Las personas que reciben medicamentos para la terapia contra el cáncer llamados inhibidores del punto de control inmunitario presentan un mayor riesgo de desarrollar trastornos autoinmunitarios, incluyendo trastornos endocrinos. Se han producido inflamación de la hipófisis (hipofisitis), enfermedad tiroidea autoinmunitaria que causan hipotiroidismo, en algunos casos hipertiroidismo, diabetes mellitus de tipo 1 y glándulas suprarrenales hipoactivas.
Los médicos miden las concentraciones sanguíneas de hormonas.
El tratamiento consiste en reemplazar las hormonas documentadas como deficientes. Puede existir reemplazamiento de la hormona tiroidea, de la insulina o del cortisol por corticoesteroides (con medicamentos como hidrocortisona, prednisona o prednisolona).