Funcionalidad endocrina

PorWilliam F. Young, Jr, MD, MSc, Mayo Clinic College of Medicine
Revisado/Modificado abr 2022 | Modificado sept 2022
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La principal función de las glándulas endocrinas consiste en segregar hormonas que se liberan directamente en el torrente sanguíneo. Las hormonas son sustancias químicas que influyen en la actividad de otra parte del organismo (zona de actuación). En esencia, actúan como mensajeros que controlan y coordinan diversas actividades en todo el organismo. (Véase también Glándulas endocrinas.)

Cuando llega a la zona de actuación, la hormona se une a un receptor, casi del modo en que una llave encaja en la cerradura. Una vez que la hormona se une a su receptor, transmite un mensaje por el que la zona de actuación reacciona de una manera específica. Los receptores hormonales se encuentran en el interior del núcleo o en la superficie celular.

En última instancia, las hormonas controlan la función de órganos enteros, afectando procesos tan diversos como el crecimiento y el desarrollo, la reproducción y el metabolismo de los nutrientes. También modifican la forma en que el organismo utiliza y almacena la energía, además de controlar el volumen de líquidos y las concentraciones de sales y de azúcar (glucosa) en la sangre. Concentraciones hormonales muy pequeñas pueden provocar reacciones significativas en el organismo.

Aunque circulan por todo el organismo, cada tipo de hormona influye solo en ciertos órganos y tejidos. Algunas hormonas afectan solo a uno o dos órganos, mientras que otras influyen en todo el organismo. Por ejemplo, la hormona estimulante del tiroides (tirotropina) se produce en la hipófisis y solo afecta a la glándula tiroidea. Por el contrario, la hormona tiroidea, producida en la glándula tiroidea, afecta a células de todo el organismo y participa en funciones tan importantes como la regulación de la proliferación celular, el control de la frecuencia cardíaca y la velocidad con que se queman las calorías. La insulina, segregada por las células de Langerhans (células de los islotes pancreáticos), influye en el proceso (metabolismo) de la glucosa, de las proteínas y de las grasas en todo el organismo.

La mayoría de las hormonas son derivados de las proteínas o de sus bloques de construcción (llamados aminoácidos). Aunque otras son esteroides, o sea, sustancias grasas derivadas del colesterol.

Tabla
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Controles endocrinos

La actividad endocrina se controla regulando la secreción de cada hormona dentro de unos límites precisos. En condiciones normales, el organismo es capaz de detectar la necesidad de una mayor o menor cantidad de una hormona determinada.

Muchas glándulas endocrinas están controladas por la interacción de señales hormonales entre el hipotálamo, situado en el cerebro, y la hipófisis, en la base del cerebro. A esta interacción se la conoce como el eje hipotálamo-hipófisis. El hipotálamo secreta diferentes hormonas que controlan la hipófisis.

A su vez, la hipófisis (glándula pituitaria), también denominada glándula maestra, controla las funciones de muchas otras glándulas endocrinas. La hipófisis controla la velocidad a la que segrega sus propias hormonas mediante un mecanismo de biorretroalimentación en el que las concentraciones sanguíneas de otras hormonas endocrinas indican a la hipófisis si debe segregarlas más despacio o más deprisa. Entonces, por ejemplo, la hipófisis detecta concentraciones sanguíneas bajas de hormona tiroidea y libera hormona estimulante de la glándula tiroidea, que le indica a la glándula tiroidea que produzca más hormonas. Si la concentración de hormona tiroidea aumenta demasiado, la hipófisis lo detecta y reduce la cantidad de hormona estimulante de la glándula tiroidea, que reduce a su vez la cantidad de hormona tiroidea producida. Este ajuste de ida y vuelta (retroalimentación) mantiene las concentraciones hormonales en un equilibrio adecuado.

Muchos otros factores intervienen en el control de la actividad endocrina. Por ejemplo, un bebé que succiona los pezones estimula la hipófisis de la madre que lo amamanta para que segregue prolactina y oxitocina, dos hormonas que estimulan la producción y el flujo de la leche materna. Las concentraciones altas de azúcar en sangre sirven de estímulo a las células de los islotes de Langerhans (islotes pancreáticos) para que produzcan insulina. Parte del sistema nervioso estimula a la glándula suprarrenal para que produzca epinefrina.

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