El sistema endocrino consta de un grupo de glándulas y de órganos que regulan y controlan varias funciones del organismo mediante la producción y la secreción de hormonas. Las hormonas son sustancias químicas que influyen en la actividad de otra parte del organismo. En esencia, actúan como mensajeros que controlan y coordinan diversas actividades en todo el organismo. (Véase también Glándulas endocrinas.)
Con la edad disminuye la concentración de la mayoría de las hormonas, aunque algunas se mantienen en los valores característicos de las personas jóvenes y otras aumentan. Incluso si los valores no disminuyen, la actividad endocrina suele decaer con la edad porque los receptores hormonales se vuelven menos sensibles.
Entre las hormonas que disminuyen con el envejecimiento se incluyen
Estrógenos (en mujeres)
Testosterona (en hombres)
Hormona del crecimiento (somatotropina)
En las mujeres, las concentraciones de estrógeno disminuyen con la menopausia. En los hombres, los niveles de testosterona suelen disminuir de forma gradual. La reducción del nivel de hormonas del crecimiento puede conllevar una disminución de la masa muscular y la fuerza. La disminución de los niveles de melatonina puede desempeñar un papel importante en la pérdida de ciclos normales de sueño-vigilia (ritmos circadianos) a medida que se envejece.
Las hormonas que suelen permanecer inalteradas o sólo presentan reducciones leves incluyen
Cortisol
Insulina
Hormonas tiroideas
Las hormonas cuyo nivel puede aumentar incluyen
Hormona foliculoestimulante
Hormona luteinizante (lutropina)
Hormona paratiroidea
Algunos cambios hormonales relacionados con la edad pueden afectar la calidad de vida o causar síntomas molestos (por ejemplo, sofocos). La terapia con estrógenos y progesterona en las mujeres menopáusicas se trata en Menopausia. La terapia de sustitución con testosterona en hombres de edad avanzada se trata en Efectos del envejecimiento en el aparato reproductor masculino.