de ánimo y la impulsividad, al igual que los estabilizadores del estado de ánimo, como el ácido valproico. Para las pesadillas, un medicamento que suele ser eficaz es la prazosina, un fármaco que se utiliza con mayor frecuencia para la hipertensión arterial.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. National Institute of Mental Health, Posttraumatic Stress Disorder: (Instituto de salud mental, Trastorno por estrés postraumático): información general sobre muchos aspectos del trastorno por estrés postraumático incluyendo tratamiento, terapias y programas educativos

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