La agorafobia es la aparición de temor o ansiedad por el hecho de estar en situaciones o en lugares (por ejemplo, en multitudes y centros comerciales o mientras se conduce) donde puede resultar difícil escapar o en los que puede que no se disponga de ayuda si aparece una angustia intensa. Estas situaciones o lugares a menudo se evitan o bien se toleran con mucha angustia.
La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Alrededor del 30 al 50% de las personas con agorafobia presentan también un trastorno de angustia. Alrededor del 2% de las personas sufren agorafobia cada año. La agorafobia se suele desarrollar en la adolescencia y en la edad adulta, pero también puede desarrollarse entre los adultos mayores.
Entre los ejemplos habituales de situaciones o lugares que crean miedo y ansiedad se incluyen los siguientes:
Hacer cola en un banco o en la caja de un supermercado
Sentarse en medio de una fila larga en un teatro o en un aula
Utilizar el transporte público, como un autobús o un avión
Salir de casa
Algunas personas desarrollan agorafobia después de experimentar una crisis de angustia en una de estas situaciones. Otras personas pueden sentirse simplemente incómodas en estas situaciones y no sufrir nunca, o solo posteriormente, crisis de angustia en esas circunstancias. La agorafobia a menudo afecta a la vida diaria, en ocasiones de forma tan intensa que hace que la persona se recluya en casa.
Diagnóstico de la agorafobia
Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico
Los médicos diagnostican agorafobia cuando el miedo, la ansiedad o la evitación dura 6 meses o más y comporta al menos 2 de las siguientes situaciones:
Utilizar el transporte público
Permanecer en un espacio abierto, como un aparcamiento al aire libre o un mercado
Permanecer en un espacio cerrado, como una tienda o un teatro
Hacer cola o formar parte de una multitud
Estar solo fuera de casa
Los temores deben estar relacionados con preocupaciones del tipo de que escapar podría ser difícil o de que la ayuda no estará disponible si la persona sufre una crisis de angustia o se queda incapacitada.
Además, se debe cumplir todo lo que se indica a continuación:
Los síntomas casi siempre están desencadenados por las mismas situaciones.
La persona afectada altera su comportamiento para evitar la situación o bien necesita la compañía de alguien que le ayude a tolerarla
Los síntomas son desproporcionados respecto al peligro real
Los síntomas provocan un malestar significativo a la persona afectada o perjudican notablemente su funcionamiento
Los síntomas no están causados por otro trastorno mental como la ansiedad social o una afección médica general, como una enfermedad inflamatoria intestinal
Tratamiento de la agorafobia
Terapia de exposición
Terapia cognitivo-conductual
En ocasiones, antidepresivos, los denominados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Si la agorafobia no se trata, generalmente sigue un curso fluctuante, con altibajos; incluso puede desaparecer sin un tratamiento específico, posiblemente debido a que la persona ha desarrollado su propio método de terapia de exposición, es decir se ha expuesto repetidamente a la situación que le generaba miedo hasta conseguir su desaparición. Otras personas ya no se quejan de los síntomas de la agorafobia porque han aprendido a evitar situaciones (como aviones o multitudes) que desencadenan su ansiedad. Sin embargo, el hecho de limitarse a evitar situaciones puede restringir de forma significativa la vida de la persona. Debido a que los tratamientos a menudo aumentan la ansiedad al principio, el tratamiento de la agorafobia (y otros trastornos de ansiedad) a menudo implica aprender estrategias de relajación.
La terapia de exposición resulta útil en más del 90% de las personas.
También puede ser útil la terapia cognitivo-conductual. Con esta terapia, las personas aprenden a hacer lo siguiente:
Reconocer cuándo su forma de pensar está distorsionada
Controlar el pensamiento distorsionado
Modificar su comportamiento en consecuencia
En las personas con agorafobia puede resultar beneficioso administrar un ISRS. Aunque los ISRS se consideran antidepresivos, también pueden funcionar bien para algunos trastornos de ansiedad.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
National Institute of Mental Health, Agoraphobia: (Instituto nacional de salud mental, Agorafobia): información general sobre muchos aspectos de la agorafobia, incluidas las estadísticas de prevalencia