Se produce un neumotórax abierto cuando el aire se acumula entre la pared torácica y el pulmón como consecuencia de una herida torácica abierta u otro defecto físico. Cuanto más grande es la abertura, mayor es el grado de colapso pulmonar y la dificultad para respirar.
Los síntomas incluyen dolor torácico, dificultad respiratoria, respiración acelerada y frecuencia cardíaca extremadamente rápida, a veces seguida de un choque.
Los médicos diagnostican el neumotórax abierto basándose en los síntomas y los resultados de la exploración clínica de la persona afectada.
Los médicos cubren inmediatamente la herida con un apósito de tres vías y luego introducen un tubo en el espacio torácico para eliminar el aire.
(Véase también Introducción a las lesiones torácicas.)
Cuando las personas con una abertura no sellada en la pared torácica inhalan, la presión negativa generada por la inhalación succiona aire al espacio situado entre el pulmón y la pared torácica (espacio pleural) procedente de dos fuentes diferentes a la vez, la tráquea y la abertura de entrada de la pared torácica. El flujo de aire a través de pequeños defectos en la pared torácica (o heridas) es pequeño, por lo que hay pocos efectos adversos. Sin embargo, cuando la abertura en la pared torácica es aproximadamente dos tercios del diámetro de la tráquea o más grande, pasa más aire al espacio pleural a través de la abertura de la pared torácica que a través de la tráquea, causando el colapso pulmonar e impidiendo que el aire inhalado fluya hacia los pulmones. Las aberturas más grandes pueden llevar al colapso completo del pulmón.
Síntomas del neumotórax abierto
La herida (o abertura) torácica es dolorosa y causa dificultad respiratoria. El aire que entra en la herida generalmente produce un sonido característico de succión. A medida que aumenta la presión dentro del tórax, la presión arterial puede disminuir, algunas veces hasta un valor peligrosamente bajo (choque); el paciente se siente débil y mareado y las venas del cuello pueden hincharse.
Diagnóstico de neumotórax abierto
Evaluación médica
Los médicos diagnostican el neumotórax abierto basándose en el historial clínico de la persona afectada y en una exploración de la totalidad de la superficie de la pared torácica.
Tratamiento del neumotórax abierto
Apósito para heridas seguido de la colocación de un drenaje torácico (toracostomía)
Los médicos cubren la herida de inmediato con un apósito estéril rectangular que se sujeta firmemente solo por tres lados. El vendaje evita que el aire entre en la pared torácica durante la inhalación, pero permite que el aire salga del pulmón al espirar. A continuación, se introduce un tubo de toracostomía para continuar drenando el aire y permitir que se expanda el pulmón. La herida puede requerir una reparación quirúrgica posterior.