Pinguécula y pterigion

PorZeba A. Syed, MD, Wills Eye Hospital
Revisado/Modificado abr 2023
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Datos clave

La pinguécula y el pterigión son crecimientos carnosos en la conjuntiva (la membrana que recubre el párpado y cubre la parte blanca del ojo). La pinguécula no recubre la córnea (la capa transparente delante del iris y la pupila), pero el pterigión sí.

    Un vistazo al interior del ojo

    La pinguécula (pingüécula) es una excrecencia de color blanco amarillento cercana a la córnea, pero que no llega a cubrirla. Este crecimiento puede ser antiestético, pero por lo general no causa ningún problema importante y no es necesario extirparlo. Si se elimina, por lo general no reaparece.

    El pterigión (terigio) es una excrecencia carnosa de la conjuntiva, que se extiende hasta la córnea. En la mayoría de los casos, el pterigion (terigio) no produce síntomas, pero a veces causa irritación o distorsiona la forma de la córnea, con lo que puede provocar una disminución de la visión (ya sea por obstrucción o por astigmatismo inducido), pudiendo constituir un motivo de preocupación estética.

    Para aliviar los síntomas causados por el pterigión, los médicos pueden prescribir lágrimas artificiales o un período corto de tratamiento con gotas o ungüentos. Si los síntomas no disminuyen, especialmente si la visión resulta afectada, o si se repiten con frecuencia, el pterigión puede extirparse quirúrgicamente. El crecimiento de un pterigion se puede ralentizar con la protección de la luz solar, como cuando se usan gafas de sol suficientemente protectoras (con protección UV) y/o un sombrero.

    Pinguécula y pterigion
    Pinguécula
    Pinguécula

    DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY

    Pterigion
    Pterigion

    Paul Whitten/SCIENCE PHOTO LIBRARY

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