Las complicaciones iatrogénicas son más frecuentes y pueden ser más graves en los ancianos que en los pacientes más jóvenes. Estas complicaciones incluyen efectos adversos de los fármacos (p. ej., interacciones), caídas, infecciones intrahospitalarias, úlceras por decúbito, delirio, y complicaciones relacionadas con cirugías. La prevención a menudo es posible.
Factores de riesgo para complicaciones iatrogénicas
El primer paso en la prevención es identificar a los pacientes con riesgo elevado. Los factores de riesgo incluyen múltiples enfermedades crónicas, atención por varios médicos, consumo de numerosas medicaciones y hospitalizaciones.
Múltiples enfermedades crónicas
Cuanto mayor es el número de enfermedades crónicas, mayor es el riesgo de que el tratamiento de una enfermedad exacerbe otras enfermedades. Por ejemplo, el tratamiento de la artritis con un medicamentos antiinflamatorios no esteroideos puede exacerbar la insuficiencia cardíaca, la enfermedad coronaria o la gastritis crónica.
Múltiples médicos
El paciente que se atiende con varios médicos puede recibir una atención no coordinada y una multiplicidad de medicamentos, a veces no compatibles entre sí. La interconsulta entre varios médicos cada vez que uno de ellos atiende al paciente resulta difícil. Como consecuencia, el régimen terapéutico del paciente suele modificarse con frecuencia sin la opinión de otros médicos, lo que incrementa el riesgo de provocar complicaciones iatrogénicas.
Múltiples fármacos () y fármacos inapropiados
La ingesta de varios fármacos en forma simultánea en pacientes con múltiples enfermedades crónicas aumenta significativamente el riesgo de interacciones adversas entre los fármacos o entre un fármaco y una enfermedad. El riesgo de estas interacciones es mayor en pacientes desnutridos o con enfermedad renal crónica. Asimismo, algunos fármacos se asocian con un riesgo particularmente alto de eventos adversos en adultos mayores debido a cambios en la composición corporal y en el metabolismo de los fármacos. Los ejemplos específicos incluyen anticolinérgicos como difenilamina, benzodiazepinas y otros inductores del sueño (p. ej., zolpidem), opioides, antipsicóticos, anticoagulantes y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (véase Criterios de Beers).
Hospitalización
Los riesgos producidos por la hospitalización incluyen infecciones intrahospitalarias, polimedicación y reacciones transfusionales. Los pacientes hospitalizados con demencia o inmovilizados (p. ej., después de una operación) presentan un riesgo elevado de experimentar complicaciones iatrogénicas (p. ej., úlceras por decúbito, trombosis venosa profunda, retención urinaria, delirio).
La tecnología médica puede contribuir a provocar complicaciones iatrogénicas, por ejemplo muerte súbita o infarto de miocardio después de una cirugía de reemplazo valvular, accidente cerebrovascular tras una endarterectomía carotídea, sobrecarga hídrica después de transfusiones e infusiones, prolongación no deseada de la vida a través de soporte vital artificial y encefalopatía hipóxica después de una reanimación cardiorrespiratoria.
Intervenciones para prevenir complicaciones iatrogénicas
Las intervenciones que pueden prevenir las complicaciones iatrogénicas son las siguientes.
Gerenciación de la atención
Los gerentes de salud facilitan la comunicación entre los profesionales de la salud, aseguran la provisión de los servicios necesarios y previenen su duplicación. Estos profesionales pueden ser empleados por grupos de médicos, planes de salud u organizaciones comunitarias o gubernamentales. Los ancianos debilitados son los más beneficiados con este tipo de atención.
Equipo geriátrico interdisciplinario
Un equipo geriátrico interdisciplinario evalúa las necesidades del paciente, desarrolla un plan de atención coordinado y administra la atención (o la coadministra junto con el médico de atención primaria). Dado que esta intervención requiere numerosos recursos, se reserva en forma ideal para los casos muy complejos. Los equipos geriátricos interdisciplinarios a veces se centran en cuestiones específicas relacionadas con el envejecimiento, como el riesgo y la prevención de caídas, la evaluación de la fragilidad (especialmente antes de la cirugía o el tratamiento del cáncer) y el diagnóstico y la atención de la demencia.
Interconsulta farmacológica
Un farmacéutico puede ayudar a prevenir complicaciones causadas por la polimedicación y el uso inapropiado de fármacos.
Atención aguda y de emergencia en las unidades de adultos mayores
Estas unidades de cuidados agudos son pabellones hospitalarios que cuentan con protocolos para asegurar que los ancianos se evalúen en forma exhaustiva a fin de detectar posibles problemas iatrogénicos antes de que sucedan y puedan manejarse apropiadamente. Las unidades de atención geriátricas del departamento de emergencias se centran en las necesidades únicas (incluidas las transiciones de atención y la atención multidisciplinaria) de los pacientes mayores.
Instrucciones por adelantado
Debe estimularse a los pacientes para que establezcan instrucciones por adelantado, por ejemplo la designación de un sustituto en la toma de decisiones médicas. Estos documentos pueden ayudar a prevenir tratamientos no deseados en pacientes con enfermedades críticas que no pueden comunicarse por sí mismos.